Mujeres y saberes en plantas medicinales del bosque

Imagen
WRM default image

En el marco de la Red de Plantas Medicinales de América del Sur, el Centro de Estudios Uruguayo de Tecnologías Apropiadas está coordinando en Uruguay un trabajo colectivo de recuperación de saberes populares y tradicionales en torno al uso de plantas como medicina y alimento.

Queremos contarles la experiencia que venimos construyendo con un grupo de mujeres desde noviembre de 2002 cuando realizamos el primer encuentro centrado en Los Ciclos de la Mujer y la Medicina Natural. En esta primera instancia compartimos visiones y saberes sobre plantas que nos ayudan a mantenernos en salud considerando las distintas etapas de nuestros ciclos femeninos.

Realizamos un trabajo de sensibilización en torno a nuestra relación con los alimentos y con nuestro poder de sanación. Vivenciamos la diversidad y el diálogo respetuoso de saberes porque llegaron mujeres de variados rincones del país, con variadas ocupaciones y situaciones (mujeres rurales, parteras, sexólogas, herbalistas, integrantes de grupos comunitarios).

Nelly Curbelo, una de las participantes, recuerda: "Empezamos en noviembre de 2002, después de que cada una en sus lugares trabajamos con hierbas recogidas en nuestras zonas, recordando saberes que existen desde hace mucho tiempo: cuáles eran sus usos para la salud y el importante aporte alimenticio. En el primer encuentro la temática fue la salud femenina en todas sus fases: los conocimientos populares, tradiciones muy arraigadas, quizás con errores, pero sin duda con mucha sabiduría, que nos han trasmitido nuestras abuelas y antes de ellas, vecinas, ancianas, curanderas y conocedoras del vivir mejor en salud utilizando hierbas.

Reflexionamos sobre los ciclos de la luna y toda la armonía física y espiritual que tenemos y nos rodea pudiendo hacer de nuestro existir un templo sagrado a cuidar.

Más cerca en el tiempo, toda esta riqueza fue un poco relegada en nombre de la medicina convencional. Por eso hoy queremos rescatar aquellos sabios conocimientos y nos cuesta un poco acceder a las personas que los tienen porque ellas/ellos tienen celo de " abrirse" hasta no estar seguras/os de nuestras buenas intenciones y porque también han sido desvalorizados o lo que es también triste, hay quienes han tomado estos saberes de gente humilde y común para lucrar. "

En mayo de 2003 en el segundo encuentro trabajamos la relación que tenemos con conocimientos populares, tradicionales y universitarios; la forma en que se recibe cada uno de estos tipos de conocimientos, los espacios privilegiados de cada uno, su lógica propia y la relación entre todos ellos. Conversamos en profundidad sobre la relación entre los sistema de salud oficiales en la región y el uso de plantas medicinales; las experiencias comunitarias y populares; las investigaciones y experiencias populares realizadas en Uruguay y Argentina, sus implicancias y resultados.

En diciembre de 2003 nuestro tercer encuentro se instaló en el monte (como se denomina al bosque en Uruguay) al lado del Arroyo de la Virgen. El monte fue nuestro resguardo y nuestra inspiración para compartir investigaciones personales y grupales en torno a nuestras plantas autóctonas, trabajar la descripción botánica popular, recetas tradicionales, intercambiar experiencias sobre restauración y recuperación de espacios utilizando flora nativa.

Nos sigue contando Nelly: “Nos reunimos en torno al fuego. El techo de coronillas, rama negra, guayabo colorado y talas hacía lo que podía para protegernos de la llovizna que a rachas venía acompañada de viento. Rondaba un sentimiento, indescifrable para mí, mezcla de grandeza de espíritu y seguridad terrenal. Disfrutamos silencios llenos de mensajes, el arroyo cerca incansable y cristalino, los duendes de la noche callados, también las ranas y grillos para dejarnos el tiempo y espacio a nosotras.

En cada encuentro aprendemos más, no solo por la temática que nos ocupa sino que intuitiva e instintivamente captamos sentimientos, saberes, conclusiones que nos enriquecen afirmando valores, abriendo puertas y dejando claro que todas somos maestras y alumnas a la vez.

Entonces comenzamos la primera actividad del segundo día: en ayunas aspirando ese aroma especial del monte en la quietud de la mañana cada una en silencio, caminó sola, eligió un rumbo en el lugar, observó deteniendo el tiempo, retrocediendo también, hasta sentir ser elegida o elegir una hierba, arbusto o árbol y usar los sentidos con todo el amor que la madre naturaleza nos da.

Una vez junto a "mi planta" me siento junto a ella, palpo su textura, su aroma, sabor si me permite, cómo son sus tallos, y sus hojas, si tiene flores, frutos, cómo es su entorno, hacia dónde se orienta, si se presenta sola o con descendencia, qué otras especies la acompañan y si se complementan, el tipo de suelo, ver si le gusta más el sol, semisombra o sombra o que la acaricie el agua, quizás intento sentirme un poco ella misma para compartir su sabiduría y cuánto puedo tomar de su vida para mi existencia y salud. Se que solo puedo ofrecerle cuidado, respeto y admiración, y si su aporte o mensaje para mí es el silencio: respetarla con toda la ternura que me llevó a elegirla.

Esta tarea fue hermosa. Una vez concluida nos reunimos para compartir la experiencia.

Cuando expusimos y compartimos estas vivencias surgieron aportes tan ricos y valiosos de las demás compañeras que enriquecieron mucho los saberes anteriores.

Cuando estamos en sintonía con el entorno viviendo tan intensamente estos encuentros, siempre nos emocionamos y el tiempo pasa y no tiene tiempo para medirse”.

Este encuentro fue un aporte más a la reactivación de la memoria del monte, de la cual es portadora mucha de nuestra gente sencilla del campo que comparte su amor profundo a lugares que tratan de cuidar de variados embates depredadores. Así vamos recogiendo el aporte diferenciado de mujeres y varones en torno a saberes y prácticas relacionados con el buen uso y conservación de nuestros ecosistemas y ambientes. Así vamos construyendo la farmacopea popular del monte.

Por: Mónica Litovsky, CEUTA, correo electrónico: yuyos@chasque.net