Argentina: destrucción de la selva misionera equivale a genocidio de los Mbya Guaraní

Imagen
WRM default image

En la provincia de Misiones, ubicada en el nordeste argentino, las autoridades del antiguo pueblo Mbya Guaraní (ver Boletín Nº 87 del WRM), que habitan lo que hoy constituye la Reserva de Yabotí, han recurrido a la justicia penal para denunciar por genocidio al gobernador de la provincia, Carlos Rovira.

Los Mbya Guaraní, antiguos habitantes de la selva misionera que durante siglos vivieron como parte de ella sin sentirse sus dueños, vieron sus territorios amenazados cuando la empresa Moconá Forestal S.A., con el aval del gobierno provincial, comenzó a deforestar lo que constituye su medio de vida y sustento.

En la presentación judicial los Caciques describen cómo están organizadas sus comunidades desde hace siglos, y denuncian al gobierno misionero por querer imponerles organizaciones que los propios funcionarios inventaron "para dividirnos y poder así controlarnos mejor".

Raúl Montenegro, Premio Nóbel Alternativo 2004 y presidente de la Fundación para la Defensa del Ambiente (FUNAM), afirma que "la gran cantidad de árboles que taló la empresa Moconá Forestal S.A. en Yabotí pese a la veda, muestra que allí continúa el genocidio silencioso y la brutal destrucción de la selva”.

En los últimos meses, varios niños de las comunidades murieron de desnutrición. D esde agosto de 2004, Caciques y miembros de unas 40 comunidades Mbya Guaraní se han turnado en la plaza central de Posadas para pedir el reconocimiento de sus derechos, la devolución de sus territorios ancestrales y la renuncia del Director de Asuntos Guaraníes. Hasta ahora, el gobernador sigue negándose a recibirlos.

"Mientras los niños Mbya Guaraníes mueren de desnutrición porque el hombre blanco tala su selva y los margina, el gobierno de Misiones y varias organizaciones extranjeras construyeron una Estación Biológica con aire acondicionado, calefacción y todas las comodidades", recordó irónicamente Raúl Montenegro. “Conservar no es inaugurar una estación biológica para que los extranjeros, por más reconocidos que sean, jueguen a los exploradores. Conservar es proteger lo poco que queda de selva mediante un trabajo conjunto de comunidades indígenas, gobierno y otros sectores de la sociedad", denunció Montenegro.

Ariel Araujo de la Coordinadora de Pueblos y Organizaciones Indígenas de la Región Chaqueña y Misiones (COPIRECHA), la organización que acompaña a los Mbya en su lucha, expresó que la insensibilidad del gobierno "es agobiante e incomprensible. No les importa ver sufrir a niños, mujeres y hombres. Solo quieren que los indígenas sigan haciendo lo que dice el blanco, lo que dice el gobierno".

En su presentación al tribunal, los Caciques dicen que "nos hemos afincado en la plaza 9 de Julio de la ciudad de Posadas, que representa 'la libertad' del pueblo blanco, y a la sombra de la estatua que representa 'su libertad' (para) pedir se detenga la masacre de nuestros niños y ancianos".

Los hechos demuestran que la muerte de la selva es la muerte de su gente. Por eso, conservarla es un imperativo social y lo contrario constituye un crimen ambiental y un genocidio, como lo denuncia el pueblo Mbya Guaraní.

Artículo basado en información obtenida de: “Indígenas Mbya Guaraní denuncian penalmente por genocidio a Gobernador Rovira y Ministros de Misiones (Argentina)”, enviado por Servicio de Información Indígena SERVINDI, Nº 35, correo electrónico: servindi@amauta.rcp.net.pe ; “ Vergonzoso: el gobernador Rovira recibe a dos ingleses y un estadounidense interesados en Yabotí, pero no a indígenas guaraníes que están en la plaza de Posadas desde hace 52 días”, FUNAM, http://www.funam.org.ar/ingleses.htm