Reinventando el bienestar: pueblos de Korchi taluka, India, resisten la minería y abren espacios de autogobierno

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Encuentro de mujeres, enero 2018. Foto: Neema Pathak Broome

Las asambleas de pueblo en Korchi, junto con la resistencia a la minería, participan activamente en la reinvención y reconstrucción de la gobernanza local. Los colectivos de mujeres también han comenzado a hacerse oír en estos espacios de toma de decisiones.

Los Gram Sabhas (asambleas de pueblos) en Korchi taluka, distrito de Gadchiroli, Estado de Maharashtra, India, sumadas a la resistencia local a la minería patrocinada por el Estado, participan activamente en la reinvención y reconstrucción de las instituciones de gobierno locales. 90 de los 133 Gram Sabhas en Korchi taluka (un tipo de nivel administrativo de gobierno) se unieron para formar una federación de asambleas de pueblo que llaman Maha Gramsabha (Gram Sabha mayor).

Al mismo tiempo, los colectivos de mujeres también comenzaron a hacer oír su voz no solo para resistir la minería sino también en las nuevas instituciones de toma de decisiones a escala de pueblo y de taluka, como el Maha Gramsabha. Estos colectivos surgen como plataformas de resistencia a la minería, un espacio donde formular estrategias, normas y reglamentaciones para el manejo y la conservación de los bosques procurando el control local sobre sus medios de vida y otros recursos económicos, donde revivir la identidad cultural, despertar inquietudes sociales y de equidad, afirmar la democracia directa y de género y cuestionar los modelos de desarrollo existentes. Este artículo intenta dar una idea de por qué y cómo se desarrolla este proceso.

Resistencia y organización desde abajo

Aunque oficialmente bajo la Administración del Distrito de Gadchiroli y los Panchayats electos (comité ejecutivo de una o más pueblos elegido para ser la primera unidad de gobierno del Sistema Panchayati Raj o autogobierno local de la India), la población de Korchi taluka sigue teniendo informalmente sus tradicionales Gram Sabhas e Ilakas (territorios constituidos por múltiples pueblos) como estructuras de autogobierno a escala de pueblo y supra pueblo. Con escasos poderes políticos y económicos, estas instituciones informales hasta hace poco solo se enfocaban en actividades socioculturales o conflictos. Habitado por 133 Gram Sabhas con 43.000 personas (con el 73 por ciento perteneciendo a las comunidades indígenas Gond y Kanwar), Korchi taluka tiene tres Ilakas tradicionales, a saber, Kumkot, PadyalJob y Kodgul Ilaka.

Casi el 85 por ciento del distrito de Gadchiroli está cubierto por bosques. Casi toda la población depende en gran medida del bosque no solamente para sus ingresos en efectivo sino también para su subsistencia. Además de ser importantes para las economías y los medios de vida locales, los bosques son parte integral de las prácticas socioculturales y la identidad política de los adivasi (indígenas). Sin embargo, hasta hace poco, las poblaciones tenían su acceso y derechos de uso restringidos y limitados debido a las leyes, políticas y burocracia coloniales y centralizadas de los bosques, que condujeron a una cultura de sobornos y atrocidades para utilizar los bosques. Estos bosques también son importantes para el gobierno estatal. La extracción comercial de madera y otros productos no maderables ha sido llevada a cabo de manera convencional por el departamento forestal a través de contratos de arrendamiento otorgados a contratistas y compañías de papel y celulosa y, en tiempos más recientes, a compañías mineras.

Durante décadas, los habitantes de Gadchiroli se han resistido a las políticas de bosques opresivas y alienantes, los sobornos y las atrocidades cometidas en las comunidades indígenas locales. A esto se suma la reciente minería patrocinada por el Estado. Entre 1990 y 2017 se aprobaron o se propusieron 24 arrendamientos mineros en el Distrito, que han tenido en conjunto un impacto directo sobre aproximadamente 15.000 hectáreas de bosque denso e indirectamente en más de 16.000 hectáreas. Solo en Korchi taluka, y a pesar de la fuerte oposición local, se propusieron alrededor de 12 arrendamientos mineros que afectan a más de 1.032,66 hectáreas.

En 2006, dando respuesta a una larga lucha popular en toda la India contra las políticas alienantes, opresivas, verticalistas y conservacionistas de los bosques, el Parlamento de la India promulgó una legislación histórica: la Ley sobre Tribus Reconocidas y Otros Habitantes Tradicionales de los Bosques de 2006, también llamada Ley de Derechos sobre los Bosques de la India (en adelante, FRA, por su sigla en inglés). FRA estipula el registro de 14 tipos de derechos consuetudinarios preexistentes pero no reconocidos sobre el bosque a tribus y otros habitantes tradicionales del bosque registrados. Los más importantes entre ellos para el reclamo de los derechos de uso, gestión y conservación de sus bosques tradicionales y la protección de amenazas internas y externas, son los Gram Sabhas. La Ley también exige el consentimiento libre, previo e informado de los Gram Sabhas antes de que sus bosques tradicionales se destinen a fines ajenos al bosque. Entre las muchas disposiciones radicales de esta ley, la más importante es la poderosa concepción de que la unidad básica de gobierno es el Gram Sabha, que debe ser autodeterminado por un grupo de personas que residan en un asentamiento que puede o no haber sido descrito como pueblo en los registros oficiales hasta el momento.

Empoderando los Gram Sabhas

Después de una campaña sostenida, entre 2009 y 2011 se reconocieron los derechos de uso, manejo y conservación de los bosques tradicionales de 85 Gram Sabhas en Korchi taluka. Esto permitió a los Gram Sabhas gobernar sus bosques y también usarlos de forma sustentable, ya que ahora eran sus dueños.

Algunos líderes locales, particularmente de pueblos que recibieron estos derechos específicos pero que también enfrentaban amenazas de proyectos mineros, aprovecharon esta oportunidad para estudiar la forma en que leyes como FRA podrían fortalecer y empoderar a los Gram Sabhas. Y también para movilizar a la población local de manera que se entienda cómo los Gram Sabhas, legalmente facultados, pueden trabajar para lograr la autodeterminación y el autogobierno, en especial reafirmando un mayor control equitativo sobre los bosques y la economía local. Las reuniones a nivel de Taluka llevaron a intensas discusiones sobre el funcionamiento, los derechos, los poderes y los deberes de un Gram Sabha. Para 2017, 90 pueblos de Korchi taluka habían reconstituido y fortalecido a sus Gram Sabhas, convertidos en un órgano de toma de decisiones inclusivo, transparente y responsable a escala de pueblos. Cada Gram Sabha abrió una cuenta bancaria y nombró cargos de secretario y presidente. Estos funcionarios están a cargo de la comunicación del pueblo con los funcionarios de gobierno y con otros actores externos. Los Gram Sabhas comenzaron a negociar y comercializar sus productos forestales no maderables. Ahora todas las ganancias llegaban a los Gram Sabhas, que pagaban por la mano de obra (es decir, todas las familias del pueblo), retenían determinado porcentaje para la cuenta bancaria del pueblo y distribuía el resto como utilidades entre los recaudadores. Los Gram Sabhas, que hasta entonces estaban económica y legalmente sin poder, comenzaron a adquirir ambos. Por ejemplo, de casi cero ingresos en 2014, los 87 Gram Sabhas tuvieron en 2017 un ingreso total de más de 120 millones de rupias (aproximadamente US $ 1.700.000) por la venta de productos forestales no maderables.

Para 2016, las Ilakas tradicionales comenzaron a verse a sí mismas como órganos supra Gram Sabha. Las Ilaka sabhas (asambleas) tradicionales comenzaron a incluir conversaciones sobre el empoderamiento de los Gram Sabhas, la democracia directa, la autodeterminación, la ley FRA, la minería y sus impactos, el crecimiento y el desarrollo, la colonización y el imperialismo, entre otros temas. Se hicieron esfuerzos para reconsiderar el significado de la palabra “adivasi” (indígena) y las culturas e historias adivasi, para volver a contar las historias de héroes tribales revolucionarios (generalmente invisibles en las narrativas históricas dominantes) y entender la cooptación de culturas adivasi animistas por las religiones dominantes.

Maha Gramsabha - Una Federación de Gram Sabhas

A medida que los Gram Sabhas comenzaron a empoderarse y ganar reconocimiento, fue importante que se fortalecieran para apoyar a aquellos que recién comenzaban a reorganizarse, así como para el necesario aprendizaje y apoyo mutuo. La recolección y la venta de productos forestales no maderables de importancia comercial requerían habilidades, conocimientos y fortaleza para hacer frente a las fuerzas del mercado. La comprensión y la respuesta a las estrategias divisionistas de las empresas mineras requerían una acción colectiva.

Las Ilaka sabhas tradicionales tenían sus limitaciones para poder abordar estos problemas. Para garantizar que los mercados no expoliaran a los más débiles, que se lograra equidad en la distribución de los beneficios y que efectivamente existiera intercambio de conocimientos, aprendizaje y participación, en 2017 se creó una federación de 90 Gram Sabhas. La Maha Gramsabha (MGS) es ahora un espacio político, económico, social y cultural que tiene como objetivo obtener el reconocimiento de las reglamentaciones normativas de la población local para la gobernabilidad. Cada Gram Sabha selecciona 2 mujeres y 2 hombres para que lo representen en el MGS, aprueba una resolución para unirse al MGS y se adhiere a sus reglas y reglamentaciones. Todos los representantes designados están obligados a informar a sus Gram Sabhas. Se discuten nuevas fórmulas políticas o informaciones y se adoptan decisiones informadas, pero solo para que sean devueltas a los Gram Sabhas para su ratificación. Antes de aceptarlas, se discuten las propuestas de acciones futuras y se comparten los detalles de los gastos en los que se incurrió.

Mujeres, minería y el rol del colectivo de mujeres.

En esta sociedad predominantemente patriarcal, las mujeres tenían poca participación en la gobernanza tradicional de los pueblos y los bosques. Las mujeres también enfrentaban una serie de dificultades sociales, entre ellas la violencia doméstica provocada por el alcoholismo, la falta de recursos y de derechos de propiedad o de toma de decisiones.

Con el apoyo de la ONG local Amhi Amchi Arogyasaathi, poco a poco, los parishads (colectivos) de mujeres comenzaron a monitorear la implementación de leyes y planes que supondrían el empoderamiento de las mujeres. Estos parishads se convirtieron en un grupo de apoyo para las mujeres que enfrentan injusticias, opresión, violencia o cualquier otro problema dentro de la familia o la sociedad. A medida que aumentaba la conciencia entre las mujeres y encontraban la confianza para expresar sus opiniones, muchas de ellas manifestaron que su bienestar y el de sus familias estaba íntimamente relacionado con el bienestar de los bosques. Por lo tanto, era importante para las mujeres discutir temas relativos a la degradación de los bosques y los derechos para usarlos y protegerlos.

Esto se volvió particularmente crítico para las mujeres en 2009, especialmente en los pueblos donde descubrieron que se estaban arrendando sus bosques tradicionales para la minería. A través de sus parishads, las mujeres se convirtieron en una de las fuerzas formidables de resistencia contra la minería. Pusieron su cuerpo y su voz para expresar su oposición en varias reuniones contra la minería, incluyendo las audiencias públicas patrocinadas por el Estado, lo que aseguró que el arrendamiento para minería quedara en suspenso hasta la actualidad en el Korchi taluka. Posteriormente, a través de sus parishads, las mujeres mantuvieron numerosas discusiones sobre el impacto de la minería en sus vidas, familias y bosques y la necesidad de proteger los bosques. Los parishads también han sido cruciales en la formación de mujeres líderes para transmitir sus luchas y opiniones, incluso su concepción de bienestar, que está profundamente vinculada a los bosques saludables.

Durante la resistencia contra la minería en Korchi taluka, las líderes de los parishads comenzaron a darse cuenta y discutir que si bien las mujeres estaban siempre en la vanguardia de la resistencia, no tenían espacio en los procesos tradicionales de toma de decisiones, referidas al pueblo o los bosques. En 2015, las discusiones sobre los Gram Sabhas como unidades de autogobierno fueron ganando terreno, se organizaron reuniones a nivel de taluka, se habló de la implementación de FRA en varias reuniones a escala de talukas e Ilakas. Sin embargo, nadie abordó los temas de la participación de las mujeres, los derechos de las mujeres en virtud de las Leyes y el empoderamiento económico de las mujeres con respecto a los productos forestales. Algunas de las mujeres líderes comenzaron a participar en las reuniones a nivel de talukas.

En una de las primeras reuniones de la Maha Gramsabha, los miembros del parishad insistieron en que además de cuestionar a las burocracias hegemónicas y verticalistas, también era importante cuestionar las estructuras tradicionales establecidas que legitimaban la opresión de las mujeres y restringían el papel de las mujeres en la toma de decisiones, incluidas las decisiones en torno a los bosques. Se aseguraron de que el MGS incluyera 2 representantes mujeres junto con 2 hombres por cada Gram Sabha. El hecho de que la primera unidad de toma de decisiones fueran los Gram Sabhas, que están dentro de los pueblos, en lugar de los parishads, que están lejos de los pueblos, ya brindaba una oportunidad mucho mayor a la participación de las mujeres. A través de los esfuerzos de los parishads, algunos Gram Sabhas también han hecho esfuerzos especiales para asegurar que las reuniones se realicen en momentos en que las mujeres puedan participar. Los parishads también aseguraron que Korchi taluka sea uno de los pocos lugares en el país donde se atiende a los derechos de las mujeres conforme a la ley FRA. FRA proporciona títulos conjuntos de tierras a una esposa y un esposo. En muchos pueblos de Korchi se emitieron títulos conjuntos, pero otros también a nombre de las mujeres como primeras propietarias o mujeres como propietarias exclusivas de la tierra.

Yendo un paso más allá, muchos Gram Sabhas también han tomado la decisión de que las mujeres recibirán el jornal diario así como las ganancias de la venta de productos forestales no maderables, directamente en sus propias cuentas, en lugar de la de sus esposos. De hecho, un pueblo, Sahle, decidió que todas las ganancias que la familia obtuviera de los productos forestales se destinará solo a la cuenta de las mujeres de la familia - una decisión fuerte y única.

Conclusión

El proceso de afirmación de derechos, autogobierno y manejo forestal en Korchi se encuentra todavía en sus primeros años y evoluciona orgánicamente. Una serie de factores habilitantes ha jugado un papel esencial en el proceso que condujo a la resistencia, el autogobierno y la afirmación de las concepciones locales del bienestar en Korchi. Entre ellos figuran una larga historia de movilización política y debates sobre el “desarrollo”, creando espacios de fuerte liderazgo local de hombres y mujeres; presencia de líderes extraordinarios que dirigen debates y discursos ideológicos; espacios legales previstos por leyes habilitadoras como FRA; aprendizajes e intercambios horizontales; mayores beneficios económicos a partir de una economía local de productos forestales no maderables; la aceptación más no la imposición de apoyo de organizaciones y activistas individuales.

Esto ha llevado a un proceso siempre alerta, ágil y multidimensional para responder a los desafíos internos y externos, lo que incluye responder a las políticas estatales hegemónicas y opresivas, en especial la fuerte militarización y la política macroeconómica profundamente sesgada a favor del avance de las empresas y la privatización; o abordar las hegemonías internas y el patriarcado. La inclusión de las voces de las mujeres en la toma de decisiones y en la distribución de beneficios ha traído como consecuencia una organización social más equitativa, una mayor resistencia contra la minería, una gestión y conservación más efectivas de los bosques y una concepción cultural y ecológicamente apropiada del bienestar local como alternativa al modelo de desarrollo basado en el extractivismo.

Neema Pathak Broome, Shrishtee Bajpai y Mukesh Shende
Neema y Shrishtee son miembros de Kalpavriksh, con sede en Pune, y Mukesh trabaja con Amhi Amchi Arogyasaathi y tiene su sede en Gadchiroli

(1) Este artículo se basa en un estudio a largo plazo llevado a cabo por Kalpavriksh, con Amhi Amchi Arogyasaathi (AAA) y Korchi Maha Gramsabha como parte del proyecto ACKnowl-EJ (Conocimiento Co-producido Académico-Activista para la Justicia Ambiental). ACKnowl-EJ es una red de académicos y activistas comprometidos con la acción y la investigación cooperativa que tiene como objetivo analizar el potencial transformador de las respuestas de la comunidad al extractivismo y las alternativas que surgen de la resistencia (http://acknowlej.org/)