Minería a gran escala
Impulsada por una demanda cada vez mayor y por los ciclos de auge y caída de los mercados mundiales de mercancías básicas, la minería a gran escala destruye los bosques y contamina los suelos, el aire y el agua. Conflictos violentos, explotación sexual, criminalización y desplazamiento de comunidades de los bosques son ejemplos de impactos sociales inherentes a la industria minera.
Los corredores de mega-infraestructura priorizados en los ambiciosos programas de inversión que atraviesan el continente africano apuntan decididamente a facilitar la exportación de minerales y mercancías agrícolas y la importación de productos manufacturados.
El pueblo indígena Shawi hace nuevamente un llamado a la movilización en defensa de su territorio en pleno bosque tropical húmedo. Esta vez la amenaza llega con la principal minera de oro a nivel mundial: Barrick Gold Corporation
El paradigma extractivista representa una amenaza para la vida y el sustento de las comunidades en la región sur de África, en particular de mujeres y niñas; desde Mozambique, donde las mujeres deben hacer frente a la escasez de agua y la contaminación, hasta Zimbabue, donde la violencia militarizada y a menudo sexualizada asedia la vida cotidiana de las mujeres.
Van más de tres años de resistencia popular frente al megaproyecto Minas Conga, en la región andina de Cajamarca, Perú. A finales de 2012, las rondas campesinas se organizaron para vigilar las lagunas acampando sobre una de las montañas que las rodeaban. Una de las organizaciones que aglutina y organiza el accionar de las guardianas es la “Central de Rondas Femeninas de Bambamarca”. Así se constituyeron en lo que hoy se conoce como “los guardianes de las lagunas”, un movimiento esperanzador.