GenderCC exhorta a que realmente se detenga la deforestación en lugar de promover la compensación de carbono

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Las negociaciones sobre el Clima que tuvieron lugar en Bonn en junio de 2009 fueron el escenario de un nuevo empuje para incluir la preservación de los bosques en las negociaciones sobre el cambio climático.

Por un lado, hay propuestas controvertidas que apoyan con entusiasmo el pago de incentivos económicos para proteger los bosques. Por otro lado, argumentos sólidos alertan sobre el peligro de establecer mecanismos basados en el mercado que podrían permitir que todo continúe incambiado, en lugar de detener realmente la deforestación, una importante causa de las emisiones de carbono.

GenderCC, la red global de mujeres y activistas en torno a temas de género, ha estado muy involucrada en el proceso de las negociaciones de las Naciones Unidas sobre el cambio climático (UNFCCC). En Bonn, el grupo lanzó una declaración donde subraya que el apoyo de las negociaciones sobre el cambio climático de las Naciones Unidas a “la protección y restauración de los bosques y de los ecosistemas que los sostienen” debería abarcar varias dimensiones, incluida la de los derechos humanos.

Esto significa que cualquier medida relativa a la protección de los bosques debe respetar y fortalecer “todos los derechos de las comunidades indígenas y habitantes de los bosques quienes hasta ahora los han conservado, con especial apoyo a los sistemas de conocimiento y derechos tradicionales de las mujeres”. Los custodios tradicionales deben figurar “en el centro de la toma de decisiones y la planificación, desde la base hasta los niveles más altos”.

Consecuente con las normas sobre los derechos humanos está también la necesidad de preservar y restaurar los bosques por “el valor de su biodiversidad y por ser el medio de subsistencia de sus pobladores y de quienes dependen de ellos”, dado que los bosques son el hogar y el medio de vida de unos 300 millones de personas del mundo entero.

Existe el peligro de que las propuestas y los proyectos para reducir las emisiones derivadas de la deforestación y la degradación (RED/D, por su sigla en inglés) se transformen en mecanismos basados en el mercado que permitan compensar las emisiones de carbono: “Algunos de los mecanismos REDD propuestos y la iniciativa biochar relacionada permitirían la permanencia de economías y tecnologías de alta intensidad de carbono al darles la posibilidad de compensar sus emisiones. El ‘ahorro’ proyectado por REDD favorecería la existencia y la expansión de dichas economías, que podrían incluso compensar sus emisiones realizando plantaciones industriales de árboles. Esto no es aceptable”, declaró GenderCC, que también advirtió que “Las plantaciones se disfrazan de bosques en los mecanismos REDD y otros ‘mecanismos de desarrollo limpio’ (MDL), acceden a las protecciones legales de los bosques y ya están generando violaciones masivas de los derechos humanos y daños a los ecosistemas, incluso agravando el cambio climático.”

La declaración del grupo puso en evidencia el peligro que implicaría “la transferencia de grandes sumas de dinero a través de los mecanismos REDD” al provocar cambios rápidos en los modelos culturales, de consumo y producción de las sociedades tradicionales. En una economía monetaria “las mujeres serían las más excluidas, perderían sus derechos ancestrales como mujeres indígenas, sus medios de vida se verían comprometidos y se alterarían sus sistemas de conocimiento”. Como sostiene enérgicamente GenderCC: “El asunto es reducir las emisiones”. Las compensaciones y los mecanismos de comercio de carbono no serían más que una forma de esquivar el problema.

(La declaración completa está disponible en http://www.gendercc.net/policy/conferences/road-to-copenhagen.html.)