Australia: declaración conjunta contra programa de plantaciones de árboles en Tasmania

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Los residentes del municipio de Waratah-Wynyard, una comunidad y medio ambiente de Tasmania devastados por las plantaciones de árboles, han presentado una declaración conjunta a las autoridades nacionales, los medios, y organismos y personas interesados el 13 de enero de 2002.

La declaración conjunta cuestiona el plan del Gobierno federal denominado Plantations 2020 Vision (www.plantations2020.com.au) que promueve las plantaciones de árboles como "buenas" para las comunidades locales, las economías locales y el medio ambiente. Por el contrario, el grupo sostiene que se debe hacer una consulta pública sobre el plan Plantations 2020 Vision, su proceso y su contenido, porque esa visión distorsionada refleja sólo los intereses de las empresas plantadoras y no los del bosque, el medio ambiente y las comunidades, como lo pretende.

Muchos consejos locales no recibieron notificación adecuada del proceso de elaboración del plan. Otras comunidades locales en las regiones donde hay plantaciones no recibieron la posibilidad ni el plazo adecuado de hacer su aporte al proceso. También han surgido conflictos de intereses, dado que los ciudadanos con inversiones importantes en la industria de plantaciones de árboles fueron colocados en puestos gubernamentales clave. Esto ha dado como resultado la corrupción en los procesos de supervisión de las disposiciones del Código Australiano de Prácticas Forestales y otros Códigos de prácticas, al mismo tiempo que las quejas y declaraciones presentadas por las comunidades durante años han sido ignoradas por los organismos estatales y federales y también por los representantes políticos.

En cuanto a las supuestas ventajas económicas del proyecto, la comunidad denuncia que las autoridades nacionales y federales han ignorado estudios detallados que muestran los efectos económicos perjudiciales de las plantaciones de árboles que han sustituido las fincas familiares viables dedicadas a la producción de vegetales, lechería y pastoreo, produciendo un promedio de ingreso mucho más bajo por hectárea. En el proceso, millones de dólares de infraestructura agrícola se han destruido en forma permanente: casas de fincas familiares, lecherías, cercas, caminos, tuberías de irrigación, etc, fueron destruidos con motoniveladoras.

Los resultados en materia de generación de empleo de esta región de plantaciones de árboles son los más bajos del estado, al mismo tiempo que la supuesta creación de puestos de trabajo es apenas la sustitución de empleos por puestos de medio tiempo en general muy irregulares, mal pagados y peligrosos. En términos de la perspectiva económica, el grupo considera que la especie Eucalyptus nitens, que constituye la mayoría de este "desierto de estacas", contribuye al exceso de suministro de celulosa, poniendo en riesgo el futuro de la comunidad que de esta forma se verá expuesta a los efectos de un mercado mundial sumamente cambiante.

Las atractivas áreas de bosque nativo y valles agrícolas fértiles han sido reemplazadas por árboles tipo estaca y que han reducido la belleza del paisaje natural de Tasmania, afectando así al turismo.

A su vez, los procesos de contaminación asociados a las industrias de plantaciones de árboles no toman en cuenta el valor y el mantenimiento de la integridad de los procesos ecológicos como la polinización de cultivos por insectos, la filtración del agua por parte de las plantas, etc.

Otro peligro al que se enfrentan los residentes locales tiene que ver con el estallido de incendios, que puede aumentar en la medida que las plantaciones de monocultivo llegan a 25 metros de las viviendas y a 10 metros del límite de las fincas. La gente se siente encerrada por los cuatro puntos cardinales, sin salida clara en caso de incendio.

El cambio de la noche a la mañana de los modelos de propiedad de la tierra (de la finca familiar a la corporación multinacional) proporciona un marco de referencia social para un nuevo orden feudal. La declaración afirma que es solo un problema de tiempo hasta que las corporaciones comiencen a arrendar la tierra a los pobladores locales empobrecidos que ven negadas sus posibilidades de sustento por los negocios que estas entidades han sustituido y monopolizado. Más del 60% del municipio de Burnie es propiedad de una sola corporación multinacional y existen cifras similares para el municipio de Waratah-Wynyard.

Los vecinos reunidos en la declaración conjunta desean reclamar sus tierras públicas y asumir el desafío para el futuro de buscar una forma de reconquistar su democracia local. Pero por encima de todo, exigen la realización de una investigación en torno a la Plantation 2020 Vision y respecto de los organismos corruptos del gobierno y la industria, y de esta industria no reglamentada.

Artículo basado en información obtenida de: "Joint Submission by Residents of the Waratah-Wynyard Municipality (a tree plantation-devastated area) on the Australian Federal Government's Plantations 2020 Vision", enviado por Brenda Rosser.