Llamamiento desde la literatura y el periodismo por un papel social y ambientalmente limpio

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El papel es un material maravilloso, que a lo largo de siglos ha servido para el intercambio fecundo de ideas entre seres humanos. Para nosotras y nosotros, que lo utilizamos como vehículo esencial para compartir lo que pensamos, imaginamos, soñamos, sabemos o creemos saber, el papel resulta una herramienta maravillosa que queremos poder seguir utilizando … pero no a expensas de la gente y del medio ambiente.

Como personas que vivimos en esta realidad, somos concientes de las graves injusticias y desigualdades –sociales y ambientales- resultantes de la producción y consumo mundial de papel.

A la destrucción de bosques para producir papel se ha sumado la sustitución de bosques y praderas por extensos monocultivos de árboles que destruyen comunidades,  agua, suelo y la vida toda. Tanto la destrucción de bosques como la instalación de monocultivos acarrean enormes perjuicios para los pobladores locales, quienes ven sus derechos violentados, su ambiente destruido y sus modos de vida irremediablemente afectados.

El ciclo destructivo se continúa con la producción de celulosa, donde cada vez menos y más grandes empresas se adueñan de la tierra donde plantan los árboles, del agua que sus árboles y fábricas consumen y contaminan gratuitamente, del poder político que adquieren a través de sus inversiones multimillonarias y del ambiente que destruyen en las regiones donde se instalan.

A la destrucción se suman las inequidades. Los enormes volúmenes de papel producidos a partir de esa celulosa alimentan un “mercado mundial”, centrado en el consumo de los ricos y poderosos. Las cifras promedio (que esconden enormes desigualdades a nivel nacional), muestran que el consumo per cápita es diez o más veces mayor en los países del norte que en los del sur.

A las inequidades se agrega el consumo excesivo. Solo a modo de ejemplo, basta ver las montañas de papel y cartón que crecen noche a noche en las calles de Nueva York para concluir que la mayor parte de la producción de celulosa no termina en libros, periódicos o revistas, sino simplemente en basura. En términos generales, al menos la mitad de la celulosa producida se destina a la producción de papel y cartón para envoltura y empaque, en su mayor parte totalmente innecesario.

Nada queremos tener que ver con papel producido de esa forma. No queremos ser cómplices de la destrucción social y ambiental que ello implica. No confiamos en esquemas de certificación que han dado su sello de “sustentabilidad” a esos mismos monocultivos cuyos impactos bien conocemos.

Sin embargo, esa misma industria destructiva pretende utilizarnos como excusa para justificar sus ansias de ganancias, esgrimiendo el argumento de la necesidad social de libros, cuadernos o periódicos, para esconder el consumo excesivo de papel-basura que hace parte esencial de su producción.

Esta situación ha llegado ya a límites intolerables y su solución no puede dejarse en manos de un mercado dominado por unas pocas transnacionales. Lo que se requiere son políticas que desalienten el consumo innecesario, que promuevan un uso racional y socialmente útil del papel, que aseguren un uso equitativo del papel entre países y dentro de países, que faciliten el desarrollo de modelos diversificados y de menor escala para la producción de celulosa, que respeten tanto a la gente como al medio ambiente.

Lo anterior es perfectamente viable y no existen limitantes técnicas de tipo alguno para hacerlo realidad. El único y verdadero escollo son los intereses económicos de grandes empresas, cuyo objetivo es el de seguir aumentando sus ganancias, imponiendo un consumo siempre creciente e ilimitado de papel. Es hora de decirles basta.

Hacemos entonces un llamamiento a quienes, como nosotras y nosotros, quieren poder seguir comunicándose a través de ese material maravilloso llamado papel, a que se sumen a esta lucha por un papel social y ambientalmente limpio.

Victor Bacchetta, Nnimmo Bassey, Jordi Bigues, Elizabeth Bravo, Ricardo Carrere, Antonio Franco, Mempo Giardinelli, François Houtart, John Karumbizda, Kintto Lucas, George Monbiot, Edgar Morin, Guillemo Núñez, Wale Okediran, Ike Okonta, Noel Rajesh, Ana Cristina Rossi, Vandana Shiva

El WRM apoya plenamente esta iniciativa e invita a escritores, poetas y periodistas que estén de acuerdo con su contenido a fortalecer el llamado adhiriendo al mismo. Al agregar su firma, se estarán uniendo a la lucha por un papel “limpio” desde el punto de vista social y ambiental y amplificando las voces de quienes dicen “ya basta”. Al mismo tiempo, invitamos a todos los que comparten estas opiniones a difundir esta iniciativa entre otros escritores, poetas y periodistas que estén dispuestos a apoyarla.

Quienes deseen adherir al llamamiento pueden hacerlo en la siguiente página web: http://www.wrm.org.uy/plantaciones/escritores.html