La Confederación de Industrias Papeleras Europeas y su “País de las maravillas”

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“Cuando yo utilizo una palabra significa lo que yo quiero que signifique..., ni más ni menos” dijo Humpty Dumpty a Alicia. Bienvenidos al “País  de las maravillas”, no el de Lewis Carroll sino el de la Confederación de Industrias Papeleras Europeas (CEPI). Esta organización representa a 800 empresas de papel y celulosa de 18 países europeos, que producen más de un cuarto de la producción mundial de papel. CEPI es, según sus propias palabras, “la voz y la cara pública de la industria del papel y la celulosa en Europa y representa sus intereses ante las instituciones europeas.” Con sede en Bruselas, la CEPI presiona a nivel de la Unión Europea apuntando a que se cree una legislación favorable a la industria.

En el País de las Maravillas de CEPI las plantaciones son bosques, los monocultivos mejoran la biodiversidad y la explotación forestal es buena para los bosques.

En mayo de 2008, CEPI llevó a cabo un evento paralelo durante la reunión del Convenio sobre la Diversidad Biológica celebrado en Bonn. Bajo el título “¡Protección de la biodiversidad, no sólo palabras sobre papel sino la realidad de las mejores prácticas de la industria papelera!”, el evento prometió mostrar “cómo, a través de mejores prácticas, la industria europea del papel y la celulosa apoya la protección de la biodiversidad.”

Obviamente, las presentaciones tuvieron poco que ver con la protección de la diversidad biológica. La primera estuvo a cargo de Hans Verkerk, del Instituto Forestal Europeo (EFI). Verkerk observó cuánta madera podría extraerse de los 29,2 millones de hectáreas de bosques protegidos de Europa si no hubiera restricciones para la explotación forestal. Su presentación se basó en un estudio de EFI del cual es coautor. El estudio reveló que la protección de los bosques de Europa impidió que la industria pudiera “disponer” de 68 millones de metros cúbicos de madera. “La protección de los bosques tiene una incidencia evidente sobre la disponibilidad de madera,” señaló Verkerk. A la inversa, si el bosque estuviera menos protegido la industria dispondría de mucha más madera. Convenientemente, dado que su estudio fue financiado por CEPI, Verkerk no mencionó cuál sería en este caso el impacto sobre la diversidad biológica de los bosques.

A continuación, Paula Guimaraes, del Grupo Portucel Soporcel, hizo su presentación sobre “Forestación intensiva”. Explicó que su compañía crea un mosaico a nivel del paisaje. Ilustró su explicación con una diapositiva de un paisaje desaliñado donde alternaban desmontes y monocultivos. Nos dijo que los eucaliptos no dañan los suelos ni afectan las reservas de agua. Esto puede ser cierto en el “País de las maravillas”, pero poco tiene que ver con la realidad que enfrentan los agricultores que habitan en las cercanías de las plantaciones de eucalipto de la industria de la celulosa.

Wolfgang Schopfhauser, de Papierholz Austria, nos habló de la tala de los bosques montañosos de Austria para producir bioenergía, sobre todo para la industria del papel y la celulosa. “Hay una gran cantidad de biomasa disponible en forma de madera en pie,” dijo Schopfhauser, refiriéndose presumiblemente a los árboles que crecen en las montañas austríacas.

Una forma de reducir el impacto de la industria de la celulosa sobre los bosques del mundo es reducir el consumo (y por lo tanto la producción) de papel. A esto apunta la campaña “Shrink” (ver otros artículos en este número del boletín del WRM). CEPI respondió al lanzamiento de la campaña Shrink declarando que la industria del papel y la celulosa es “un ejemplo único de cómo una industria puede evitar producir desperdicios y reciclar en todas las etapas.” Obviamente, todo ese material de empaque innecesario, el correo basura, todas esas guías telefónicas que ya nadie utiliza y las montañas de papel de las oficinas y la publicidad, no existen en el “País de las maravillas” de CEPI.

Como respuesta de CEPI, Teresa Presas, su Directora General, dice que: “Al atacar a la industria papelera, estas ONG promueven el uso de otros materiales que no tienen las mismas credenciales ambientales”. Pero la campaña Shrink no está promoviendo ningún otro material. Está abogando por disminuir el uso de papel en el Norte, no por reemplazarlo por otra cosa.

Presas sostiene que las ONG están “contribuyendo a que la producción de papel se traslade a otras partes del mundo donde las normas ambientales no son motivo de gran preocupación.” Parece haber olvidado que la industria del papel y la celulosa se está expandiendo en el Sur desde hace muchos años. Stora Enso es miembro de CEPI. En 2005, un funcionario de Stora Enso dijo al Financial Times: “Si no fuera por los sindicatos de nuestro país, trasladaríamos toda nuestra capacidad productiva a países como Brasil”. El año pasado, la empresa vendió sus operaciones norteamericanas a una empresa de capital privado llamada NewPage, que ahora está cerrando fábricas lo más rápido posible. Stora Enso está cerrando dos plantas en Finlandia. Mientras tanto, la empresa expande sus operaciones en Brasil, Uruguay, China y Laos. En marzo de 2008, 900 mujeres de Vía Campesina ocuparon un área de las plantaciones de eucaliptos de Stora Enso en Brasil, en protesta contra la expansión del desierto verde. La campaña Shrink apunta a apoyar ésta y muchas otras luchas contra las plantaciones industriales de árboles en el Sur.

Presas sostiene que la campaña Shrink será “responsable por la pérdida de miles de empleos en Europa, en particular en zonas rurales.” Pero, de acuerdo con los propios datos de CEPI, la industria del papel y la celulosa ya es responsable de la pérdida de miles de empleos en Europa. En 1991, los países miembros de CEPI emplearon a 389.300 personas en el sector del papel y la celulosa. Para el 2006, este número se redujo en aproximadamente un tercio, llegando a 259.100 personas. Durante el mismo período, la producción de papel y celulosa en Europa aumentó.

Luego de hablar con Humpty Dumpty por un rato, Alicia se alejó tranquilamente. Cuando Humpty Dumpty se cayó del muro, como era inevitable que sucediera, “sacudió con su estrépito a todo el bosque.”

Por Chris Lang, http://chrislang.org