Compensación por pérdida de biodiversidad
La promesa de compensar la destrucción de la biodiversidad abre la puerta a las empresas para que obtengan fondos y accedan a tierras que de otra manera estarían fuera del alcance de la destrucción a gran escala. Las promesas de recrear o proteger un hábitat de valor ecológico “equivalente” en otro lugar habilita a las empresas al acceso comercial a incluso áreas protegidas y lugares que son Patrimonio Mundial, permitiendo que la destrucción llegue a esas zonas. La compensación de biodiversidad da como resultado una doble acción de destrucción y explotación, porque las empresas controlan tanto los territorios afectados por las actividades industriales como los destinados a proyectos de compensación.
En junio 2019, un informe del Banco Africano de Desarrollo y WWF Kenia exhortó a agencias para el desarrollo, principalmente de Europa, y al Banco Mundial, a que proporcionaran dinero a un nuevo Fondo para financiar 100.000 hectáreas de (nuevas) plantaciones de árboles en África Oriental y Meridional, con miras a establecer 500.000 hectáreas más.
Una reflexión histórica de los principales proyectos de plantación de árboles en China evidencia el rol del capital y las fuerzas del mercado en la China rural de hoy. El proyecto más reciente se basa en el consumismo verde y beneficia a algunas de las empresas minoristas y de tecnología más grandes.
Las decenas de millones de euros que el gobierno de Acre recibió del gobierno de Alemania para su programa REDD+ no lograron detener la deforestación. A pesar de esto, varios estados brasileros continúan recibiendo recursos del gobierno alemán.
La crisis ambiental, climática y social es una realidad desde hace tiempo. Las empresas y sus aliados, sin embargo, en lugar de reconocer su contribución a esta crisis, utilizan la pandemia para intentar expandir las Áreas Protegidas, presentándolas como una “solución”.
El plan de la industria de la conservación para duplicar el tamaño de las Áreas Protegidas es supuestamente la solución a la pérdida de biodiversidad, el cambio climático ¡y ahora incluso el COVID-19! Otra gran mentira de la conservación.
En 2004, ONG conservacionistas y el Ministerio Forestal de Indonesia lideraron un modelo llamado Concesiones para la Restauración de Ecosistemas. Aquí se analiza en el contexto de las viejas y nuevas amenazas a los bosques y de la presión por la “restauración de los bosques”. (Disponible en indonesio).
Brasil: la empresa de plantaciones Suzano encubre sus devastadores impactos aduciendo “conservación”
El gigante de la celulosa Suzano S.A busca expandir sus plantaciones de eucalipto en Brasil aplicando una táctica clave: presentarse como una empresa que logra la “conservación” y la “restauración”, ocultando así su desastroso historial con los bosques y sus poblaciones.
Este editorial busca alertar sobre las agendas de las empresas que dominan los procesos internacionales relacionados con los bosques, los cuales parecen estar entrando en nuevas fases. Las decisiones adoptadas tienen impactos muy reales en las comunidades de los bosques.
La petrolera Shell afirma que es posible hacer que el carbono emitido al conducir un auto sea “neutro”; solo hay que "compensar" las emisiones plantando árboles o invirtiendo en zonas de bosque existentes en otros lugares. Pero, ¿qué está pasando en esos "otros lugares"? (Disponible en indonesio).
¿Cuáles son las experiencias de las comunidades que viven dentro y en torno a las plantaciones de las empresas comprometidas con la “deforestación cero”? ¿Cómo pueden estas empresas seguir expandiéndose sin deforestar en países con gran cobertura de bosques?