¡Apoyemos a las mujeres de Camerún que resisten a los monocultivos de palma aceitera!

El 25 de Noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, la Asociación de mujeres vecinas de Socapalm en Edéa (AFRISE) lanzó esta petición para detener la replantación de monocultivos de palma aceitera alrededor de sus casas y espacios vitales.

Lee la petición debajo y FIRMA AQUÍ. Hasta el 15 de diciembre de 2023.

¡Apoyemos la lucha de las mujeres por la tierra y la vida!

 

Petición internacional contra la replantación de palma aceitera por parte de la empresa Socapalm (Socfin/Bolloré), cerca de las viviendas y sobre las tumbas de Apouh a Ngog (Edéa-Camerún)

 

Por el cese de la replantación de palma aceitera alrededor de las casas y sobre las tumbas de los ancestros de las comunidades de Apouh, situadas cerca de Socapalm, propiedad de Socfin/Bolloré en Edéa

SOCAPALM sigue replantando palma aceitera alrededor de casas y tumbas ancestrales en la aldea de Apouh en Ngog, en el distrito de Edéa 1, departamento de Sanaga Marítimo, región Litoral, Camerún. Si no se detienen estas operaciones, nosotras, las mujeres que vivimos cerca de Socapalm en Edéa, tendremos que soportar otros 50 años de sufrimiento, abusos, violaciones, robos, hambre, frustración y violaciones de nuestros derechos, nuestra intimidad y nuestra dignidad, lo que arrinconará a toda nuestra comunidad a sobrevivir de una forma fundamentalmente dolorosa, injusta, miserable e insoportable.

La Société Camerounaise de Palmeraies (SOCAPALM) es una de las empresas agroindustriales del grupo SOCFIN/BOLLORE en todo el mundo. Lleva más de 50 años explotando los cultivos de palma aceitera que rodean nuestras casas y cubren las tumbas de nuestros ancestros. Los árboles de palma han ido envejeciendo y la empresa busca reemplazarlos. SOCAPALM está replantando hectáreas de palma aceitera detrás de nuestras casas y sobre las tumbas de nuestros ancestros. Cabe señalar que la comunidad de Apouh contaba con recuperar este terreno, considerado "espacio vital", para acceder a los recursos naturales necesarios para las dinámicas de desarrollo sostenible y para aportar paz, plenitud y serenidad al pueblo.

El apartado h del artículo 6 del contrato de arrendamiento enfitéutico, bajo el epígrafe "obligación del cesionario", estipula que no se podrá replantar en una superficie de 250 hectáreas alrededor de las comunidades sin que la administración haya identificado previamente las parcelas distribuidas como espacio vital.

Hasta la fecha, SOCAPALM ha suspendido todas las negociaciones con la población local y prosigue su replantación en pleno conocimiento por parte de la administración local. Las mujeres de la Asociación de mujeres vecinas de Socapalm en Edéa (AFRISE) hemos enviado incluso una carta al Presidente de la República de Camerún, sin haber obtenido ninguna respuesta. Nuestro jefe de aldea ha sufrido encarcelamiento administrativo en la prisión central de Edéa, con la complicidad de SOCAPALM y del Prefecto de Sanaga Marítimo, porque defiende los intereses del pueblo. Y sigue siendo objeto de un procedimiento judicial interpuesto contra él por SOCAPALM por los mismos motivos.

Es importante señalar que SOCAPALM, que se hizo cargo de esta plantación desde 2000, tiene pseudo concesiones ilegales e irregulares, así como títulos de propiedad dudosos, controvertidos y discutibles. Nos han arrebatado todas nuestras tierras y han destruido literalmente nuestros bosques. Nuestro aire, ríos y arroyos están contaminados. En resumen, todos nuestros principales recursos están siendo confiscados sin compensación alguna.

Desde que SOCAPALM se hizo cargo de la plantación, nosotras y nuestras familias sobrevivimos robando las nueces que caen tras la tala. Nos exponemos regularmente al peligro porque tenemos que salir de noche a robar esas nueces, sin olvidar que nos exponemos a ir a la cárcel si nos descubren.

Peor aún, para entrar en la plantación, tenemos que entregar nuestros cuerpos a los guardias. El 90% de nosotras entregamos nuestros cuerpos a los guardias para acceder a la plantación. Nuestros hijos no son empleados por la empresa y acaban drogándose, dedicándose a actividades ilegales o tomando la ruta de la inmigración ilegal para morir en el mar. Estamos abandonadas a nuestra suerte en un sistema que no es inmune a la corrupción.

Nosotras, las mujeres de AFRISE, no aceptaremos pasar los próximos 50 años en esta miseria. Estamos decididas a luchar para liberar nuestras tierras y conseguir espacios de vida para nuestros hijos, las generaciones presentes y futuras.

Buscamos todas las formas de apoyo posibles para poder recuperar nuestra tierra, nuestros bosques, nuestra agua, nuestra VIDA, robados por SOCAPALM.

Su firma cuenta, ayúdenos a pedir al Estado de Camerún y a SOCAPALM que nos devuelvan nuestras tierras, que los inversores y aseguradores de SOCAPALM exijan a esta empresa que nos deje un espacio vital consecuente. Reivindicamos NUESTRO DERECHO A LA VIDA.

25 de noviembre de 2023