Plantaciones de árboles a gran escala

Las plantaciones industriales de árboles son monocultivos a gran escala, de edad uniforme y manejo intensivo, que implican grandes superficies de tierra fértil bajo el control de empresas de plantaciones. Esas plantaciones consumen grandes volúmenes de agua y para su mantenimiento se utilizan gran cantidad de agrotóxicos, que causan daños a las personas, plantas y animales que viven dentro y alrededor de las plantaciones.

Otras informaciones 19 Marzo 2000
Los Tupinikim y Guaraní de Espírito Santo, Brasil, han estado luchando por años contra la poderosa Aracruz Celulose en la defensa de sus tierras ancestrales, que la compañía comenzó a ocupar en 1967. Luego de haber sufrido intimidación y violencia de parte de la empresa y de los militares y habiendo llevado a cabo acciones directas de ocupación de las tierras que les pertenecen históricamente, en abril de 1998 los Tupinikim y Guaraní fueron forzados a firmar un acuerdo con la compañía, el cual es válido por un período de 20 años.
Otras informaciones 19 Marzo 2000
El Banco Mundial no es una estructura monolítica y muchos de sus funcionarios son crecientemente concientes sobre los impactos que los monocultivos forestales a gran escala están teniendo sobre la gente y sobre el ambiente. Sin embargo, hay señales de que a nivel de las altas jerarquías del Banco hay una voluntad de promover dichas plantaciones, ya sea como sumideros de carbono o como proveedores de materia prima para las industrias del papel, de la madera y del aceite de palma.
Artículos del boletín 20 Febrero 2000
El trabajo del Banco Mundial en los bosques y los sectores relacionados a éstos en China es presentado por el informe como muy exitoso, si bien realiza algunas recomendaciones para el futuro con el fin de abordar algunas limitaciones actuales.
Artículos del boletín 19 Febrero 2000
El estudio de la OED sobre Costa Rica aparentemente se interesa más por mostrar los logros del gobierno de ese país y por apoyar sus políticas, que en evaluar la implementación de la política forestal de 1991 del Banco Mundial. Aún así, el informe contiene algunos elementos interesantes al respecto.
Otras informaciones 19 Febrero 2000
El Banco Mundial aparentemente procura jugar un importante papel en la promoción de las plantaciones forestales. Esto puede ser una buena o una mala noticia, dependiendo del tipo de plantaciones que desee promover. Los estudios por país suministran una útil -aunque incompleta- información sobre el tema. Entendemos que el Banco debería utilizarla como punto de partida para llevar adelante sus propias investigaciones acerca de los impactos positivos y negativos de diferentes tipos de plantaciones.
Artículos del boletín 20 Enero 2000
Raramente llegan noticias de Liberia. Este país, situado en el Africa occidental, con costas sobre el Océano Atlántico y fronteras al oeste con Sierra Leona, al norte con Guinea y al este con Costa de Marfil, es una de las naciones más pobres del mundo y soporta el peso de una enorme deuda externa. Asimismo el país se ha visto afectado por un acelerado proceso de degradación ambiental, que incluye a los bosques. Varias actividades, como la minería, las plantaciones y el madereo, están destruyendo su densa selva tropical.
Artículos del boletín 20 Enero 2000
Para la visión reduccionista de la silvicultura occidental, los bosques son principalmente -si no, exclusivamente- fuente de madera rolliza para la industria. Sin embargo, los bosques no sólo constituyen el hogar de miles de pueblos indígenas en diferentes regiones del mundo, sino también una abundante fuente de diferentes bienes -incluída la madera- y servicios. Las plantas medicinales son uno de esos valiosos productos utilizados por los pueblos indígenas en sus prácticas de medicina tradicional.
Artículos del boletín 20 Enero 2000
La expansión del modelo de plantaciones forestales en Sudáfrica ha generado un acalorado debate. Philip Owen, de SAWAC (South African Water Crisis), así como otras personas preocupadas por el tema, ha argumentado reiteradamente que el esquema de plantaciones es negativo para la conservación de las pasturas y del agua y en consecuencia también para las comunidades rurales.
Artículos del boletín 20 Enero 2000
La corrupción y la incapacidad imperante a nivel de los encargados de las oficinas forestales, así como de quienes llevan a cabo las actividades de corta, comercio ilegal de madera y el aserrado están provocando la desaparición y la degradación de los bosques de Tanzania (ver Boletines 27 y 29 del WRM). Esto no sólo significa la destrucción de valiosos ecosistemas en una región tropical, sino también la pérdida de una fuente de recursos e ingresos para los habitantes de esos bosques y quienes de ellos dependen.
Artículos del boletín 20 Enero 2000
El madereo sin control amenaza el futuro de los bosques en Camboya. El año pasado comenzó una revisión de las concesiones madereras otorgadas en ese país, con el propósito de identificar aquellas que debían ser canceladas por haber incurrido en reiteradas infracciones a la ley, y las que deberían continuarse bajo nuevos contratos. La iniciativa, financiada por el Banco Asiático de Desarrollo, se ha visto dificultada por restricciones de tiempo y de fondos resultantes de negligencias en el proceso administrativo llevado a cabo por el Banco.
Artículos del boletín 20 Enero 2000
Borneo, una de las mayores islas del archipiélago malayo en el sudeste de Asia, está bajo la soberanía de tres estados: Malasia, Indonesia y Brunei. Originalmente esta gran isla estuvo completamente cubierta de una densa selva tropical. La expansión de la industria de exportación de madera, junto a las plantaciones de pulpa y palma aceitera tanto en Malasia como en Indonesia, han casi completamente destruido la selva de Borneo.
Artículos del boletín 20 Enero 2000
En febrero de 1998 representantes de las comunidades indígenas Sumus y Miskitos, autoridades locales y regionales, ONGs ambientalistas y líderes comunales y religiosos se reunieron en Rosita, localidad de la costa atlántica nicaragüense, para discutir una estrategia común de oposición a las actividades ilegales de la empresa maderera coreana Kimyung. La misma había recibido en 1994 una concesión del gobierno central para explotar 62.000 hectáreas en territorios indígenas (ver Boletín 11 del WRM). Kimyung operaba a través de su subsidiaria SOLCARSA.