Bolivia: proyecto de represas en Brasil amenaza la vida de comunidades amazónicas

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El 11 de setiembre de este año, el Instituto Brasilero del Medio Ambiente y Recursos Naturales y Renovables (IBAMA), que es la autoridad brasileña de Medio Ambiente, aprobó el Estudio de Impacto Ambiental para la construcción de dos represas en territorio brasileño, sobre el río Madera, el mayor afluente del Amazonas.

Este tema había concitado preocupación entre científicos bolivianos y brasileños, porque según surge de los datos del propio estudio, las represas harían disminuir la velocidad con la que corre el agua, provocando cambios en la misma y deterioro de su calidad, además de impactos en los ríos más pequeños que entran al Madera, aspecto que no fue tomado en cuenta para la Evaluación de Impacto Ambiental. La zona de inundación llegaría hasta Bolivia y con el tiempo el fondo del río subiría de nivel, agravando aún más el problema de las inundaciones.

Por otro lado, los cambios previstos afectarían las condiciones de vida de los pobladores de la amazonía boliviana, quienes obtienen la mayor parte de sus alimentos y sustento de los ríos y el bosque. Representantes de organizaciones e instituciones de la región norte amazónica expresan alarmados que: “estos cambios que se avecinan van a espantar a los peces y les van a traer enfermedades y muerte, y lo mismo a las aves y otros animales de los ríos y a los animales del bosque como también se afectará seriamente la recolección de la castaña y especies maderables”.

El bosque tropical que quedó en manos de Bolivia aún mantiene un buen estado de conservación. Aparte de la agricultura, caza y pesca, la población vive básicamente de actividades extractivas como la recolección de la castaña (Bertholletia excelsa), de la cual Bolivia es la mayor exportadora del mundo. La economía de la castaña requiere que el bosque se mantenga inalterado. En cambio la zona brasileña se destaca por una gran destrucción del medio ambiente, con la sustitución del bosque por pasturas para la ganadería y el desplazamiento, muchas veces forzoso, de comunidades que fueron a engrosar las favelas de las mega-ciudades brasileñas. El desarrollo fue para ellos pasar a ser pobres de la ciudad y para los indígenas de la región supuso en muchos casos su exterminio físico.

Los habitantes del área rural de la región amazónica cultivan en los bañados que dejan los ríos cuando pasa la época de lluvias. Las represas propuestas inundarían esas zonas de manera permanente, eliminando así la base agrícola de numerosas comunidades. Por otra parte, esa inundación permanente contaminaría las aguas que utilizan para beber, trayendo mayores problemas de malaria, dengue, leishmaniasis (una enfermedad parasitaria infecciosa que afecta la piel) diarrea infantil y otras posibles enfermedades, como ya ha ocurrido en Brasil con la construcción de otras represas.

La construcción de hidroeléctricas suele ir acompañada de la promesa de energía barata, pero como en otros casos, el costo astronómico de la represa y las instalaciones podría convertir el mito de la energía barata de los ríos en la triste realidad de altos costos y mayor endeudamiento externo para los países implicados.

Las dos represas y su línea de transmisión son en realidad parte de un proyecto más grande que incluye otras dos represas más; una en aguas compartidas entre Brasil y Bolivia, otra en el interior de la última; y una hidrovía de 4000 km de largo que obligará a hacer grandes cambios en el sistema de ríos de la región para convertirlos en canales.

Ante la grave amenaza en la que se encuentra la región amazónica, representantes de organizaciones e instituciones de la región norte amazónica --concejales municipales, universitarios, representantes de comunidades, de asociaciones de pescadores, de organizaciones indígenas, de maestros rurales, CARITAS, IPHAE, Foro Regional Norte Amazónico, FOBOMADE, entre otros --, reunidos en la ciudad de Riberalta, Bolivia, el 12 de octubre de 2006 resolvieron:

“Pedir al Gobierno Nacional, con carácter de suma urgencia, que intervenga inmediatamente ante el gobierno del Brasil y ante los organismos internacionales, como las Naciones Unidas, en defensa de nuestro territorio, de nuestros ríos, la flora y la fauna, el medio ambiente y de nuestra forma de vida; asimismo pedimos que se reconozca y se tome en cuenta nuestro derecho a ser oportunamente informados de los trámites y resultados de estas gestiones.

Advertir al gobierno brasilero que defenderemos nuestro territorio en todas las instancias internacionales, mostrando al mundo cómo se proyectan obras pasando por encima de las poblaciones que habitan la Amazonía y del medio ambiente.

Convocar a los hermanos brasileros preocupados y a ser afectados por las obras, a unirnos en una protesta mundial junto a todos los pueblos y naciones del mundo por la defensa de nuestro territorio amazónico.”

Artículo basado en información obtenida de: “Pronunciamiento de la región amazónica de Bolivia en torno a las represas proyectadas sobre el Río Madera”, 12 de octubre de 2006, enviada por Foro Boliviano sobre Medio Ambiente y Desarrollo (FOBOMADE), correo electrónico: comunicación@fobomade.org.bo, http://www.fobomade.org.bo; “Destrucción de la Amazonía: Brasil aprueba EIA de represas que inundarán territorio boliviano”, Pablo Villegas, FOBOMADE, http://www.fobomade.org.bo/foro/doc/brasil_madera_bolivia.pdf