Indonesia: destrucción de bosques por empresa de celulosa y papel APRIL

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Amigos de la Tierra-Reino Unido acaba de publicar un informe detallado (en inglés) sobre la destrucción de bosques en Indonesia, centrado en el deterioro ambiental y los impactos sociales generados por la empresa Asia Pacific Resources International Holding Ltd., conocida como APRIL, una de las mayores compañías de celulosa y papel del mundo.

La empresa APRIL, propiedad del magnate Sukanto Tanoto, está registrada en Singapur y forma parte del grupo indonesio Raja Garuda Mas. La principal subsidiaria papelera de APRIL es Riau Andalan Pulp & Paper (RAPP), ubicada en la Provincia Riau, en la isla indonesia de Sumatra. RAPP comenzó sus operaciones en 1995 y posee ahora una fábrica de celulosa con capacidad de 2 millones de toneladas por año, lo que la convierte en la mayor fábrica de celulosa del mundo.

En funcionamiento desde 1995, la mayor parte de la fibra destinada a la fábrica RAPP de APRIL ha provenido de madera tropical, obtenida a partir de la tala de bosques. En el año 2000, el 100% de la fibra de APRIL provino de la tala de bosques tropicales. En 2001, el 80% de su fibra todavía tenía como origen la tala de ese mismo tipo de bosque. Amigos de la Tierra estima que a fines de 2001 las actividades de APRIL ya habían provocado la destrucción de 220.000 hectáreas de bosques húmedos. APRIL admite que continuará dependiendo de la talarasa de bosques hasta el 2008, momento en el que estima que sus plantaciones podrán abastecer los requerimientos de su capacidad de producción de celulosa. Los analistas industriales cuestionan enérgicamente los argumentos de APRIL con relación a sus índices de plantación de árboles de acacia y hay quienes consideran que es posible que APRIL continúe deforestando bosques húmedos hasta mucho después de 2008. Según las estimaciones de la propia compañía, en los próximos seis años tendrá que talar 147.000 hectáreas más de bosques húmedos.

Los sitios donde APRIL realiza sus actividades de tala son el hábitat natural de numerosas especies en peligro de extinción, entre ellas el tapir (Tapirus indicus), la subespecie elefante de Sumatra (Elephans maximus) y el tigre de Sumatra (Panthera tigris sumatrae). Pero aún cuando todo el consumo de madera proviniera de plantaciones, eso significaría la conversión de los bosques húmedos en plantaciones de árboles, provocando inevitablemente la reducción de la zona disponible para esas especies con lo que seguramente aumentarían las probabilidades de su extinción.

Como agravante, un estudio de los auditores independientes de SGS, encargado por APRIL en 1998, descubrió que más de 40.000 hectáreas de la superficie otorgada en concesión a APRIL han sido reclamadas por las comunidades locales. La zona en la que se ha construido la fábrica RAPP es territorio reclamado por pueblos indígenas de las aldeas de Delik, Sering y Kerinci. Como resultado de esta disputa, el representante legal de las mencionadas aldeas fue encarcelado durante tres años. En otro caso de disputa territorial en la aldea Lubuk Jami, se informó que un miembro de la comunidad fue muerto acuchillado durante una protesta realizada en 1998.

El informe también destaca el papel de los mayoristas del Norte que compran papel a APRIL, así como de la gigante papelera finlandesa UPM Kymmene, la mayor compradora de celulosa de APRIL para su fábrica de papel en Changshu, China. De acuerdo con el informe "APRIL no podría llevar a cabo sus actividades destructivas sin ese apoyo de mercado. Estas empresas deben por consiguiente asumir su responsabilidad por apoyar el daño catastrófico ocurrido en años recientes a los bosques de Indonesia".

Las instituciones financieras de dentro y fuera de Indonesia (Reino Unido, Holanda, Suiza, Francia, Estados Unidos, Finlandia, Japón) también son responsables de la introducción masiva de inversiones de capital (del orden de los US$ 12.000 a 15.000 millones), que contribuyeron al crecimiento exponencial de la industria de celulosa y papel de Indonesia.

APRIL enfrenta ahora una grave crisis financiera. Esté renegociando el pago de su deuda de US$ 1.900 millones, a la vez que enfrenta la posible escasez de materia prima en el futuro. La industria mundial de celulosa y papel sufre los efectos de la caída de precios y las instituciones financieras enfrentan la probabilidad de sufrir grandes pérdidas. Pero sin duda los más perjudicados son los pueblos indígenas de Indonesia, quienes están perdiendo sus hogares y formas de vida y sustento. ¿Quién pagará esta deuda?

Artículo basado en información obtenida de: "Paper tiger, hidden dragons 2: APRIL fools", por Ed Matthew y Jan Willem van Gelder, Amigos de la Tierra-Reino Unido, febrero de 2002.