Mujeres, bosques e industrias extractivas: El caso de las mujeres indígenas Mikea en Madagascar

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Mujeres Mikea en Madagascar cargando tubérculos de baboho, un alimento básico de los pueblos Mikea, que es recolectado en el bosque. Foto: CRAAD-OI

La empresa australiana Base Resources fue autorizada a destruir el Bosque Mikea en tanto establezca un proyecto de compensación por pérdida de biodiversidad, lo que a su vez impone severas restricciones a las comunidades. Esto lleva a las mujeres aún más a situaciones de despojo y exclusión.

Madagascar se enfrenta a enormes desafíos al ser centro de la biodiversidad mundial, en un contexto donde las industrias extractivas se han convertido en el pilar principal de la política nacional de “desarrollo”. En particular, Madagascar es uno de los países más afectados por la deforestación, lo que se reconoce como un problema ambiental importante con claros impactos sobre las mujeres. La alta prioridad dada al desarrollo de las industrias extractivas a nivel nacional e internacional aumentará la deforestación y agravará el cambio climático, a la vez que exacerbará los impactos desproporcionadamente negativos sobre las mujeres, como se evidencia en el caso de los pueblos indígenas Mikea de Madagascar.

Industrias extractivas: una gran amenaza para bosques y personas

Madagascar, considerada “una gran isla” de 587.000 km2, se ubica en el Océano Índico, a casi 500 kilómetros por su lado sureste del continente africano. Madagascar es conocida por su rica y excepcional biodiversidad, que se desarrolló mayormente gracias a su insularidad: por ejemplo, tiene 32 especies de primates, 30 especies de camaleones y 260 especies de aves que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo. Ya que su biodiversidad única es de importancia mundial para las ciencias naturales, Madagascar se ha convertido en centro de la asistencia internacional para el desarrollo. (1)

A pesar de su enorme riqueza natural, Madagascar se encuentra entre los países más pobres del mundo, con más del 70 por ciento de la población sumida en una pobreza estructural. En los últimos años, el sector minero se ha convertido en el centro de los esfuerzos de las políticas gubernamentales, con el argumento de que el sector tiene el potencial de convertirse en la herramienta principal para lograr el desarrollo y la reducción de la pobreza. Además, las empresas mineras transnacionales en busca de nuevos recursos han prestado mayor atención al importante potencial mineral del país, que es rico en diversos depósitos y minerales tales como níquel, titanio, cobalto, ilmenita, bauxita, hierro, cobre, carbón y uranio, así como tierras raras. El níquel-cobalto y la ilmenita han atraído a la mayoría de la inversión extranjera directa hasta el momento.

En particular, el proyecto Base Toliara, un proyecto minero a gran escala para la explotación de ilmenita por parte de la empresa australiana Base Resources, se ha establecido en la región suroeste de Madagascar. Este proyecto minero está invadiendo el Bosque Mikea, lo cual ha atraído la atención de grupos conservacionistas internacionales debido a la alta biodiversidad del bosque, que incluye varias especies endémicas raras de reptiles, anfibios, mamíferos, aves, invertebrados y plantas, el 90% de las cuales no se encuentran en ningún otro lugar. Por lo tanto, conservar la flora y la fauna del Bosque Mikea es fundamental.

Actores estatales, investigadores y grupos conservacionistas argumentan que la principal amenaza para el Bosque Mikea es que los agricultores entran a quemar y despejar tierras para el cultivo de maíz y el pastoreo de ganado. (2) Sin embargo, esos grupos hablan poco de la nueva amenaza planteada por el proyecto minero Base Toliara, que se calcula eliminará más de 450 hectáreas de vegetación natural, incluidos cientos de árboles de baobab y tamarindo que son endémicos de la región. Por el contrario, a la compañía minera se le otorgó licencia para destruir el Bosque Mikea siempre y cuando sus promotores presenten una estrategia de “compensación de la biodiversidad”. Esto es especialmente importante ya que el mecanismo de compensación por pérdida de biodiversidad se ha convertido en parte integral de las recetas de las instituciones financieras internacionales, que son las principales prestamistas del país y de los proyectos mineros, en particular del Grupo del Banco Mundial y del Banco Africano de Desarrollo.

En los hechos esto significa que Base Resources destruirá una parte importante del Bosque Mikea en tanto “proteja otra zona ubicada fuera del perímetro minero (la compensación) “en asociación con las comunidades locales y los organismos de protección del medio ambiente”, a cambio de la zona que destruirá. (3) La necesidad de protección de la zona de compensación se justifica por la supuesta amenaza a la biodiversidad causada por las actividades de subsistencia y las prácticas agrícolas de las comunidades indígenas y locales llevadas a cabo en el bosque. Como resultado, estas comunidades se convierten en víctimas de rígidas restricciones  de acceso a sus tierras, bosques y recursos de los que dependen para vivir.

Estos nocivos impactos ya se evidencian en el caso del proyecto de compensación por pérdida de biodiversidad vinculada a la mina de ilmenita de Rio Tinto QMM en la costa sudeste de Madagascar. Ahí “los medios de subsistencia de las comunidades en el lugar del proyecto de compensación de Bemangidy-Ivohibe se tornan aún más precarios por el proyecto. Las comunidades que anteriormente ya estaban con problemas, ahora enfrentan mayores riesgos de sufrir hambre y privaciones como resultado directo de una compensación por pérdida de biodiversidad que beneficia a una de las empresas mineras más grandes del mundo”. (4)

Los impactos de género de la minería a gran escala en Madagascar

Las personas afectadas por las actividades mineras a gran escala confrontan restricciones en el uso de la tierra y los bosques, asociadas al establecimiento de proyectos de minería y de compensación por pérdida de biodiversidad. Dichas restricciones al uso de los recursos afectan actividades importantes relacionadas a la subsistencia y la salud, lo que tiene impactos graves y de género no solo en los medios de vida y sustento y la soberanía alimentaria, sino también en los derechos culturales y consuetudinarios.

En la región sudoccidental, donde se ha establecido el proyecto Base Toliara para la explotación de ilmenita, las mujeres indígenas Mikea viven casi por completo de la caza y la recolección en el Bosque Mikea. Para estas mujeres, el bosque es “un lugar poblado de espíritus y criaturas míticas que pertenecen a Zanahary (el Dios creador). El bosque debe ser utilizado con moderación y con respeto por los espíritus que viven allí”. (5)

Como resultado de las restricciones impuestas por el proyecto de compensación de la biodiversidad, es muy probable que toda una gama de sus actividades de subsistencia basadas en el bosque termine siendo prohibida, entre ellas, la tala de vegetación para la producción de carbón vegetal; la caza de especies de animales endémicos para alimentación; la recolección de leña; la recolección de plantas medicinales; la recolección de agua potable; la recolección de materiales para la construcción de viviendas; la pesca; el pastoreo de ganado y la recolección de materiales necesarios para la confección de cestas y esteras.

Además, la empresa minera supondrá para las mujeres - ubicadas entre los grupos sociales más pobres y vulnerables - la pérdida de sus tierras y recursos naturales de los que dependen para vivir. Cuando ya no dispongan más de tierras agrícolas, y/o el suelo y las fuentes de agua se agoten o contaminen, es probable que las mujeres deban aumentar su carga de trabajo para tratar de obtener un ingreso decente.

También es importante subrayar que los representantes de las empresas mineras suelen entablar negociaciones solo con hombres, excluyendo a las mujeres de los pagos de compensación. Las mujeres también tienen poco o ningún acceso al empleo u otros “beneficios” ofrecidos por la empresa minera. Por lo tanto, las mujeres se vuelven aún más dependientes de los hombres, quienes tienen más probabilidades de acceder y controlar estos beneficios, mientras que la mayor parte de la externalización de los costos sociales y ambientales de la minería recae en las mujeres.

Además de todos estos impactos hay otras cargas que se agregan para las mujeres. Como la minería a gran escala implica el reemplazo de las economías de subsistencia - que han nutrido a generaciones de comunidades y pueblos indígenas - por el dinero en efectivo requerido para participar en la economía monetaria, las mujeres terminan quedando marginadas. Sus roles tradicionales como recolectoras de alimentos, proveedoras de agua, cuidadoras, se ven muy afectados, a lo que se suma que la minería destruye los medios con los que generan el efectivo necesario para participar en la economía monetaria.

Mujeres, minería y cambio climático

Todo indica que la región sur de Madagascar experimentará el aumento más significativo de temperatura, junto con episodios sucesivos de inundaciones y sequías prolongadas. Estos fenómenos relacionados con el cambio climático se verán amplificados de múltiples maneras por los impactos de las actividades del proyecto minero sobre las mujeres.

Un impacto importante es la reducción de la disponibilidad de agua para la agricultura y el uso doméstico de las comunidades afectadas, debido a la importante extracción de agua que requieren las actividades mineras. A esto se suma la contaminación del agua subterránea por los relaves de la compañía minera, lo que implica que para obtener agua para sus hogares, las mujeres tendrían que caminar un largo trecho para encontrar una fuente de agua que no esté contaminada. También se verán amenazadas por posibles impactos en la salud derivados de la contaminación del agua, junto con la alta prevalencia de enfermedades inducidas por el cambio climático.

Además, la tala de 455 hectáreas de vegetación natural por el proyecto minero conllevará la pérdida de bosques vivos e interconectados de los cuales las mujeres dependen fundamentalmente para su sustento e ingresos, incluida la pérdida de especies sensibles a las variaciones de temperatura y lluvia relacionadas con el cambio climático.

En conclusión, la minería a gran escala está causando una serie de impactos específicos en las mujeres, quienes se ven directamente afectadas en su vida diaria por un aumento en su carga de trabajo vinculado a los cuidados, como recoger agua, alimentar a sus familias y cuidar de su salud. Para ellas, esta actividad extractivista, especialmente en el contexto del cambio climático, supone pérdidas en casi todos los aspectos. El caso de las mujeres indígenas Mikea afectadas por el proyecto minero Base Toliara en Madagascar muestra que un proyecto minero a gran escala empuja aún más a las mujeres hacia la pobreza, el despojo y la exclusión social.

Zo Randriamaro
Centro de investigación y apoyo a las alternativas de desarrollo del Océano Índico (Centre de Recherches et d’Appui pour les Alternatives de Développement- Océan Indien - CRAAD-OI), Madagascar.

* El 06 de noviembre de 2019, el Consejo de Ministros suspendió todas las actividades relacionadas al proyecto minero de Base Toliara. Por favor apoye a las comunidades en Madagascar luchando contra el proyecto minero de Base Toliara en su llamado para la suspensión permanente de sus actividades. Firme la petición en inglés aquí.

(1) Wright, 1997: 381.
(2) Blanc-Pamard (C.) 2009. The Mikea Forest Under Threat (southwest Madagascar): How public policy leads to conflicting territories. Field Actions Science Reports, Vol. 3, 2009; and Stiles (D.) 1998, The Mikea Hunter-Gatherers of Southwest Madagascar: Ecology and Socioeconomics. African Study Monographs 19(3):127-148 · January 1998.
(3) Coastal and Environmental Services (CES) 2013. Projet minier de Ranobe, région Sud Ouest, Madagascar. Version Préliminaire d’Etude d’Impact Environnemental et Social.
(4) WRM, Re:Common y Collectif TANY, 2016, “Proyecto de compensación por pérdida de biodiversidad de Rio Tinto en Madagascar. ¿Doble acaparamiento de tierras en nombre de la biodiversidad?
(5) Idem (2)