¿El saqueo en la República Democrática del Congo será certificado en Uganda?

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Una misión de la ONU presentó recientemente un informe sobre la explotación generalizada de los recursos mineros y forestales en el Congo (ex-Zaire) por fuerzas de Ruanda y Uganda, en colaboración con grupos de oposición congoleses en la región oriental del país.

Entre los diversos temas que se analizan en detalle en el informe, hay un estudio de caso especial sobre la compañía forestal ugandesa-tailandesa DARA Forest, que inició sus operaciones en el área de Ituri en 1998. La compañía solicitó de inmediato una concesión forestal a las autoridades congolesas, que fue rechazada por el gobierno de Kinshasa. A pesar de eso, la compañía comenzó sus actividades comprando madera a los madereros locales, y ese mismo año instaló un aserradero en Mangina. Antes del año 2000 ya había recibido una concesión forestal de parte del grupo armado de la oposición Rassemblement Congolais pour la Démocratie-Mouvement de Libération (RCD-ML).

Entre 1998 y 2000, la deforestación aumentó (especialmente en Djugu, Mambassa, Beni, Komanda, Luna, Mont Moyo y Aboro) como resultado del madereo insustentable a gran escala relacionado con las actividades de DARA Forest.

La madera extraída de esa región (ocupada por el ejercito ugandés y el RCD-ML) se transporta a Uganda para uso local y para exportación. Como la madera extraída en el Congo no paga ningún tipo de impuesto, la madera de acajou de ese país es mucho más barata en Uganda que la misma madera cortada localmente. Los troncos del Congo se exportan más tarde a Kenia, y posteriormente se reexportan en grandes volúmenes a Asia, Europa y América del Norte. Las compañías que compran la madera indocumentada de DARA tienen sus sedes principalmente en Bélgica, China, Dinamarca, Estados Unidos, Japón, Kenia y Suiza.

Para intentar “legalizar” sus operaciones, DARA Forest firmó un contrato en mayo de 2000 con SmartWood y el Rogue Institute for Ecology and Economy de Oregon, EE.UU., dirigido a obtener la certificación para su madera. El plan consistía en certificar el bosque de Budongo en Uganda (en el que DARA ni siquiera tenía una concesión en ese momento), y utilizar dicha certificación para comercializar la madera extraída en forma ilegal y no sustentable en el Congo.

Según la documentación interna de la empresa, de esa forma DARA Forest importaría troncos desde el Congo, que serían procesados en Namanve, Uganda, junto con la madera extraída del bosque certificado de Uganda. De esa forma, la totalidad de su producción sería comercializada como madera certificada por el Consejo de Manejo Forestal (FSC por su sigla en inglés). Los socios de DARA en esta operación serían DARA Europe GmbH de Alemania, Shanton President Wood Supply Co. Ltd. de China, President Wood Supply Co. Ltd. de Tailandia y DARA Tropical Hardwood, Portland (Oregon) de EE.UU. Una operación ingeniosa que, después de la aparición del informe de la misión de la ONU, es de esperar que fracase.

Artículo basado en información obtenida de: Rapport du Groupe d’experts sur l’exploitation illégale des ressources naturelles et autres richesses de la République démocratique du Congo.