La reciente Cumbre de la ONU sobre Usurpación de Tierras

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La Cumbre de la ONU sobre Usurpación de Tierras, celebrada en Glasgow, dejó en claro una vez más que estos espacios nunca promoverán las existentes soluciones a la crisis climática. Su agenda está pre-establecida por quienes están al poder en busca de más ganancias. Frente a este nuevo ‘paquete climático’, movilicémonos en solidaridad con las comunidades y grupos que resisten los verdaderos causantes del caos climático.

Los líderes mundiales han venido discutiendo y negociando por 26 años las llamadas políticas climáticas, que claramente han empeorado la inestabilidad climática. La realidad a lo largo de estos años de creciente deforestación y emisiones de gases de efecto invernadero, muestra que el común denominador de la mayoría de estas políticas climáticas internacionales ha sido garantizar que los combustibles fósiles continúen alimentando un modelo económico que beneficia a los ricos y poderosos. Un modelo económico que se nutre de la acumulación de tierras, mano de obra y recursos. Y año tras año se hace más evidente además que estas Cumbres poco tienen que ver con el clima. Se deberían llamar Cumbres de la ONU para Oportunistas o Cumbres de la ONU sobre Usurpación de Tierras.

Este año no fue diferente. La industria de los combustibles fósiles, junto a sus aliados comerciales y políticos y a las instituciones financieras, en su mayoría del Norte global, lograron que las llamadas ‘soluciones basadas en la naturaleza’ y las ‘cero emisiones netas’ fueran incluidas en los borradores de la Declaración final de la Cumbre (1).

Antes de desentrañar algunas de las amenazas que estos conceptos representan para las poblaciones campesinas y las comunidades que dependen de los bosques, es fundamental subrayar que al menos 503 actores de la industria de los combustibles fósiles accedieron e influyeron en la última Cumbre de la ONU sobre Usurpación de Tierras, celebrada en Glasgow. El análisis de varias ONG reveló que si el lobby de los combustibles fósiles fuera la delegación de un país, sería la más grande. Y su análisis no consideró otras industrias contaminantes como la agroindustria, las finanzas o el transporte. (2) Sin lugar a dudas, una Cumbre para Oportunistas.

Un acuerdo climático para más compensaciones, plantaciones de árboles y usurpación de tierras

La inclusión de términos seductores como ‘soluciones basadas en la naturaleza’ y ‘cero  emisiones netas’ ocultan lo que en realidad son puertas abiertas para que los gobiernos y las empresas sigan contaminando, basándose en la fantasía de equilibrar sus emisiones con compensaciones y arreglos tecnológicos.

Esas puertas abiertas propiciarán aún más la usurpación de tierras y bosques como compensación de carbono. Los territorios de los Pueblos Indígenas y de las comunidades tradicionales, campesinas y que dependen de los bosques serán acaparados para servir como depósitos de carbono de las empresas, en línea con sus alegatos de ‘cero emisiones netas’ y ‘soluciones basadas en la naturaleza’.

El término ‘cero emisiones netas’ básicamente permite que gobiernos y empresas no reduzcan las emisiones y, por lo tanto, trasladen la obligación a las generaciones futuras. Sin embargo, esta idea no es nueva. Ha aparecido a lo largo de la historia de estas Cumbres con diferente terminología, tales como el Mecanismo de Desarrollo Limpio o REDD+. Las compañías petroleras, los grandes minoristas, las empresas del agronegocio y las aerolíneas ya ofrecen productos y servicios supuestamente ‘carbono neutros’ que han causado o pueden causar ‘cero emisiones netas’. Así, cualquiera podría tener ‘cero emisiones netas’, mientras que la quema de combustibles fósiles continúa. En consecuencia, el término no tiene ningún sentido como política climática. Quienes se benefician de estas terminologías son los oportunistas que quieren limpiar su imagen y mantener vivo su destructivo modelo de negocio. El propósito común de estos términos y políticas es retrasar el fin de la quema de combustibles fósiles y transferir el problema a alguien más para que se resuelva en la tierra de alguien otro. ‘Cero emisiones netas’ y ‘soluciones basadas en la naturaleza’ no son más que la continuidad de este proceso catastrófico.

El WRM publicó un boletín a principios de este año alertando sobre lo que preferimos llamar de: ‘despojos basados en la naturaleza’. Desde promover plantaciones industriales de árboles hasta clausurar más bosques como áreas de conservación sin gente, estas llamadas políticas climáticas aumentan gravemente la amenaza de usurpación de tierras y violencia para las comunidades que viven dentro y alrededor de estas zonas. En la Cumbre de la ONU sobre Usurpación de Tierras de 2020, grandes contaminadores como Shell, Total y BP, junto con grandes grupos conservacionistas como Conservación Internacional, lanzaron una iniciativa para promover esta usurpación de tierras. Este año, el término ‘soluciones basadas en la naturaleza’ ya fue incluido en los borradores del acuerdo final de la Cumbre de la ONU.

Para colmo, estas promesas y compromisos, ya de por sí vacíos, son solo voluntarios y no existen instrumentos jurídicamente vinculantes ni consecuencias legales por no cumplirlos.

Más dinero prometido para ‘salvar los bosques’ ... ¿o para privatizarlos?

Durante la Cumbre de la ONU para la Usurpación de Tierras, celebrada en noviembre de 2021, más de 100 gobiernos firmaron la Declaración de Glasgow sobre Bosques y Uso de la Tierra. (3) Aunque fue anunciada como un nuevo compromiso internacional para salvar los bosques, estos compromisos no tienen nada de nuevo. La Declaración de Nueva York de 2014 ya había prometido reducir la deforestación en un 50% para 2020 y ponerle fin para 2030. Desde entonces, la deforestación ha seguido en aumento. Y, por supuesto, está REDD+. Introducido en 2005 y para el cual se han adoptado numerosas decisiones en las Cumbres de la ONU para la Usurpación de Tierras, se han gastado millones de dólares para que los países estén ‘listos para REDD’. Pero REDD+ también ha fracasado rotundamente en resolver la deforestación. Peor aún, en gran medida se usa como un mecanismo de compensación, lo que significa que incluso si se redujeran las emisiones derivadas de la deforestación, cualquier reducción se anularía con las emisiones de la incesante quema de combustibles fósiles. (4)

Además, 12 países del norte se han comprometido a brindar 12.000 millones de dólares de financiación climática desde 2021 a 2025 a un nuevo Compromiso Global de Financiamiento sobre Bosques. El anuncio declara que utilizarán fondos públicos para el clima “para aprovechar fondos vitales de fuentes privadas para generar cambios a gran escala”. (5) Además, 12 países del norte (incluida la Unión Europea) y el fondo Bezos Earth Fund (del propietario de la gigante empresa Amazon) prometieron 1,5 millones de dólares para proteger los bosques de la cuenca del Congo. Este último compromiso establece que “tienen la intención de incrementarlo en los años siguientes, buscando un mayor financiamiento e inversión de una amplia variedad de fuentes públicas y privadas, a la vez que irían mejorando la coordinación, la eficacia y la accesibilidad”. (6)

¿Cuáles son los intereses detrás de estas promesas? ¿Qué esperan estos ‘donantes’ a cambio? Los millones de dólares movilizados sirven en gran medida como inversiones con las cuales los donantes (o mejor dicho, los inversionistas) esperan no solo cumplir sus objetivos de emisiones ‘netas cero’ sino también obtener importantes ganancias. Estas promesas de financiación intentan hacernos creer que poner más dinero en los bosques podría detener la deforestación. Sin embargo, más dinero significa más intereses y más imposición de las agendas de los gobiernos y las empresas en los territorios de los pueblos de los bosques. Esto, a su vez, significa mayor acaparamiento de tierras y violencia. Ya hemos visto cómo más ‘financiamiento climático’ puede significar fácilmente la expansión de plantaciones de monocultivos de árboles (que según las normas de la ONU se cuentan como ‘bosques’), áreas de conservación sin gente, energías renovables que incluyen a la biomasa (energía a partir de pellets de madera), arreglos tecnológicos y otros mecanismos que tan solo dañan a las comunidades de los bosques y sus espacios de vida.

Las Cumbres de la ONU sobre Usurpación de Tierras nunca promoverán las soluciones existentes para abordar la crisis climática. Su agenda está fijada de antemano por quienes están en el poder y por quienes buscan obtener más ganancias.

A la luz de este nuevo ‘paquete climático’ repleto de más amenazas de usurpación de tierras, movilicemos y organicemos nuestras energías y activismo manteniéndonos activamente en solidaridad con las comunidades y los grupos que resisten a los verdaderos responsables del caos climático.

Secretariado internacional del WRM

Firme la declaración “¡NO a las Soluciones Basadas en la Naturaleza!”
Permanece abierta para firmar hasta fines de 2021.

(1) UNFCCC, Draft COP decision proposed by the President, Noviembre 2021
(2) Corporate Europe Observatory, Hundreds of fossil fuel lobbyists flooding COP26 climate talks, Noviembre 2021
(3) UN Climate Change Conference, Glasgow Leaders’ Declaration on Forests and Land Use, Noviembre 2021
(4) REDD-Monitor, The Glasgow Declaration on Forests is far from “unprecedented”. It’s just another in a long line of meaningless UN declarations, Noviembre 2021
(5) UN Climate Change Conference, The Global Forest Finance Pledge, Noviembre 2021
(6) UN Climate Change Conference, COP26 Congo Basin Joint Donor Statement, Noviembre 2021