Artículos del boletín

Este año por el Día Internacional de Lucha contra los Monocultivos de Árboles, celebrado el 21 de setiembre, el WRM, junto a diversas organizaciones y redes a nivel mundial, lanzó una declaración para condenar la expansión del modelo industrial de plantaciones de la palma aceitera, que conlleva un creciente número de impactos económicos, sociales, culturales y ambientales.
“El madereo ilegal continúa siendo una amenaza para los bosques del mundo... El madereo ilegal perpetúa la corrupción, socava los medios de vida, alimenta el conflicto social, priva a los gobiernos de ingresos y erosiona las bases de los recursos naturales de los países.” Informe de Chatham House, julio de 2015 (1)
En las últimas décadas la industria de la palma aceitera en Indonesia ha experimentado un rápido crecimiento, principalmente en las islas de Borneo y Sumatra. En la medida que cada vez resulta más difícil encontrar grandes extensiones de tierra en esas regiones, las empresas de plantaciones ahora están poniendo sus ojos en el archipiélago de las Islas Molucas, especialmente en Papúa Occidental, una zona atravesada por conflictos. Mientras que en 2005 sólo había cinco empresas de plantaciones de palma aceitera operando en Papúa Occidental, a finales de 2014 ya había 21 plantaciones activas.
Entrevista a Jean-François Mombia sobre las plantaciones de palma aceitera ¿Podría decirnos qué es el RIAO–RDC (Réseau d'information et d'appui aux ONG nationales–República Democrática del Congo) y cuáles son sus principales actividades?