Celulosa y papel
Los monocultivos de árboles a gran escala para la producción de celulosa y papel, junto con la infraestructura y las fábricas de celulosa que conllevan, se han expandido sobre las tierras fértiles de las comunidades. Han destruido bosques y praderas, especialmente en América Latina, Asia y el sur de África. Las especies utilizadas no son nativas de estos países y son de rápido crecimiento, lo que implica un manejo intensivo con un consumo muy grande de agua y agrotóxicos. Incluyen variedades de eucalipto, acacia y pino.
La empresa pretende ofrecer soluciones al cambio climático mediante la plantación de monocultivos de árboles. Esta afirmación errónea y engañosa oculta lo que realmente ocurre: usurpación de tierras, deforestación, destrucción de pastizales y grandes perjuicios sociales.
Ante la promoción de los monocultivos de árboles como solución a la crisis climática familias afectadas por las plantaciones de árboles en Mozambique, Tanzania y Brasil denunciaron una vez más los graves impactos en sus vidas y en el medio ambiente.
Piden suspensión de las obras de UPM hasta cumplir con los requisitos ambientales de su autorización
Adhiera a esta carta para denunciar el maquillaje verde de la multinacional finlandesa UPM, que intenta instalar una nueva fábrica de celulosa y expandir los monocultivos de árboles en Uruguay.
La empresa UPM exigió al gobierno uruguayo, como una condición para instalar su segunda fábrica celulósica, la construcción de una nueva vía férrea desde el sitio donde UPM planea ubicar su fábrica hasta el puerto.