ONGs conservacionsitas
El modelo de conservación que promueven ONGs conservacionistas como WWF, Conservation International y The Nature Conservancy, excluye a las comunidades que han vivido en el territorio, a menudo desde mucho antes de que fuera declarado “área protegida”. Este concepto de parques sin gente ha llevado a que existan zonas de conservación cada vez más militarizadas y a que haya mayor violencia contra las comunidades dentro y alrededor de los bosques que han sido declarados áreas protegidas. Las ONGs conservacionistas se han asociado con empresas, incluso con las petroleras y mineras más grandes del mundo, transformándose en una industria de la conservación que ha servido oportunamente para maquillar de verde las imágenes de numerosas empresas.
Los indígenas Ngäbe-Buglé soportaron criminalización, masacre y brutal represión para defender su territorio. Lograron que el gobierno de Panamá prohibiera la minería y las hidroeléctricas en su comarca. Sin embargo, otra embestida llegó desde las ONGs conservacionistas.
El gobierno afirma que la agricultura a pequeña escala es la responsable de la deforestación. Pero esta afirmación ignora las políticas del gobierno en conducir cambios en el uso de la tierra y mercados destructivos así como la exclusión de los pueblos indígenas con la creación de reservas.