Tailandia: ¿Un futuro incierto para el primer exportador del mundo?

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Tailandia ha sido el primer productor y exportador de camarón industrial del mundo durante muchos años, desde que comenzó la fiebre del camarón a principios de los años 80. La producción total de camarón del país alcanzo el año pasado las 300.000 toneladas por año, mayor que el promedio anual de 200.000/250.000 toneladas, gracias a una escasez de la oferta en el mercado mundial. A pesar de eso, durante el año 2001, las asociaciones de productores y exportadores de camarón han solicitado al gobierno que instrumente con rapidez una política nacional que promueva la producción industrial de camarón para prepararse para una competencia más dura con los países vecinos. India y Bangladesh juntos producen entre 60.000 y 80.000 toneladas; Indonesia, entre 60.000 y 80.000; Vietnam entre 50.000 y 70.000; las Filipinas 30.000; y Malasia 10.000. Según los exportadores de camarón, debido al apoyo gubernamental y a las nuevas políticas, esos países cuentan ahora con un potencial mayor para aumentar su capacidad y Tailandia podría ser desplazado del mercado exportador si no se desarrolla una política para promover al sector.

Los exportadores de camarón declaran abundantemente sobre la necesidad de más medidas de apoyo a la industria del camarón, pero no dicen nada sobre los tremendos impactos ambientales y sociales de esa industria. Según la Oficina Nacional de Desarrollo Económico y Social de Tailandia, cerca de 253.000 de las 380.000 hectáreas de manglares que tiene el país fueron destruidas por las granjas camaroneras. En varias provincias costeras, muchas de esas granjas fueron ubicadas cerca de arrozales, los que fueron afectados por la contaminación de agua salada. El sustento de los productores y las comunidades de pescadores cercanos a las áreas de las granjas de camarón se ha visto gravemente afectado. Debido a la auto contaminación, los ataques de virus y la degradación de la tierra, muchos estanques a lo largo de la costa fueron abandonados, y la industria se desplazó a otras áreas, dejando atrás grandes predios de tierra yerma. Una de las áreas seleccionadas en los últimos años fue la cuenca arrocera interior del país en las planicies centrales. Esta decisión ha generado fuerte oposición entre los productores de arroz, las ONGs y los sectores académicos, hasta el punto que el gobierno debió prohibir hace dos años la producción del camarón tigre Negro tierra adentro. Debido a la naturaleza insaciable de la industria del camarón, la prohibición fue duramente atacada durante el año 2001 y circularon fuertes rumores de que seria levantada en poco tiempo. Sin embargo, debido a la presión de grupos de la sociedad civil y sectores académicos, y el asesoramiento de una subcomisión, la Oficina Nacional de Medio Ambiente finalmente decidió mantener la prohibición y exhortó a promover el cultivo sustentable y ambientalmente adecuado del camarón. Las últimas noticias informan que productores de camarón en las provincias arroceras cambiarían a un camarón de agua dulce menos rentable pero mas adecuado para el medio ambiente, conocido como koong kam kram. Mientras tanto, todavía falta crear una política que prohíba la tala de manglares y promueva la rehabilitación y reforestación de los estanques abandonados.

Los pobladores locales han vivido tiempos difíciles en su lucha contra la expansión de la producción industrial de camarón, porque la policía, el ejército y la justicia parecen estar del lado de aquellos que tienen dinero y conexiones políticas. En este estado de cosas, los inversores de la industria del camarón se sienten libres para hacer su voluntad, en niveles que a veces superan largamente lo aceptable. En enero de 2001, el Sr. Jurin Rachapol, de 49 años, un conservacionista y defensor del manejo comunitario de bosques en Phuket fue asesinado mientras cosechaba nueces en su granja. Su familia y amigos creen que la militancia de Jurin contra la producción de camarón y los métodos de pesca destructivos fue la razón por la que lo mataron a tiros. Incluso el periódico Bangkok Post publicó artículos fuertes sobre el tema afirmando que se trata de un conflicto entre conservación, uso y manejo adecuado, y, según las propias palabras del periódico, "la superexplotación de los recursos naturales" y la "avaricia" de los productores de camarón.

Pero el final del año 2001 no trae buenas noticias para la industria camaronera. El 48% de la exportación de camarún esta destinada a EE.UU., y la industria deberá buscar nuevos mercados, debido a la disminución de las importaciones de EE.UU. después de los ataques del 11 de setiembre. Las últimas noticias también informan que los productores tailandeses de camarón advirtieron sobre la contaminación derivada del cultivo inadecuado, que ha determinado la existencia de productos conteniendo sustancias antibióticas que pueden estar prohibidas en países europeos.

Por: Maurizio Farhan Ferrari.