Argentina: monocultivos forestales afectan a poblaciones de aves de pradera

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En Argentina, la invasión de monocultivos forestales está destruyendo la biodiversidad de las praderas. Subsidiadas por el gobierno, y con el apoyo del Banco Mundial, las plantaciones se están extendiendo por las provincias del este del país --Misiones, Corrientes, Entre Ríos-- a la vez que se vienen plantando importantes superficies en las Provincias de Buenos Aires, Córdoba, Cuyo, Chaco y Patagonia. Según cifras extraoficiales, el área plantada en Argentina se multiplicó por cinco entre 1995 y 2000, y continúa creciendo. Las autoridades argentinas quieren seguir los pasos de sus vecinos Chile y Uruguay, ignorando los impactos sociales y ambientales que este modelo está generando en ambos países.

Un estudio publicado recientemente por la asociación ornitológica “Aves Argentinas”, revela que “el auge de las forestaciones subsidiadas por el Estado ha producido la pérdida de poblaciones de aves amenazadas en la eco-región Los Campos, situada al noreste del país”. Muchas zonas que resultan fundamentales para la conservación de especies de pájaros se están convirtiendo en extensos monocultivos de pino y eucalipto, que conforman un hábitat uniforme y pobre en alimento para las mismas. Algunos de los hábitats de pradera de aves endémicas en la Mesopotamia argentina (región ubicada entre los ríos Paraná y Uruguay) están desapareciendo. En la zona de Los Campos domina una vegetación herbácea subtropical, de transición entre la sabana del Chaco, los pastizales de la Pampa y el bosque atlántico. Se trata de un ambiente rico en biodiversidad donde coexisten pastizales, bosques subtropicales, bosques ribereños y humedales. Es el área más rica del país en lo que se refiere a riqueza de especies de aves de pradera, entre las cuales hay diez que se consideran en peligro de extinción a nivel global, por ejemplo la cachirla dorada (Anthus nattereri), el tordo amarillo (Xanthopsar flavus), cuatro especies de capuchinos (Sporophila sp.) y el yetapá de collar (Alectrurus risora).

El relevamiento realizado en Los Campos revela que la destrucción del hábitat natural de pradera y su sustitución por plantaciones de pino y eucalipto ha llevado a la pérdida de poblaciones de pájaros. Otras prácticas relacionadas con la forestación --como la eliminación de humedales y el uso de pesticidas-- están ocasionando impactos adicionales sobre dichas poblaciones. El estudio prueba asimismo que las plantaciones forestales a gran escala en ecosistemas de pradera tienen similares impactos negativos sobre la biodiversidad a los registrados en zonas de bosque, y que cuanto mayor sea su escala, mayor será el impacto.

Artículo basado en información obtenida de: Carlos U. Leoni, 8/4/2001.