Intercambio de experiencias de lucha contra las plantaciones industriales de árboles entre comunidades de Brasil y Mozambique

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Los intercambios entre quienes luchan por la defensa de sus territorios son cruciales para ayudar a conectar y fortalecer las resistencias así como el aprendizaje mutuo de experiencias, conocimientos y luchas entre comunidades diversas. Estos espacios ponen al centro las voces de quienes se han organizado, movilizado y puesto sus propios cuerpos y comunidades al frente de la defensa de la vida.

Estos momentos de encuentro entre miembros de comunidades en Brasil y Mozambique son además relevantes al vincular luchas e historias de comunidades negras, que resisten además las múltiples opresiones impuestas por empresas de plantaciones de árboles. Estos intercambios que refuerzan los lazos de solidaridad ya se vienen realizando por más de cinco años a través de conexiones virtuales, visitas presenciales e intercambios diversos.

“Una de las cosas que destaco como muy importante para un movimiento de resistencia es la unión y la movilización entre los pueblos y comunidades impactadas, (…) así como la relación del territorio con la cultura local y los medios de producción”, fue el mensaje que dio Ronaldo del estado de Minas Gerais, al norte de Brasil, en unas video-cartas que se mandaron a comunidades en Mozambique en 2019. Francisca María, del estado de Maranhão, alerta además en su mensaje a las compañeras y los compañeros de Mozambique a “nunca aceptar las propuestas engañosas por parte de la empresa” y a concentrarse en la unión de la lucha. por las empresas de plantaciones hacer un movimiento de resistencial D las opresiones impuestas por las empresas de plantaciones

En 2021, un encuentro entre comunidades en Brasil, Mozambique y Tanzania que confrontan los impactos de las plantaciones industriales de árboles terminó con una declaración que afirma, entre otros, que: “…toda esta situación está causando mucho sufrimiento, mucha hambre en las comunidades, afectando especialmente a las mujeres. El gobierno ha abierto la puerta a empresas e inversores y se la ha cerrado a la gente. Lo que está ocurriendo es una nueva forma de colonialismo en la que la empresa es el nuevo colonizador de las tierras en las que las comunidades han vivido durante generaciones (...) Creemos que juntos seremos más fuertes para resistir a los monocultivos y a todo tipo de usurpación de nuestras tierras.”

En setiembre de 2023 se organizó un nuevo encuentro en el marco del Día Internacional de Lucha contra los Monocultivos de Árboles. La actividad permitió darle continuidad al proceso de intercambios y contribuyó a fortalecer una vez más la solidaridad entre comunidades quilombola (1) en Brasil luchando contra las plantaciones de la empresa Suzano Papel e Celulose, y comunidades en Mozambique luchando contra las plantaciones de las empresas Green Resources y Portucel Moçambique (The Navigator Company). Esto quedó registrado en la declaración que surgió de este encuentro:

Encuentro virtual Brasil y Mozambique: la resistencia contra los monocultivos de eucalipto y la celebración de la defensa de los territorios

En el marco de la semana del Día Internacional de Lucha contra los Monocultivos de Árboles, que se celebra el 21 de septiembre, las comunidades afectadas por las grandes plantaciones de eucalipto de Brasil y Mozambique realizamos un intercambio virtual para celebrar la resistencia que nos une en la lucha por nuestros territorios, nuestras vidas y contra los desiertos verdes de eucalipto. Asistieron al encuentro virtual las comunidades y organizaciones que forman parte de la Red Alerta contra el Desierto Verde, reunidas en un encuentro celebrado en el estado de Espírito Santo, Brasil, y las comunidades y organizaciones hermanas en Mozambique que, en ese mismo momento, se reunían en las provincias de Nampula y Zambézia. Hablamos de la violencia del modelo destructivo de las empresas de plantaciones y papeleras en nuestras localidades, e intercambiamos nuestras experiencias de resistencia colectiva, comprobando que estamos mucho más cerca que la distancia física que nos separa.

En Brasil, en la región de Sapê do Norte, en el estado de Espírito Santo, y en el sur de Bahía, luchamos desde hace más de 50 años contra los grandes monocultivos de eucalipto establecidos durante el régimen militar en el marco de la revolución verde, inicialmente por la empresa Aracruz Celulose, hoy Suzano Papel e Celulose. En Mozambique, en las provincias de Nampula y Zambézia, las empresas Green Resources y Portucel Moçambique (The Navigator Company) establecieron sus monocultivos hace más de 10 años. A pesar de las diferentes empresas, regiones y períodos, constatamos y denunciamos que los impactos y violaciones que sufrimos en nuestras comunidades son muy similares: la destrucción del bosque nativo; la desaparición y contaminación de los cursos de agua; la apropiación de los territorios comunitarios; las falsas promesas de las empresas, la criminalización y persecución y las amenazas.

Las mujeres somos aún más afectadas. Además de ver afectado nuestro trabajo diario, se intensifica la violencia física y psicológica hacia nosotras por parte de los hombres, tanto los que están al servicio de las empresas como en el interior de nuestras comunidades, donde cada vez disponemos de menos tierra, agua y recursos accesibles para la subsistencia de nuestras hijas e hijos.

También compartimos un mismo pasado y un presente afro. En Brasil, nuestras comunidades quilombolas se sienten orgullosas de su ascendencia africana y de su herencia de resistencia contra las empresas dirigidas por los blancos, que afectaron y siguen afectando nuestras vidas. En Mozambique, la lucha por la independencia se libró para liberar la tierra y el pueblo, y ahora luchamos por mantener nuestros territorios. Como decía Samora Machel, “nuestro enemigo no es el hombre blanco, ni el hombre negro, sino todo aquel que hace daño, que destruye el bien del pueblo”.

En la clausura del encuentro, teníamos sentimientos encontrados de indignación por las injusticias que sufren nuestras comunidades, así como de entusiasmo al darnos cuenta de que no estamos solos en esta lucha. Con este espíritu de solidaridad y resistencia ya hemos empezado a recuperar los territorios que nos fueron usurpados en Brasil. Y en Mozambique no esperaremos 50 años para recuperar nuestros territorios, aquellos que habitamos mucho antes de la llegada de las empresas y los eucaliptos.

¡Abajo los árboles del desierto verde!

Estamos juntos en esta gran recuperación global de nuestros territorios, ¡hacia la justicia y la reparación!


En Mozambique:
Comunidad de Napai II – Provincia de Nampula
Comunidad de Namacuco - Provincia de Nampula
Comunidad de Meparara - Provincia de Nampula
Comunidad de Messa - Provincia de Nampula
Comunidad de Intatapila - Provincia de Nampula
Misión Tabita - Provincia de Zambézia
Justicia Ambiental - ¡JA!

En Brasil:

Red Alerta Contra el Desierto Verde
Comisión Quilombola de Sapê do Norte, Espírito Santo
Comunidad Quilombola de Angelim DISA
Comunidad Quilombola de Angelim I
Comunidad Quilombola do Chiado
Comunidad Quilombola de São Domingos
MST – Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra, Espírito Santo
CDDH/Serra - Centro de Defensa de los Derechos Humanos de Serra, Espírito Santo
MNDH - Movimiento Nacional por los Derechos Humanos
FACA - Federación Anarquista Capixaba
FASE - Federación de Organizaciones de Asistencia Social y Educación, Espírito Santo
WRM – Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales

(1) Las comunidades quilombolas están formadas por descendientes de personas africanas que fueron sometidas a la esclavitud en el Brasil colonial e imperial y lograron escapar.