Ghana: el gobierno pone el ultimo clavo en el ataúd de los bosques del país

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Más de 800.000 hectáreas de bosque se pierden anualmente en Ghana a manos de la minería, en tanto las concesiones mineras abarcan más del 70% del total de territorio, con la consecuente considerable reducción de la producción de alimentos. El Banco Mundial y la Corporación Financiera Internacional (brazo del Banco Mundial que canaliza préstamos al sector privado) proporcionaron capital inicial e indujeron con engaños a los países africanos a adoptar la desregulación, la liberalización y la privatización de los sectores de extracción para atraer la inversión extranjera directa.

Ahora, cinco compañías mineras multinacionales con actividad en Ghana (Chirano Goldmines Limited, Satellite Goldfields Limited, Nevsun/AGC, Birim/AGC y Newmont Ghana Limited) van a destruir próximamente varios miles de hectáreas de bosque de la Reserva del río Subri, la reserva Cape Three Points, Supuma Shelterbelt, Opon Mansi, Tano Suraw y Suraw Extension en la región occidental, y en el bosque de Atewa Range y en Ajenjua Bepo en la región oriental. Las compañías invirtieron millones de dólares y encontraron cantidades asombrosas de depósitos de oro debajo de los exuberantes bosques cuando el anterior gobierno del Consejo Democrático Nacional (National Democratic Council - NDC) les dio vía libre para buscar oro en las reservas de bosques. Actualmente el NDC ya no está en el poder y las empresas quieren que el actual gobierno del Nuevo Partido Patriótico (New Patriotic Party - NPP) les permita pasar a la etapa de explotación minera real.

Los ambientalistas y activistas en favor de los derechos humanos afirman que la concesión de permisos de extracción a cielo abierto en estas reservas ecológicamente frágiles agravará la ya alarmante tasa de deforestación y degradación de los bosques del país, y hará estragos en los sistemas de agua dulce y las cuencas. También han planteado su grave preocupación sobre la minería a cielo abierto en relación al impacto resultante del uso de cianuro en el proceso, que incluso en niveles bajos podría producir efectos graves sobre la salud ante la exposición crónica a largo plazo.

Las reservas incluyen los únicos bloques importantes de bosques que quedan en el país; los mismos ayudan a contener los incendios, conservan los niveles de humedad y lluvias a nivel local, y proporcionan un santuario para una variedad sorprendente de especies que figuran en las listas internacionales de especies bajo riesgo de extinción. Si el actual gobierno accede a los deseos de las compañías mineras, se abrirán carreteras hasta el corazón de las reservas de bosque, se levantarán campamentos y se removerán grandes franjas de suelo superficial junto con los añosos árboles que allí existen. Las toneladas de tierra y escombros que caerán en avalancha montaña abajo, en algunos casos también cubrirán ríos y arroyos y con ellos los lechos de desove de peces. La afluencia de gran número de mineros y la construcción de carreteras en áreas previamente inaccesibles generarán también condiciones de explosión urbana, atrayendo más ocupantes ilegales, taladores de árboles, "garimpeiros" (mineros tradicionales que extraen oro en pequeña escala), quioscos de lotería y comercios a las reservas. El personal de las compañías mineras seguramentese cazará animales del bosque para abastecer su mesa.

Un argumento clave usado por los más decididos partidarios de la minería en las reservas de bosque es que "el país necesita dinero". Este argumento se basa en la teoría económica que afirma que los países en desarrollo deben explotar sus recursos naturales para desarrollarse, y que la contaminación, el desplazamiento de comunidades y otras consecuencias son efectos secundarios necesarios e inevitables.

Toda clase de compañías extranjeras que operan en Ghana han amasado fortunas enormes pero los beneficios no quedan en el país. Lambert Okrah del Instituto de Asuntos Culturales (Institute of Cultural Affairs) afirma: "No se trata de si debemos morir de hambre en tanto el oro se acumula bajo los árboles. Se ha extraído oro en Tarkwa, Prestea y Obuasi durante muchos años; y ahora, ¿acaso los habitantes de esas regiones no tienen hambre? Esos lugares son tan desolados que nunca se creería que allí hay oro".

En relación a la generación de empleo, el sector ha demostrado una capacidad relativamente limitada, porque las operaciones de extracción a cielo abierto son tecnológicamente intensivas y dependen de un número reducido de trabajadores de alta calificación que en muchos casos son extranjeros. Sitios históricos y arqueológicos valiosos ubicados en algunas de esas reservas, incluso arboledas sagradas, serán destruidos. También tierras agrícolas y cuencas importantes se verán amenazadas, y las magníficas reservas se convertirán en un paisaje industrial monstruoso destrozado por carreteras, tuberías, escombros de construcción, latas de sardinas y bolsas plásticas. La propia Evaluación de Impacto Ambiental de cuatro compañías mineras que trabajan en la región indicó que el número total de pobladores desalojados ascendería a 22.267 personas de 20 comunidades.

En referencia al impacto de la minería en el área de Wassa, el profesor y escritor Thomas Akabza resalta lo siguiente: "Mientras las compañías mineras y el gobierno central se benefician con las ganancias de la minería si las hay, las comunidades que habitan las zonas mineras reciben muy pocos o ningún beneficio. Estos pobladores, que en su mayoría practican la agricultura tradicional y de subsistencia son desplazados de sus tierras de cultivo, lo que lleva a la pérdida de sus formas de sustento y a la ruptura de sus vínculos sociales. Además, la minería provoca conflictos cada vez mayores entre las comunidades desplazadas por las operaciones de extracción, a la vez que acarrea graves problemas sociales y de salud asociados a la minería, como malaria, tuberculosis, conjuntivitis, enfermedades de la piel, prostitución y consumo de drogas.

Abraham Baffoe, integrante de Amigos de la Tierra, afirmó: "Podemos prosperar como nación sin tener que destruir nuestras reservas de bosque para la extracción minera. Sabemos muy bien que después de la minería no quedarán bosques. Intentan convencer a todo el mundo que se puede regenerar los sitios degradados, pero no debemos engañarnos; no se trata simplemente de plantar pasto y árboles aquí y allí, porque la realidad es que las plantaciones no son bosques".

Trabajando en red con otras comunidades afectadas por la minería a nivel nacional, regional e incluso mundial, las comunidades de Ghana han incrementado su lucha por los derechos humanos, la autodeterminación y la justicia social y ambiental, y han exhortado también a los prestamistas privados a rechazar proyectos de minería que generan problemas a las comunidades. Sin embargo, las violaciones de los derechos humanos siguen aumentando, con varios casos de arrestos arbitrarios, violaciones al derecho al acceso a los alimentos, desalojos forzosos, compensaciones insuficientes y demolición de poblados.

"Cuando se destruyan las reservas de bosques, los ríos se secarán y también nuestras vidas", afirman los pobladores. "Cuando fuimos al bosque a plantar ñame o taro (Colocasia esculenta), plátano y pimienta para alimentar a nuestras familias, la gente del gobierno nos obligó a salir y nos prohibió volver a plantar allí. Nos dijeron que es una reserva de bosque y que allí no se permite plantar. Ni siquiera nos dejaron recolectar caracoles en la reserva, pero ahora el propio gobierno quiere enviar excavadoras para destruir el bosque porque los blancos así lo dicen. Hermano, ¿acaso eso es justo? Cuando un hombre pobre corta una rama o mata un roedor en la reserva, termina preso; cuando una compañía minera tira abajo una reserva de bosque, los hombres importantes de Accra viajan hasta aquí para celebrar con ella, ¿eso es justo?", preguntó Sisi Nana, de treinta y tres años y madre de cuatro hijos, habitante de Bibiani.

Extraído y adaptado de "Golden Greed. Trouble Looms Over Ghana's Forest Reserves", por Mike Anane, correo electrónico: lejcec@ghana.com , enviado por Lambert Okrah, Institute for Cultural Affairs (ICA), correo electrónico: icagh@ghana.com El documento completo (en inglés) se encuentra disponible en: http://www.wrm.org.uy/countries/Ghana/Goldengreed.html