Tailandia: SmartWood suspende certificación del FSC de dos plantaciones

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El 1º de diciembre de 2003, SmartWood suspendió la certificación del Consejo de Manejo Forestal (FSC por su sigla en inglés) de dos plantaciones de teca de la Organización Forestal Industrial. SmartWood está acreditada por el FSC para evaluar si las actividades forestales se adecuan a los principios del FSC para un buen manejo de bosques o plantaciones (ver Boletines del WRM Nº 48, 64 y 72).

La OFI fue creada en 1947 como compañía maderera estatal. Cuando en 1989 el gobierno impuso una moratoria al madereo, varias ONGs tailandesas exigieron que la OFI fuera clausurada. Desde entonces, la empresa ha tratado de reinventarse como compañía de plantaciones. Con el certificado del FSC suspendido, la OFI no puede aducir que hace un buen manejo en alguna de sus plantaciones.

De hecho, al talar sus plantaciones de teca, la OFI está alentando la tala ilegal. Veerawat Dheeraprasert, el presidente de Foundation for Ecological Recovery (Fundación para la Recuperación Ecológica), una ONG tailandesa, explica que: “Si la OFI hace actividades de tala, hay más posibilidades de que exista madereo ilegal porque la OFI estará cortando y vendiendo madera a los aserraderos, los cuales pueden fácilmente mezclar los troncos de OFI con otros de origen ilegal”.

Cuando SmartWood concedió a la OFI su certificado FSC en junio de 2001, también estableció 26 condiciones, de las cuales 15 deberían ser cumplidas en el plazo de un año. Un año después, SmartWood definió que había 12 condiciones que la OFI no había cumplido, a pesar de lo cual no suspendió el certificado. En lugar de eso propuso 13 requerimientos de acción correctiva, seis de los cuales debían ser cumplidos en el plazo de seis meses.

En enero de 2003, SmartWood descubrió que la OFI no había cumplido cuatro de los 13 requerimientos de acción correctiva. Aún así, SmartWood tampoco suspendió el certificado, sino que estableció seis requerimientos de acción correctiva, todos ellos para ser aplicados “de inmediato”.

En junio de 2003, SmartWood comprobó que la OFI todavía no había cumplido cinco condiciones y dos requerimientos de acción correctiva. Cinco meses después, finalmente, SmartWood suspendió el certificado.

La certificación de la OFI fue controvertida desde un principio. En noviembre de 2000, antes de que SmartWood emitiera el certificado, la ONG tailandesa TERRA publicó un artículo sobre la certificación, en su revista “Watershed”. La organización Rainforest Foundation incluyó un estudio de caso sobre la OFI en su crítica al FSC realizada en noviembre de 2002, titulada “Trading in Credibility”. En abril de 2003, la Fundación para la Recuperación Ecológica escribió al FSC exigiéndole que retirara el certificado. El Boletín del WRM informó sobre este asunto en diversas oportunidades (ver Boletines Nº 48, 64 y 72 del WRM), y en agosto de 2003, el WRM publicó un libro titulado “Certificando lo incertificable”, que incluye un estudio detallado de mi autoría sobre la certificación de la OFI.

Sin la presión de este monitoreo de la sociedad civil es posible que SmartWood no hubiera suspendido el certificado.

Cuando SmartWood suspendió el certificado de OFI, también estableció 16 requerimientos de acción correctiva, cinco de los cuales deben ser cumplidos antes de que pueda volver a otorgarse el certificado a la OFI. Entre los requerimientos de acción correctiva de SmartWood figuran dos relativos a la cadena de custodia (término técnico para referirse al seguimiento de la madera desde el la plantación hasta el uso final). Más de dos años después de emitido el certificado de la FIO, SmartWood pide ahora a la OFI “mejorar el sistema de la cadena de custodia de manera que documente sistemáticamente el movimiento de los troncos desde los bloques de corta hasta el área en que se dejan en depósito”.

La clara implicancia es que actualmente la OFI no puede hacer un rastreo confiable de su madera. En este caso no hay forma de saber de qué plantación proviene la madera de la OFI –o incluso si la madera es legal o ilegal.

Una de las actividades más controvertidas de la OFI es su papel en la subasta de madera cortada ilegalmente. Cuando las autoridades descubren madera que ha sido cortada ilegalmente, la derivan a la OFI para que realice una subasta.

Para las arcas menguadas de la OFI, esas subastan son una fuente importante de ingresos. Para los madereros, son una forma de convertir la madera ilegal en madera legal.

Suraphon Duangkhae, secretario general de Wildlife Fund Thailand, describe cómo las compañías madereras envían a los trabajadores a los bosques a talar árboles ilegalmente. “Luego les piden al funcionario forestal que arreste a los trabajadores”, comenta. “Pero cuando el funcionario forestal llega a la zona no hay trabajadores, tan solo troncos. ¡Entonces arresta los troncos! Luego la OFI realiza una subasta y la empresa que está por detrás de la escena regresa y gana la subasta”.

En 1997 la OFI se vio envuelta en un gran escándalo en torno a actividades de tala. Los leñadores estaban cortando árboles ilegalmente en el Parque Nacional de Salween y sellaban fraudulentamente los troncos para que apareciera que su origen era Birmania. Quizás increíblemente --más que nada porque el funcionario forestal que reveló la estafa también hizo pública la participación de los funcionarios de la OFI -- la OFI estaba entre las organizaciones responsables de almacenar los troncos confiscados. Quizá no tan increíblemente, en abril de este año, más de la mitad de los troncos confiscados habían “desaparecido”. En mayo, la OFI recibió la orden de que los troncos fueran llevados a un campo de la armada en Saraburi, para impedir que fueran hurtados.

Recientemente, el gobierno tailandés comenzó a hacer preguntas difíciles acerca de la legalidad de 100.000 troncos de teca hundidos en el lago Chiang Saen, en el norte de Tailandia. Archa Land Company, propietaria de los troncos, aduce que se los compró a la OFI. El problema es que nadie puede demostrar el origen de los troncos. El periódico The Nation reprodujo comentarios del Primer Ministro tailandés Thaksin Shinawatra: “Creo que es más que probable, que en un volumen tan grande de madera, parte de la misma sea ilegal. Hay muchas formas de falsificar los registros y hay funcionarios corruptos involucrados en la maniobra”. Como para confirmar los temores de Thaksin, 200 troncos se prendieron fuego misteriosamente –el día previo a que el Ministro de Ambiente y Recursos Naturales, Prapat Panyachatraksa, fuera a inspeccionarlos.

El 12 de diciembre de 2003, un editorial de The Nation señaló que para resolver el tema de la tala ilegal en Tailandia, el gobierno debe analizar el papel de la OFI. La certificación del FSC ha empeorado la situación permitiendo a la OFI exportar su madera, haciendo así “aún más conveniente la tala ilegal”. El editorial preguntaba “si Tailandia todavía necesita a la OFI, un organismo que parece hacer más mal que bien a los esfuerzos nacionales de conservación de los bosques”. Los titulares de la editorial no dejan dudas sobre la opinión de The Nation: “Hagan lo correcto: terminen con la OFI”.

Por: Chris Lang, e-mail: http://chrislang.org