Malasia: campaña contra proyecto de plantaciones y fábrica de celulosa en Sabah

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Un proyecto de plantaciones forestales que ocuparía casi el 3% del territorio de Sabah, al norte de Borneo, y significaría la desaparición del 6% de sus bosques primarios --de por si ya cada vez más escasos-- está siendo promovido en Kalabakan por parte de una joint-venture conformada por Innoprise Corporation Sdn Bhd, Lions Group de Malasia y China Fuxing Pulp and Paper Industries de China. El megaproyecto de plantaciones y fábrica de pulpa, cuyo costo ha sido evaluado en U$S 1.100 millones, determinará la sustitución de 240.000 hectáreas de bosque por el monocultivo de una especie de acacia (Acacia mangium) de rápido crecimiento, originaria de Australia.

El proyecto ha generado críticas debido a los consabidos impactos que provocará y por no haber siquiera cumplido los débiles requerimientos ambientales de Sabah. Según la legislación para la conservación del ambiente allí vigentes, la corta de un bosque de 500 hectáreas o más, al igual que todo emprendimiento de plantación de árboles de 500 hectáreas o más, requiere de una Evaluación de Impacto Ambiental (EIA). Sin embargo, ya se han cortado 12.000 hectáreas en el área del proyecto propuesto, sin que se haya llevado a cabo ni una sola EIA. Innoprise Corporation aduce que no se requiere EIA, puesto que la operación de madereo fue aprobada antes de que dicho procedimiento se hiciera obligatorio por ley, y anunció la próxima corta de otras 33.000 hectáreas. La empresa ignora olímpicamente la Ley de Calidad Ambiental del Gobierno Federal, del año 1974, y la Orden de Calidad Ambiental, del año 1987, que obligan a realizar una EIA previa en estos casos. Sahabat Alam Malasia (SAM) --Amigos de la Tierra-Malasia-- ha denunciado que al permitir que la corta continúe sin la EIA obligatoria, el gobierno de Sabah está ignorando por completo los impactos ambientales de las actividades de madereo y manipulando la ley en favor de los intereses de las grandes empresas y en detrimento de la conservación del bosque.

Con toda razón se teme que esta enorme plantación provoque impactos devastadores sobre el ambiente. La plantación cortará el mayor tramo continuo de selva remanente en la región, que se extiende entre el Valle de Danum y la cuenca del Maliau, ambos clasificados como Areas de Protección Clase Uno. La zona posee un alto grado de biodiversidad, incluyendo 120 especies de mamíferos, 280 de aves y más de 2.500 de diferentes árboles. Este ecosistema rico en biodiversidad corre el riesgo de ser sustituido por un agrosistema uniforme y pobre en biodiversidad. Ya hay información de que el avistamiento de animales salvajes es más frecuente, probablemente porque estén huyendo de la zona ya cortada. Considerando que la mayor parte del área del proyecto presenta una importante pendiente, la corta de la plantación expondrá al suelo directamente a la erosión provocada por la lluvia. De ese modo los sedimentos podrían alcanzar la vegetación de manglar de la Bahía Cowie, destruyendo los recursos marinos. Las consecuencias ya son evidentes: cuando se llevan cortadas tan sólo 12.000 hectáreas, ya hubo inundaciones en el Valle de Danum. El microclima también se verá afectado una vez que la selva sea reemplazada por una plantación, tornándose más seco y cálido. Además, esto podría crear condiciones negativas para la propia plantación, tornándola más proclive al riesgo de incendios.

Los efectos de la fabricación y el blanqueo de celulosa son también amenazantes. El uso del cloro para el blanqueo ha hecho que esta industria sea la tercera mayor fuente de dioxina y derivados en el mundo. Este problema se agrava por el hecho que Malasia carece de una política de prevención del daño causado por dioxinas. Dicha industria emite además --entre otros gases contaminantes-- dióxido de carbono, óxidos sulfurosos y cloroformo. Lo que es más, en los efluentes de la industria de la celulosa y el papel han sido identificados alrededor de 300 productos químicos, entre los cuales contaminantes orgánicos, clorofenicoles y compuestos ácidos y organoclorados.

A fin de evitar una ulterior destrucción, SAM ha hecho un llamamiento al gobierno del Estado de Sabah y al gobierno Federal a disponer el cese de toda actividad de corta, iniciar acciones legales contra los responsables de la corta de las 12.000 hectáreas sin EIA, llevar a cabo una completa EIA del proyecto, procurar obtener genuinos insumos por parte del público en relación con la revisión de la EIA en su conjunto, dada la magnitud y escala de los impactos ambientales previstos. Además se lanzó una campaña a nivel internacional de oposición al proyecto.

Artículo basado en información obtenida de: "International alert to save Sabah Rainforests from Pulp and Paper project in Kalabakan" by Friends of the Earth Malaysia - Sahabat Alam Malaysia (SAM), October 2000.