México: fragmentación de ecosistemas e inequidad

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Las dos terceras partes del territorio mexicano estuvieron alguna vez cubiertas de diferentes tipos de formaciones boscosas, como los bosques ribereños, el matorral espinoso chapultepeco, el bosque bajo espinoso, la selva alta perennifolia, el matorral crausicaule, la selva mesófila de montaña y muchas otras. Aun hoy en día México está considerado como país "megadiverso" en relación con la flora y la fauna, parte de la cual vive en dichos bosques y matorrales. Durante las últimas décadas estas ricas áreas han estado sometidas a un proceso de degradación y destrucción. Si bien las estimaciones oficiales acerca de la pérdida de bosques varían mucho (se habla de entre 370.000 y 746.000 hectáreas), cualquiera sea la cifra, la situación resulta alarmante.

La fragmentación de los ecosistemas es una manera útil de evaluar el estado de los bosques y matorrales en un territorio dado y de la diversidad a ellos relacionada. La fragmentación del hábitat puede tener severas consecuencias sobre las poblaciones de insectos, aves y mamíferos e incluso determinar su completa desaparición una vez que los recursos vitales para su subsistencia descienden por debajo de un determinado nivel. Este efecto negativo debe adicionarse a la erosión de suelos y la alteración del ciclo hidrológico que se dan cuando los bosques desaparecen. En un reciente estudio sobre el tema basado en interpretación cartográfica, realizado a efectos de evaluar los cambios acaecidos entre 1973 y 1993, se clasificó los fragmentos de vegetación según la relación entre su perímetro y su área. Se comprobó que en ese período la frecuencia de los fragmentos mayores disminuyó, al tiempo que la de los menores aumentó, lo que significa que con el tiempo se fue dando una severa fragmentación de los ecosistemas.

Esta situación no es producto de un proceso natural. "La profunda inequidad que caracteriza a la sociedad mexicana y la posición desventajosa de las comunidades de los bosques en sus negociaciones con los estamentos oficiales a nivel local, estadual y federal, así como con el sector privado -que es el comprador final de los recursos de éstas- junto al profundo desacuerdo existente acerca de la importancia de proteger el ambiente y asegurar su integridad para las futuras generaciones, al tiempo que suministra medios de vida de manera razonable según los preceptos de la producción sustentable" están en la raíz del problema, afirman David Barkin y Miguel Angel García en la investigación realizada en el marco de la iniciativa "Abordando las Causas Subyacentes de la Deforestación y la Degradación de los Bosques", de la que participó el WRM en 1998. Ente tanto, las autoridades mexicanas no sólo siguen ignorando el problema, sino que incluso hostigan a quienes defienden sus bosques, como ha sido el caso del líder campesino Rodolfo Montiel (ver Boletines 26 y 35 del WRM).

 

Artículo basado en información obtenida de: "Deforestación y fragmentación de ecosistemas: ¿qué tan grave es el problema en México?" por Claudia Aguilar, Eduardo Martínez y Laura Arriaga, Biodiversitas, Año 5, Nº 30, Mayo de 2000;