Brasil: la empresa de plantaciones Suzano encubre sus devastadores impactos aduciendo “conservación”

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El gigante de la celulosa Suzano S.A busca expandir sus plantaciones de eucalipto en Brasil aplicando una táctica clave: presentarse como una empresa que logra la “conservación” y la “restauración”, ocultando así su desastroso historial con los bosques y sus poblaciones.

El Bosque Atlántico (o Mata Atlântica), uno de los biomas con mayor biodiversidad, llegó a extenderse a lo largo de la costa de Brasil y cubrió partes de Paraguay, Uruguay y Argentina, coexistiendo a lo largo de varias generaciones con comunidades indígenas y otras comunidades tradicionales. Hoy en día sobrevive en gran medida en pequeñas áreas aisladas y Áreas Protegidas, administradas mayormente por empresas privadas. (1) El llamado corredor central del Bosque Atlántico se encuentra en los Estados de Bahía y Espíritu Santo, en el sureste de Brasil.

Esos Estados también albergan cientos de miles de hectáreas de plantaciones de eucaliptos, principalmente de la compañía de celulosa y papel Suzano SA. En 2019, Suzano Papel e Celulose S.A. y Fibria Celulose se fusionaron para formar el mayor productor mundial de fibras cortas de pulpa de eucalipto, Suzano S.A. La compañía posee plantas de celulosa, fábricas de papel y centrales energéticas, todas ubicadas en Brasil. También es propietaria de la compañía de biotecnología Futura Gene, que fue la primera empresa en obtener un permiso para lanzar comercialmente una variedad de eucalipto de ingeniería genética (transgénico) en Brasil. Esta escala de producción ha resultado en más de un millón de hectáreas de plantaciones de eucaliptos y es una de las principales amenazas para el Bosque Atlántico que queda.

Una táctica clave que las empresas de celulosa y papel utilizan para seguir expandiendo sus plantaciones y negocios es presentarse como compañías “verdes”. Suzano dice ser “una referencia mundial en el uso sostenible de recursos naturales”. (2) La empresa también declara que las áreas de conservación y restauración que ha creado “están intercaladas con plantaciones de eucaliptos para producir mosaicos de bosques que ayudan a mantener el equilibrio del ecosistema”. Como resultado, dice, su Programa de Restauración, que comenzó en 2009, “promueve la sostenibilidad a través de la restauración del capital natural y sus servicios ecosistémicos inherentes”. (3)

La empresa utiliza estas declaraciones para maquillar de verde sus operaciones, legitimando así su expansión y posicionándose como “parte de la solución” en lugar de cómo el problema. Para Suzano, los bosques son un capital natural que podría generar mayores ganancias para la empresa. Como era de esperar, Suzano también mantiene asociaciones con ONG conservacionistas como WWF, The Nature Conservancy y Conservación Internacional (4). Sin embargo, resulta claro que la propaganda de la empresa desea menoscabar las bien documentadas denuncias de los graves impactos que tanto Fibria como Suzano, y ahora Suzano S.A, continúan causando a los bosques y espacios de vida de los que las comunidades dependen. (5)

También es importante resaltar que la mayoría de las áreas reservadas para la conservación dentro de las concesiones otorgadas a las empresas, de hecho son obligatorias conforme a la legislación brasileña, que exige que el 20 por ciento de todas las propiedades rurales dentro del bioma del Bosque Atlántico deben ser mantenidas como áreas legales de reserva. Además, el dinero que estas compañías gastan en Áreas Protegidas o actividades de conservación pueden o no llegar dependiendo de los términos de la empresa. El portal de noticias Mongabay reportó que cuando Suzano renovó su licencia para más de 22,000 hectáreas de eucaliptos en el área alrededor de las Áreas Protegidas de Côrrego Grande y Rio Preto, lo hizo mediante varias propiedades pequeñas en lugar de un gran proyecto, para así evitar pagar cualquier “compensación ambiental”, que es el dinero que las compañías deben pagar a las Áreas Protegidas siempre que lleven a cabo actividades con un alto impacto ambiental. (6) Y aunque Suzano aduce que está “protegiendo” más de lo que exige la ley brasileña, estos áreas aisladas “verdes” están muy fragmentadas y rodeadas de monocultivos. Y cuanto más fragmentado está un bosque, más amenazado se vuelve y más susceptible a los incendios queda.

Otro aspecto importante a destacar es el comercio de Bonos Verdes de Suzano en el mercado bursátil para recaudar dinero e invertir en estas actividades de “conservación”. Suzano es el mayor emisor brasileño de Bonos Verdes. Los millones de dólares recaudados, según la compañía, se destinaron a la inversión en “proyectos que generan ganancias ambientales y financieras en nuestras operaciones sobre bosques e industriales”. (7)

En este contexto, el WRM habló con Ivonete Gonçalves, investigadora y activista de Brasil desde hace bastante tiempo, para reflexionar sobre las supuestas actividades de conservación de Suzano. Debido a limitaciones de espacio, lo que publicamos es un resumen de sus respuestas, pero es posible acceder a la versión completa en portugués aquí.

WRM: De acuerdo a su experiencia, ¿por qué cree que la empresa Suzano está tan “preocupada” con la conservación y la biodiversidad?

Ivonete: Las empresas de celulosa y papel siempre hicieron afirmaciones que no corresponden con la realidad. Eso ya lo veo desde hace casi treinta años, pero el movimiento histórico muestra que esa estrategia está gestada por el modo de producción capitalista. Por lo tanto, no se trata de una estrategia nueva, siempre actuaron con noticias desconectadas de la realidad. Son expertos en maquillaje. Cuando la empresa recibe aplausos por alegar que "tiene más bosques que plantaciones," se trata de algo ilusorio que es construido con el claro objetivo de generar un clima favorable, en tiempos de reflexiones profundas sobre la sustitución de bosques nativos debido a las plantaciones y las consecuencias de esa actitud para la humanidad.

Es necesario que Suzano indique a qué público le está hablando la empresa. Ciertamente les habla a sus asociados y directores, porque la población en la región ya sabe cómo actúan [estas empresas], pues están aquí desde hace mucho tiempo. Para una empresa de ese tamaño, no es posible preocuparse por la conservación o la biodiversidad. Basta con mirar el historial de expansión de sus plantaciones causando deforestación, para que este discurso caiga en descrédito.

Y hoy, ante tantas modificaciones genéticas, no sabemos exactamente de cuál especie [de eucalipto] se trata. Y la destrucción continúa. Por ejemplo, si tomamos en cuenta la cantidad de agua del suelo absorbida diariamente por cada árbol; siendo cerca de 1.500 árboles por hectárea, en un total de más de un millón de hectáreas con eucaliptos. A esto se suman alrededor de 80 metros cúbicos de agua por minuto para abastecer cada una de las dos fábricas en la región. Y todavía hay que agregar los diversos venenos utilizados sin tregua en cada etapa de la plantación, con sus distintos usos y modalidades, esparcidos sin interrupción manualmente o por avión. Además hay que destacar el empobrecimiento del suelo, dado que “Toda la vida en nuestro planeta depende de un suelo vivo: el agua de los ríos y pozos, la vegetación, la salud humana, los alimentos e inclusive el clima. La erosión, inundaciones y desertificaciones tan frecuentes hoy en día son consecuencia de suelos muertos”. (8) Y, sumándose a tantos males promovidos por empresas como Suzano, están las comunidades del campo, oprimidas por el eucaliptal, que no logran plantar alimentos saludables, pues son periódicamente bañadas con los venenos procedentes de las plantaciones de mercaderías. Los árboles para papel se alimentan ferozmente de venenos.

Por ende, conceptos como “conservación” o “biodiversidad” fueron distorsionados al punto de no ser reconocidos por quienes viven en el entorno ni por ninguna persona sensata que conozca la región profundamente.

WRM: En su opinión, ¿cómo una empresa cuyo negocio fue y sigue siendo causa directa de la deforestación en gran escala puede afirmar tan tranquilamente que es “líder en sustentabilidad”?

Ivonete: La construcción de conceptos para manipular una ideología de sustentabilidad sólo existe en los textos de las empresas y de sus aliados. Y son construcciones que aspiran a amenizar, ante determinados públicos, la crueldad de las operaciones de empresas como Suzano. Esa crueldad atraviesa diversos momentos, comenzando por la destrucción de la Selva Atlántica, ¡uno de los ecosistemas más diversos del planeta!

Y, ya que aquí se trata de una opinión, voy a traer algunas reflexiones que considero pertinentes para este momento histórico. Ante esta gran crisis mundial por el virus del Covid-19, creo que es importante reflexionar en busca de nuevos rumbos. Me presento aquí como una viajera de este tiempo, ante este pasado-presente de expropiación de la tierra, de una realidad de injusticia ambiental, donde también estoy inserta, y vivo las consecuencias nefastas del proyecto Suzano y Stora Enso. Aprovecho el retiro forzado por la naturaleza para pensar y soñar con una conciencia local en dirección a lo global, pero sin la intención de agotar el tema ni establecerlo como la única verdad. Pero es algo que creo es saludable para el Sur y para el Norte, pues con la situación global traída por el Covid-19 se confirma que todos y todas somos vulnerables y que la economía capitalista no “salva” a nadie. Así, la naturaleza me ha enseñado, durante años de investigación y vivencia en los alrededores de las plantaciones de eucalipto y otros monocultivos, que las "plagas" no existen. Lo que existe es el desequilibrio. A medida que vamos cambiando la diversidad por (mono)culturas, con todo un paquete de insumos sintéticos, esparcidos por el mundo, vamos desequilibrando el ecosistema global y los patógenos se transforman. Se vuelven más fuertes y atacan las plantas y los animales, incluso los humanos. En contraste, he percibido que, con la experiencia en proyectos de Agroecología, todos los seres se integran naturalmente, sin causar daños, y el ecosistema se equilibra y brinda vida, vida en abundancia y para todos los seres.

El proyecto de sociedad basado en monoculturas es excluyente y promueve una desigualdad social aguda, que se traduce en la imposibilidad de cubrir necesidades básicas como comida y agua para la mayoría. Incluyamos entonces un espacio de divulgación de experiencias globales para fomentar la esperanza de las minorías, tanto del campo como de la ciudad. Pienso que ya llegó la hora de que empresas como Suzano, Stora Enso y otras, con sus extensos historiales de expropiación de la naturaleza y de las personas, devuelvan el protagonismo a quienes tienen derecho: los pueblos y los territorios.

WRM: ¿Cuál es la estrategia de Suzano? ¿Qué entiende esta empresa por “conservación”?

Ivonete: Suzano alega que casi el 40% de sus áreas se utiliza para conservación.

Sin embargo, es fácil demostrar que esa información es falsa. Para verificarlo, basta con dar una vuelta entre la cantidad de plantaciones de árboles, entendidas aquí como plantaciones de mercaderías, alineadas a lo largo de las carreteras y comunidades, y fijarse en la cantidad de Selva Atlántica visible. O a través de imágenes de geo-procesamiento. Incluso considerando los tres Parques Nacionales de Conservación de la Selva Atlántica, no se llega al porcentaje que la empresa difunde. Los tres parques juntos no llegan a las 100 mil hectáreas. El Parque Nacional Pau Brasil tiene 19 mil hectáreas, el Parque Nacional Monte Pascoal tiene 22.383 hectáreas y el Parque Nacional del Descubrimiento tiene 21.213 hectáreas. Es decir que juntos suman 62.596 hectáreas de monte nativo, mientras que las empresas Suzano y Stora Enso juntas, en la misma región de los Parques, al extremo sur de [el estado de] Bahía, poseen más de un millón de hectáreas de eucaliptos plantados.

La invasión de Suzano y Stora Enso en gran parte del territorio fomenta conflictos, y los conflictos están en la raíz de la formación del complejo de plantaciones de árboles en esta región. Se trata de incontables conflictos resultantes de disputas por la tierra que involucran a los pueblos nativos, quilombolas y pequeños agricultores sin tierra. Se mantiene un fuerte lobby para reprimir toda iniciativa de búsqueda de derechos. La represión se efectúa a través de los aparatos del Estado, como la policía o los tribunales de justicia. Cualquier iniciativa de defensa de los territorios por parte de las comunidades es reprimida, y se persigue a los dirigentes. Esta estrategia hoy se fortalece con la política de extrema derecha instalada en el país.

WRM: ¿Mejoró la situación de las comunidades con los programas de conservación de la empresa?

Ivonete: Ninguna mejora ha sido percibida por los actores fuertemente impactados, ni por ningún visitante más atento. En estos tiempos de crisis la situación está aún más tensa. Las pocas políticas públicas dirigidas hacia la población impactada por el proyecto de plantaciones de eucalipto han sido totalmente destruidas. Los pequeños agricultores ya no cuentan con apoyo ni fortalecimiento institucional.

Lo que mitiga el problema son las iniciativas generadas por los movimientos de trabajadores y trabajadoras rurales sin tierra, fundamentalmente el MST (Movimiento de los Sin Tierra), que cuenta con diversos asentamientos y viene trabajando incansablemente en la producción de alimentos. Alimentos saludables, agroecológicos, sin veneno. El MST tiene también un plan nacional para recuperar áreas degradadas y, en Bahía, el objetivo es plantar un millón de plantas diversas, siguiendo el sistema agroecológico.

(1) Mongabay, Brazilian state invites private companies to run Atlantic Forest parks, 2016
(2) Suzano, Sobre Nosotros
(3) UN SDG Partnership, How Suzano’s Restoration Program transforms degraded, pastureland into regenerative, native Brazilian vegetation
(4) Suzano Papel e Celulose, Green Bonds Annual Report, 2017
(5) Vea información sobre los impactos de Fibria ; y de Suzano .
(6) Mongabay, In Brazil’s Atlantic Forest, conservation efforts drwn in a sea of eucaliptus, 2017
(7) Idem (4)
(8) PRIMAVESI, Ana. MANUAL DO SOLO VIVO. 2016. 2ª edición revisada. Expressão Popular. San Pablo. 2016.