Venezuela: certificación de Smartwood a plantaciones de empresa chilena puesta en tela de juicio

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Lo que sigue son las conclusiones presentadas en un informe de viaje (disponible en: http://www.wrm.org.uy/paises/Venezuela/Gira2006.pdf) de la investigación realizada recientemente por 4 representantes de la Red Latinoamericana contra los Monocultivos de Árboles en la zona donde se encuentran ubicadas las plantaciones de Uverito, nombre con el se conocen alrededor de 600.000 hectáreas de plantaciones de pinos instaladas en los Estados de Monagas y Anzoátegui. En el año 2003, la empresa SmartWood certifica 12 predios, con un total de 139.650 hectáreas, de la empresa Terranova de Venezuela (TDV) que forman parte de dichas plantaciones. La empresa TDV pertenece al Grupo Forestal Terranova con sede en Chile, vinculado a otras empresas chilenas y a capitales norteamericanos.

“Durante todo nuestro recorrido a lo largo de la zona de las plantaciones de pinos pudimos observar poblaciones muy pobres prácticamente sin servicios. Increíblemente esto también se afirma en el informe de certificación de SmartWood, que dice que “la mayoría de esos poblados poseen una situación precaria en vivienda y servicios conexos de agua, cloaca y recolección de basura, aunado a los bajos niveles de atención en salud y educación”. Aparentemente estas plantaciones no han traído a los poblados de la zona mejoras significativas ni nada parecido a lo anunciado por las empresas y quienes están vinculados a ellas a la hora de promocionar los monocultivos forestales. Ni siquiera en poblaciones como Chaguaramas, donde se nos informó que no había prácticamente gente en el pueblo cuando pasamos por allí porque la mayoría estaba trabajando en el vivero de la empresa forestal, se podía constatar que la gente se viera muy beneficiada por esos empleos. En términos generales se podría afirmar que desde el punto de vista social estas plantaciones no han sido socialmente beneficiosas para las comunidades cercanas a ellas.

La tierra resquebrajada y los continuos incendios en las áreas de plantaciones hablan a las claras de un cambio total del ecosistema natural, que donde ha podido sobrevivir está lejos de tener esas características. El grado de afectación del ecosistema natural y los recursos hídricos de la zona, a pesar de que en muchos casos pueden observarse a simple vista, merecerían un estudio más en profundidad. Los pocos estudios que se han publicado al respecto hablan de cambios estructurales importantes en el suelo y afectación en los recursos hídricos, aunque generalmente lo que se ha analizado es el grado de afectación que estos factores han producido en los pinos y no en el ecosistema natural. De las observaciones que se pudieron realizar a simple vista durante el recorrido se puede deducir que las plantaciones han generado un ambiente propicio para que se generen incendios que ocasionaron graves daños ambientales, sociales y económicos, que los cursos de agua que dependen en gran medida de los sistemas naturales han sido afectados y que muchos de los cursos de agua como el Río Morichal Largo se encuentran contaminados y muy probablemente como consecuencia de la gran cantidad de agrotóxicos que se utilizan en las áreas de plantaciones. Desde el punto de vista ambiental la situación amerita por lo menos un estudio serio de los impactos existentes hasta el momento antes de continuar con las plantaciones a gran escala.

Finalmente, desde el punto de vista económico el proyecto de plantaciones de Uverito ha sido posible no sólo por los 275 millones de dólares que hicieron falta para establecerlas, tal lo afirmado por representantes del organismo gubernamental responsable CVG, sino que ha recibido de parte del gobierno otro tipo de apoyos económicos en infraestructura. Entre ellos, tal cual lo afirma el gobierno, los 800 millones de dólares ya entregados por la construcción del puente y otros tantos millones prometidos para esta obra y para completar las nuevas carreteras, que como se detalló durante la recorrida beneficiarán casi exclusivamente a las multinacionales relacionadas a las plantaciones. No hemos podido averiguar exactamente cuanto ha recibido el Estado venezolano de la multinacional TDV, aunque sí sabemos que la negociación ha sido denunciada por fraudulenta y que la razón social de la empresa TDV, certificada por SmartWood, ha sido sustituida por la multinacional Masisa. En resumidas cuentas, las plantaciones y los emprendimientos industriales relacionados a ellas no hubieran sido posibles si el Estado venezolano no hubiera aportado mucho más de lo que aparentemente ha recibido y recibirá a cambio”.

A pesar de que como lo indica el informe durante muchos años hemos escuchado decir, tanto a representantes de gobierno, de empresas, académicos/as y hasta a representantes de ONGs venezolanas, que “las plantaciones de Uverito” no han causado nunca ningún problema y que además se instalaron en lugares donde antes no había “nada”, este informe arroja dudas sobre dichas aseveraciones y pone en tela de juicio el análisis llevado a cabo por SwartWood sobre la sustentabilidad ecológica, económica y social de dichas plantaciones.