Áreas protegidas
El modelo de conservación de “parques sin gente” tiene sus raíces en los Estados Unidos del siglo XIX. El modelo se expandió por todo el mundo y dio lugar a una industria elitista de la conservación dominada por grandes ONGs conservacionistas. Se ha convertido en otra gran amenaza para la supervivencia física y cultural de las comunidades que dependen del bosque así como para sus conocimientos y prácticas ancestrales de conservación.
El pueblo indígena Karen de Bang Kloi regresó a sus bosques ancestrales de Kaeng Krachan, después de años de despojo por la creación del Parque Nacional Kaeng Krachan. Las comunidades Karen de todo el país se movilizan en solidaridad.
Fondos del sistema de Forestación Compensatoria han sido asignados para medidas de apoyo frente al Covid-19. Este Fondo ha financiado plantaciones que invaden tierras comunitarias y ha provocado desalojos en “Áreas Protegidas”. Nada de esto cesó durante la cuarentena.
El dinero que el Gobierno de la India recauda de compañías que destruyen los bosques - como las mineras - se está utilizando para hostigar, perseguir y desalojar a las comunidades de las llamadas Áreas Protegidas.
Si antes las organizaciones conservacionistas se dedicaban a recaudar dinero para crear áreas protegidas en bosques supuestamente amenazados de destrucción, hoy éstas forman una verdadera "industria" trasnacional que administra y controla áreas que van mucho más allá de los bosques.