¿Qué tienen en común las luchas de mujeres que enfrentan el acaparamiento de tierras en México, Sierra Leona e Indonesia?

En el mes del Día Internacional de las Mujeres, el WRM relanza el podcast “Luchas de mujeres por la tierra”, con historias de colectivos de mujeres de la costa de Chiapas, en México; del cacicazgo de Malen, en Sierra Leona; y de la zona del río Kapuas, en Kalimantan Central, Indonesia. Si bien en principio, sus historias parecen diferentes, encontramos muchos puntos en común y una fuerte conexión entre ellas.

Madagascar: La comunidad de Sainte Luce dice NO a la destrucción provocada por la minería

Sainte Luce es un pueblo de pescadores de 2.500 habitantes situado en el distrito de Fort Dauphin, comuna de Mahatalaky, en el sureste de Madagascar. La pesca es fundamental para el sustento de las familias de Sainte Luce; los bosques y humedales cercanos les proporcionan además medicinas, bienes materiales y soberanía alimentaria. El acceso a los servicios públicos, como la educación y la salud, es muy limitado y las escuelas y los puestos de salud más cercanos se encuentran a unos 15 kilómetros de la comuna.

La comunidad de Sainte Luce teme que la explotación de ilmenita por parte de la filial de Rio Tinto, QIT-Madagascar Minerals (QMM), destruya sus zonas de pesca, sus tierras y sus medios de vida. Aunque no se ha comunicado ninguna fecha para la expansión de la explotación, la comunidad teme que dicha expansión sea inminente. Para proteger su supervivencia como comunidad, la comunidad de Sainte Luce dice NO a este proyecto minero que, de llevarse a cabo, destruiría la tierra de sus antepasados.

“Declaramos nuestra oposición al proyecto minero”

En diciembre de 2023, la comunidad de Sainte Luce entregó una carta y testimonios en vídeo a QMM y a las autoridades malgaches, en los que manifestaban su oposición a la destrucción de sus tierras y zonas de pesca para la explotación de ilmenita. Este mineral se utiliza en la fabricación de pinturas blancas y plásticos, entre otros productos. (1)

La comunidad de Sainte Luce tiene motivos para creer que la ampliación de la mina de QMM supondría su destrucción, teniendo en cuenta el historial de la empresa hasta el momento.
En medio de una gran controversia, la empresa minera angloaustraliana Rio Tinto recibió en 2005 un contrato de arrendamiento minero a largo plazo del gobierno malgache. El contrato de arrendamiento entregó casi 6.000 hectáreas de tierra a QMM –una empresa conjunta entre Rio Tinto y el Estado malgache– para extraer ilmenita en tres lugares cerca de la ciudad de Fort Dauphin, en el sudeste de Madagascar. Estos tres lugares eran Mandena, Petriky y Sainte Luce. Hasta ahora, la empresa sólo tiene operaciones en uno de estos lugares: Mandena. La ilmenita extraída por QMM se envía a una planta de procesamiento de Rio Tinto en Canadá y se vende como óxido de titanio, que se utiliza en pintura blanca y plásticos, entre otras aplicaciones. El precio de una tonelada de óxido de titanio rondaba los 290 dólares en agosto de 2024.

La explotación minera en el terreno de 2.000 hectáreas concesionado en Mandena, en las afueras de Fort Dauphin, comenzó en 2008. Poco después de que QMM obtuviera el contrato de arrendamiento, las familias que vivían cerca de varias instalaciones relacionadas con el proyecto se vieron obligadas a ceder sus tierras, incluidas las cercanas al nuevo puerto minero, las áreas de conservación privadas y Mandena. Quince años después, todavía existen disputas sobre la compensación que QMM prometió a las familias por la pérdida de sus medios de vida, ya que las familias afectadas por la minería en Mandena afirman que el proceso de compensación las perjudicó. En mayo de 2024, QMM acordó reevaluar los pagos de compensación.

A pesar de la destrucción masiva causada por el proyecto, Rio Tinto afirma que ayudó a proteger los bosques alrededor del puerto de ser destruidos, al declararlos áreas protegidas. Con esto la empresa afirma haber “compensado” la destrucción de los bosques y la diversidad biológica en los sitios mineros. (2)

En junio de 2023, antes de las elecciones nacionales que se celebrarían más tarde ese año, Rio Tinto y el gobierno malgache anunciaron que se estaba creando un comité interministerial para facilitar “la obtención de las distintas autorizaciones” necesarias para avanzar en los preparativos para la explotación minera en los yacimientos restantes, Petriky y Sainte Luce. (3)

Rio Tinto obtiene beneficios, las comunidades malgaches pagan

La multinacional minera Rio Tinto posee el 85 por ciento de QMM, mientras que el gobierno de Madagascar posee el 15 por ciento restante, según un comunicado de prensa de la empresa del 22 de agosto de 2023. En este comunicado de prensa, la empresa anunció que había concluido el proceso de renegociación de los acuerdos financieros; esta renegociación estaba prevista e incluida en el contrato de arrendamiento inicial. (4) Tanto en el acuerdo original como en el renegociado, la mayor parte de los beneficios van a parar a Rio Tinto, mientras que las comunidades y el Estado de Madagascar se quedan con los conflictos y los múltiples daños que dejan tras de sí las actividades mineras. Rio Tinto paga una mera regalía del 2,5 por ciento sobre los minerales en bruto extraídos, minerales que la empresa exporta a su propia planta de procesamiento en Canadá. El acuerdo financiero renegociado también reduce la participación del Estado en QMM al 15 por ciento (frente al 20 por ciento), a cambio de la cancelación de 77 millones de dólares que la empresa adelantó al gobierno de Madagascar “para financiar su financiación de QMM”. Además, el primer dividendo que Rio Tinto ha acordado pagar al gobierno viene con condiciones: el Estado debe gastar US$ 12 millones en la rehabilitación de 110 km de la carretera nacional 13, una importante carretera de la región.

Las comunidades sufren destrucción y contaminación del agua por la minería en Mandena

Durante la última década, la minería de QMM en Mandena ha afectado especialmente a tres aldeas, y en particular a los pescadores. Aproximadamente 15.000 personas viven en las tres aldeas que bordean la mina. Numerosas familias perdieron sus medios de vida cuando las actividades mineras de QMM comenzaron a destruir los bosques y las zonas de pesca circundantes. Las familias vieron caer sus capturas pesqueras en casi un 50 por ciento. Se vieron obligadas a abandonar sus tierras y muchas nunca recibieron la compensación prometida. (5)

Entre otros impactos importantes de la minería de QMM figuran la contaminación del agua y las altas concentraciones de plomo. (6) A principios de 2022, los residentes protestaron porque aparecían peces muertos en los cuerpos de agua de las afueras de Fort Dauphin. Poco antes de que comenzaran a aparecer los peces muertos, la empresa había llevado a cabo una “liberación controlada de agua” para evitar (otra) ruptura de los diques de arena que la empresa utiliza para mantener el agua contaminada en el sitio minero. Ésta no era la primera vez que la empresa realizaba una liberación de emergencia de agua tóxica. En 2010 y 2018, la empresa también derramó grandes cantidades de desechos mineros contaminados en cuerpos de agua alrededor de la mina, para evitar que el sistema de contención de la mina colapsara. En 2018, después de que se liberaron las aguas residuales, comenzaron a aparecer peces muertos en los lagos. (7)

Poco después de que aparecieran los peces muertos a principios de 2022, el gobierno impuso una prohibición de pesca, lo que significó que los pescadores dejaron de percibir los ingresos de la pesca durante meses. Mientras tanto, QMM hizo lo que las empresas mineras suelen hacer en estos casos: negó cualquier conexión entre la liberación del agua contaminada que había hecho y los peces muertos. (8) En una declaración a la revista The Intercept, la empresa afirma que de un análisis de muestras de agua que había encargado no se reveló “ningún vínculo concluyente entre nuestras actividades mineras y los peces muertos observados por los miembros de la comunidad”. (9)

Ha habido protestas periódicas contra las actividades mineras de QMM por una multitud de razones: existen reclamaciones de indemnización sin resolver; los lagos y lagunas han sido contaminados durante más de una década por el sistema de aguas residuales de la mina, que QMM no se molesta en arreglar; las comunidades han perdido los ingresos que solían obtener de la pesca y la recolección de productos del bosque, como el Mahampy para producir las esteras tradicionales comunes en la región; las comunidades han perdido la tierra donde cultivan alimentos; las promesas de empleo no se han cumplido; y las comunidades enfrentan importantes riesgos de salud debido a los elevados niveles de uranio y plomo alrededor de la mina. Aquí también, la filial de Rio Tinto ha hecho lo que las empresas mineras suelen hacer en respuesta a las protestas por sus actividades destructivas: ha ignorado la causa de la protesta y ha pedido a las autoridades estatales que envíen a la policía.

Un informe publicado en marzo de 2022 por la red Publish What You Pay afirma que “ha habido protestas contra QMM desde que comenzó sus actividades en 2009. Cientos de malgaches han levantado barreras/bloqueos de carreteras y han salido a las calles para hacer huelga contra el desplazamiento y la reubicación involuntaria, la pérdida de tierras y del acceso a sus bosques locales, la destrucción de zonas de bosque sagradas, la compensación inadecuada por la pérdida de tierras y medios de vida, la eliminación de tumbas ancestrales y la percepción de inequidad en las prácticas de empleo de QMM que han favorecido a los trabajadores de otros países o regiones en lugar de capacitar y contratar a la población local”. (10) Muchas de esas protestas se han enfrentado a una dura represión policial y a la represión de los dirigentes sindicales y los habitantes de las aldeas, que exigen que la empresa deje de infringir la ley, contaminar el agua y destruir sus medios de vida. (11)

Frente a la represión policial existente, el encarcelamiento de manifestantes y la negativa de la empresa minera a atender sus demandas, en abril de 2024 los habitantes de las inmediaciones de las minas de QMM en Mandena presentaron demandas judiciales en el Reino Unido. Acusan a Rio Tinto de contaminar los lagos de los que dependen para sus necesidades domésticas con niveles de uranio y plomo que suponen un grave riesgo para su salud. (12)

15 años de explotación minera de QMM en Mandena han provocado destrucción, contaminación, conflictos, represión violenta de las protestas y represión por parte del Estado y de QMM contra los ciudadanos que han exigido que se respeten sus derechos. En este contexto, la comunidad de Sainte Luce declara su oposición a la propuesta de QMM de ampliar la explotación minera de ilmenita en su territorio.

Sainte Luce dice NO a la destrucción de su modo de vida

Sainte Luce es la capital de la langosta del sur de Madagascar. Los chefs de restaurantes de lugares tan lejanos como Antananarivo, la capital de Madagascar, buscan pescado, cangrejos y, sobre todo, langostas capturados en las costas de Sainte Luce. La pesca de mariscos y el procesamiento de productos del bosque como la amboza y el mahampy (fibras naturales que las mujeres utilizan para tejer esteras y artesanías) han sido el sustento de la comunidad durante varias generaciones.

Alarmados por la destrucción y la peligrosa contaminación causadas por la mina de QMM, así como por la drástica reducción de la pesca en la cercana Mandena, los residentes de Sainte Luce han prometido proteger sus formas de vida y la tierra de sus antepasados.

En marzo de 2023, la comunidad informó a QMM y a las autoridades malgaches sobre su decisión de oponerse a la mina de ilmenita en Sainte Luce y a la destrucción que traería consigo. “Declaramos nuestra oposición al proyecto minero”, afirmó la comunidad en una carta a QMM y a las autoridades. En diciembre de 2023, los representantes de la comunidad entregaron copias de un vídeo de la comunidad a las autoridades malgaches y a QMM. En el vídeo, los residentes explican la decisión de la comunidad de oponerse a la explotación minera de QMM en su territorio. Dicen que la comunidad decidió preparar un vídeo como prueba de que la decisión se tomó de forma colectiva. (13)

“No queremos este proyecto que destruirá nuestras fuentes de ingresos sostenibles”.

QMM ya restringe el acceso de la comunidad de Sainte Luce a sus bosques

En diciembre de 2023, en medio de la entrega del vídeo a las autoridades malgaches y a QMM en Fort Dauphin, los miembros de la comunidad de Sainte Luce tuvieron que asistir a un proceso judicial. El tema en cuestión era el derecho de la comunidad a sus tierras ancestrales, los bosques que QMM llama S8, S9 y S17. QMM hizo que estos bosques se declararan zonas protegidas y afirma que, con ello, los salvó de la destrucción. Estos bosques ahora están gestionados por un grupo llamado FIMPIA (Fikambanana Mpiaro ny Ambatoatsinana), que cuenta con el apoyo y la financiación de QMM. FIMPIA acusa ahora a la comunidad de entrar ilegalmente en sus propias tierras ancestrales, que QMM había declarado “zona protegida”.

En 2009, la empresa publicó un dossier de prensa sobre la mina titulado 'A mine at the rescue of the unique biodiversity of the littoral zone of Fort Dauphin’ (Una mina al rescate de la biodiversidad única de la zona litoral de Fort Dauphin). (14) La publicación fue parte de la iniciativa de Rio Tinto para ganarse el apoyo de las ONG conservacionistas –o quizás comprarlas. Algunas de estas ONG se opusieron inicialmente a la mina de Rio Tinto porque destruiría 1.600 hectáreas de bosques costeros. Para frenar esta oposición de las ONG a sus planes mineros, Rio Tinto aceptó “compensar” por los bosques biológicamente diversos que su mina iba a destruir.

Pero cuando las ONG conservacionistas abandonaron su oposición a la mina de QMM, pasaron por alto una pregunta muy importante: ¿cómo se puede compensar la destrucción de un bosque único, que no sólo es el hogar de numerosas especies raras y endémicas de plantas y animales, sino también el hogar de las comunidades de Sainte Luce y Mandena, su cultura y sus conexiones ancestrales? Las supuestas compensaciones por pérdida de biodiversidad implican la prohibición a la comunidad de utilizar varios bosques, tanto en las inmediaciones de la mina como en Antsotso, a unos 60 km al norte de las operaciones mineras.

El bosque comunitario en las afueras de Manafiafy –que es el nombre malgache de Sainte Luce– es uno de esos lugares que Rio Tinto había declarado como área protegida, como parte del programa de “compensación por pérdida de biodiversidad” de la empresa. QMM se refiere al bosque como “Zona S9, S8, S17”, donde “S” significa Sainte Luce. Al igual que en Antsotso, el bosque comunitario fuera de Manafiafy se ha convertido en un área prioritaria en materia de biodiversidad para Rio Tinto. La operación minera de QMM implica en esencia una doble apropiación de tierras: primero, de los sitios mineros, y segundo, de los sitios de compensación por pérdida de biodiversidad –en este caso, S9, S8, S17 y los bosques de Tsitongambarika en Antsotso– donde los bosques comunitarios han sido declarados áreas protegidas a instancias de Rio Tinto. (2)

“Declaramos nuestra oposición al proyecto minero”

La comunidad de Sainte Luce ha dejado claro que protegerá la capital de la langosta del sur de Madagascar contra la destrucción, la violencia y el conflicto que traería consigo la mina QMM. Ha informado a la empresa que antepone la comunidad, sus medios de vida, sus formas de vida y el hogar de sus antepasados ​​a la promesa de beneficios a corto plazo. Pide a las industrias del turismo y de la langosta que apoyen su esfuerzo para proteger a Sainte Luce contra la minería destructiva, y pide a las autoridades malgaches que no sacrifiquen a su comunidad por dinero fácil y beneficio personal. QMM ya ha dejado un historial de conflicto, violencia, contaminación y amenazas a la salud de los residentes (por los elevados niveles de uranio y plomo en Mandena y Fort Dauphin). En esta lucha de David contra Goliat, nos solidarizamos con el pueblo de Sainte Luce, cuyos residentes han prometido proteger la tierra de sus antepasados ​​y el futuro de su comunidad.

Asociación Finoana y Secretariado del WRM


(1) Sainte Luce dice NO a la destrucción de sus bosques y formas de vida por la minería. Vídeo de testimonios
(2) Your Mine. Vídeo de 17 minutos. 
(3) 23 de junio de 2023. L’Etat entend faciliter l’extension du projet QMM à Petriky et Sainte-Luce. 2424MG.
(4) Declaración de Rio Tinto sobre la renegociación de los aspectos financieros de la concesión con el gobierno malgache.
Pueden ver (7) para saber cómo Rio Tinto utiliza los años electorales para llegar a acuerdos con los gobiernos.
(5) Villagers demand Rio Tinto compensation. Yvone Orengo. The Ecologist. Diciembre de 2022.. Orengo también señala que, a pesar de que “QMM afirma haber pagado casi 4 millones de dólares en compensación a las personas que se vieron perjudicadas por la mina Mandena, en diciembre de 2009 había, según se informa, 563 reclamaciones de compensación pendientes, presentadas ante QMM”.
(6) Rural villagers living near mine in Madagascar take legal action against mining giant Rio Tinto after tests show dangerous levels of lead in their bodies, Leighday, Abril de 2024.
(7) Rio Tinto’s Madagascar mine promised prosperity. It tainted a community. Neha Wadekar. The Intercept. 03 de abril de 2024.
(8) La sección de la página web de Rio Tinto sobre sus operaciones de QMM en Madagascar:
(9) Idem 7
(10) Large-scale mining’s impacts: a case study of Rio Tinto /QMM mine in Madagascar. Publish What You Pay Network. Marzo de 2022.
(11)Comunicado del colectivo TANY & CRAAD-OI sobre las protestas de 2018.
(12) Idem 7
(13) Idem 1
(14) A mine at the rescue of the unique biodiversity of the littoral zone of Fort-Dauphin. QIT Madagascar Minerals SA.  Dossier de prensa. 2009.

Fondos millonarios para la biodiversidad: Una propuesta peligrosa

Mientras se realizaba en Cali, Colombia, la 16º Conferencia de las Partes (COP 16) del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), la organización ecuatoriana Acción Ecológica publicó una conversación con Andre Standing, integrante de la Coalición por Acuerdos Pesqueros Justos (CFFA, por sus siglas en inglés), una plataforma de organizaciones europeas y africanas en defensa de las comunidades pesqueras artesanales africanas. 

Standing realiza un análisis crítico sobre una de las ideas dominantes en las reuniones del CDB, que afirma que para combatir la pérdida de biodiversidad se necesita invertir 700 millones de dólares anuales, especialmente en los países del Sur global. 

La COP16 finalizó el 1 de noviembre pasado sin un acuerdo acerca de la creación de un fondo mundial para cubrir ese déficit. Sin embargo, la propuesta se mantiene en los documentos que guían la agenda del CDB, del cual participan 196 países.

Compartimos aquí la entrevista completa, publicada el 28 de octubre de 2024.

Hablar de un déficit de 700.000 millones de dólares para financiar la biodiversidad es una propuesta peligrosa para las personas y la naturaleza

Entre el 21 de octubre y el 1 de noviembre se celebra en Cali, Colombia,la 16º Conferencia de las Partes (COP 16) del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) (1). El documento de base para las negociaciones es el Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal (GBF, por sus siglas en inglés), adoptado durante la COP 15 del CDB, en 2022. 

El Marco Global de Biodiversidad establece, entre sus objetivos globales para 2050, la meta de lograr recursos financieros suficientes para cerrar progresivamente la brecha de financiación de la biodiversidad de 700.000 millones de dólares anuales. Por este motivo, uno de los temas clave que se debatirán en Cali en la COP16 son los mecanismos financieros necesarios para cerrar este déficit.

Sin embargo, al igual que ocurre con la financiación de la lucha contra el cambio climático, que afirma que se necesitarían al menos 100.000 millones de dólares al año para combatirlo, estas cifras salen de cálculos descabellados pero están claramente dirigidas a intentar salvar al capitalismo de su actual crisis de acumulación.

Uno de los informes clave para que el CDB haya llegado a esta cifra de 700.000 millones en el Marco Mundial de la Biodiversidad de Kunming-Montreal es el documento Financiar la naturaleza: Cerrando la brecha financiera global de la biodiversidad (3). No es la primera vez que documentos de renombre elaborados por consultores sirven de base para los debates internacionales sobre el clima y la biodiversidad. Lo mismo ocurrió con el histórico documento Informe Stern: La economía del cambio climático (4) encargado por el gobierno británico y publicado en octubre de 2006 (Nicholas Stern fue economista del Banco Mundial) o el informe provisional sobre La economía de los ecosistemas y la biodiversidad (TEEB, por su nombre en inglés) (5) en 2008, encargado por la Comisión Europea, con Pavan Sukhdev como responsable (entonces jefe de la división de mercados internacionales del Deutsche Bank).

En el caso de Financiar la naturaleza, lo elaboraron tres organizaciones. El Instituto Paulson, fundado por Henry Paulson, ex Secretario del Tesoro de Estados Unidos y antiguo alto cargo de Goldman Sachs; The Nature Conservancy, la mayor transnacional conservacionista del mundo y ahora socia del sistema financiero internacional; y el Centro Cornell Atkinson para la Sostenibilidad, un think tank estadounidense creado por David Atkinson, ex vicepresidente de JP Morgan, uno de los mayores conglomerados financieros del mundo. En el prólogo de la publicación figuran nombres como directores del Fondo Monetario Internacional (FM), el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Central Europeo, así como Michael Bloomberg, fundador de la empresa de información financiera Bloomberg, entre otros.

No es de extrañar que estos informes, como Financiar la naturaleza: Cerrando la brecha financiera global de la biodiversidad, estén dirigidos por personal bancario, ya que no se trata de propuestas para abordar las causas subyacentes de la pérdida de biodiversidad o el cambio climático, sino de profundizar en la financiarización de la naturaleza para sacar provecho de las crisis medioambientales y favorecer al sector privado empresarial con la ayuda del sistema financiero global.

En la siguiente entrevista con Andre Standing, de la Coalición por Acuerdos Pesqueros Justos (CFFA), aprenderemos más sobre el informe Financiar la Naturaleza y los peligros de ponerle precio a la biodiversidad.

Acción Ecológica: Andre, acabas de publicar un largo artículo (6) sobre el documento «Financing Nature: Closing the Global Biodiversity Finance Gap», que se ha convertido en uno de los informes más citados sobre conservación de la biodiversidad. También se hace referencia a él en el Objetivo D del Marco de Biodiversidad de Kunming-Montreal y se utilizó para establecer objetivos precisos para la movilización de recursos por las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) de las Naciones Unidas. Es así que se argumenta en la COP16 es que existe un enorme déficit, o brecha, de financiaciónde de al menos 700.000 millones de dólares al año. 

Dinos, ¿por qué se habla tanto de brecha en la financiación de la biodiversidad? ¿A qué se refieren cuando hablan de déficit en el dinero que debería invertirse?

Andre Standing: Financiar la naturaleza ha sido un informe increíblemente influyente. Muchas organizaciones aceptan con fe ciega el déficit de financiación de 700.000 millones de dólares y, por supuesto, esto también incluye a los arquitectos del Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal. Hay algo muy atractivo en ver la crisis de la biodiversidad como un problema que requiere mucho dinero para resolverse. Sin embargo, creo que es esencial que la gente se dé cuenta de que esa cifra es un disparate, basada en unos cálculos muy dudosos. También creo que la idea de un déficit de financiación es una forma peligrosa de enfocar los debates sobre lo que se necesita para transformar las sociedades a fin de mejorar la conservación de la naturaleza. Pero es un enfoque que conviene a muchas organizaciones.

Los informes sobre el déficit de financiación se han convertido en un tipo de publicación muy popular en la última década. Todos siguen la misma fórmula y muestran sistemáticamente que la brecha es tan grande que la financiación pública no puede cerrarla, por lo que la financiación privada debe acudir al rescate. Sus recomendaciones siempre incluyen estrategias como “mezclar” dinero público con inversión privada...(7) Así que lo importante es considerar que estos informes sobre el déficit de financiación, incluido el de Financiar la naturaleza, tienen una motivación ideológica. Nadie debería aceptar estas cifras a menos que esté dispuesto a respaldar la opinión de que salvar la biodiversidad depende de una transferencia masiva de poder al sector financiero privado. 

Acción Ecológica: En tu artículo describes por qué la cifra de 700.000 millones no es fiable. ¿Puede explicar cuáles son los problemas con esta cifra?

Andre Standing: Creo que el problema es que mucha de la gente que utiliza esta cifra probablemente no ha leído el informe en su totalidad.

Los informes sobre el déficit de financiación empiezan por establecer una base de referencia de lo que se gasta actualmente. Así, el documento Financiar la naturaleza intenta contabilizar todo el dinero que se gasta en el mundo y que tendría un impacto positivo en la conservación de la biodiversidad. Me parece extraño imaginar que alguien pueda hacer esto. Sin embargo, lo que hicieron los autores de este informe fue sumar todo el dinero que gastan los gobiernos en biodiversidad, con todo el dinero que se gasta a través de la ayuda al desarrollo, así como el dinero que se gasta a través de la financiación privada y los sistemas basados en el mercado, como los sistemas de etiquetado ecológico, las compensaciones de biodiversidad y los bonos verdes. El resultado, según los autores es que el mundo gasta unos 140.000 millones de dólares al año en salvar la biodiversidad.

Como describo en mi artículo, hay muchos problemas con los datos subyacentes. Parte del problema es que este método contabiliza iniciativas que sabemos que son ineficaces. Financiar la naturaleza, por ejemplo, asume que cuando el Banco Mundial informa que ha gastado millones en un proyecto destinado a reformas forestales o pesqueras, ese dinero ha tenido éxito. También se asume que los miles de millones gastados en compensaciones de biodiversidad tienen un beneficio neto para la naturaleza. Una gran parte de los fondos contabilizados por este mismo informe también procede de falsos bonos verdes y del valor global del Forest Stewardship Council (FSC) -entidad certificadora de las plantaciones forestales- o el «aceite de palma sostenible».

Pero también hay cuestiones más fundamentales. El informe acepta una relación directa entre dinero y conservación de la biodiversidad. Más dinero equivale a más éxito. Pero no tiene sentido comparar los gastos de una empresa estadounidense que paga por compensar la pérdida de biodiversidad con los de una organización comunitaria que trabaja en un proyecto de permacultura en un país del Sur. Lo que también resulta especialmente problemático de Financiar la naturaleza es que no hace ningún esfuerzo por recoger los esfuerzos y gastos de millones de Pueblos Indígenas y pequeños agricultores o pescadores que actúan como custodios de vastas zonas del planeta. No se incluyen en absoluto, mientras que unos pocos millones de dólares recaudados en un bono verde sí. Del mismo modo, el valor de un producto con una etiqueta ecológica corporativa se añade al total del gasto en biodiversidad, pero algo producido por un pequeño agricultor o pescador sin etiqueta no se contabiliza, aunque sepamos que este último es mucho más respetuoso con el medio ambiente que el primero.

Así pues, la cifra de referencia de lo que se está gastando no sólo que es falsa, sino que se basa en una perspectiva errónea. Y no hay una reflexión crítica sobre los resultados del dinero destinado a salvar la naturaleza, puesto que una parte del dinero representa un lavado verde corporativo que, de hecho, tiene un impacto perjudicial sobre la biodiversidad.

Acción Ecológica: Entonces, si el informe Financiar la naturaleza ha inventado una cifra de lo que se gasta, ¿cómo llega a una cifra de lo que se necesita?

André Standing: Bueno, la respuesta corta es que se inventan esta cifra basándose en unos cuantos informes polémicos. Es poco creíble que los autores del informe sepan cuánto dinero se necesita para resolver la crisis de la biodiversidad.

Por supuesto, el problema de calcular cuánto dinero se necesita para salvar la naturaleza depende del enfoque que se adopte. Un buen ejemplo de ello es el objetivo 30×30. En Financiar la naturaleza se basan en una cifra elaborada por otro informe que estimaba cuánto costaría declarar el 30 por ciento del planeta reserva natural estricta. Según ese informe, los costes anuales de funcionamiento de las zonas protegidas ascenderían a unos 190.000 millones de dólares. Se podrían decir muchas cosas sobre la exactitud de esa cifra, pero lo más grave es que la cifra de 190.000 millones se basa en un tipo específico de régimen de gestión, basado en gran medida en la aplicación de la ley y el ecoturismo. Alguien llegaría a una perspectiva completamente distinta de los costes si creyera en las áreas protegidas gestionadas por comunidades locales, donde muchas funciones de gestión se basan en el voluntariado y la ayuda mutua.  

Me interesan especialmente las pesquerías marinas, y Financiar la naturaleza supuso que el mundo necesita gastar entre 23.000 y 47.000 millones de dólares en gestión pesquera para garantizar la sostenibilidad de los caladeros y la recuperación de las poblaciones de peces. Se trata de una cifra ridícula basada en un oscuro artículo académico escrito por biólogos marinos estadounidenses que proyectaba los costes mundiales de gestión de la pesca si todos los países gestionaran sus pesquerías como lo hace Estados Unidos: mediante cuotas individuales de captura. Cualquiera que esté familiarizado con la pesca sabe que este modelo es totalmente inaceptable para muchos países del Sur, ya que pondría en peligro el sustento de millones de personas. Además, una cantidad considerable de literatura sobre gestión pesquera muestra que lo que gastan los gobiernos en gestión no es un buen indicador de lo bien que se gestionan las pesquerías. Los expertos no se ponen de acuerdo sobre cuáles son los ingredientes del éxito, pero muchos apuntan a la importancia de la gobernanza democrática, la capacidad de resistir a los grupos de presión empresariales y a la corrupción, y sistemas de tenencia que favorezcan métodos de pesca artesanal de bajo impacto. El dinero, o la falta de él, no es el mayor problema.

Así pues, si nos preguntamos cómo han llegado los autores de Financiar la naturaleza a una estimación de lo que hay que gastar, está bastante claro que estas cifras proceden de algunos trabajos de investigación muy dudosos que nadie debería tomarse en serio.

Acción Ecológica: Tu artículo describe Financiar la naturaleza como una fantasía neoliberal. Esto se debe a la forma en que se prevé cerrar la brecha de financiación. ¿Puedes explicarlo? 

André Standing: Financiar la naturaleza es un informe largo. Tiene más de 230 páginas. Aproximadamente la mitad se dedica a describir cómo cerrar el déficit de financiación imaginado. Lo que se expone en esta parte del informe es que el enorme déficit de financiación es demasiado grande para los gobiernos, por lo que la mayor parte del dinero necesario debe proceder de las finanzas privadas y las empresas. Se hace una propuesta bastante detallada sobre la procedencia del dinero. Se espera que los gobiernos sólo aumenten el gasto en biodiversidad en un 50 por ciento, y que la ayuda al desarrollo aumente en un 100 por ciento. Son partes bastante pequeñas de la propuesta. En comparación, elementos como las compensaciones por pérdida de biodiversidad, los bonos verdes y las ecoetiquetas tienen que crecer más de veinte veces, lo que significa que se convierten en la corriente dominante de financiación para la conservación de la biodiversidad.

Creo que esta propuesta no es sorprendente, dado que Financiar la naturaleza fue redactada por tres organizaciones estadounidenses muy vinculadas al sector bancario. Pero tenemos que ver que esta es la visión en el futuro. Lo que también dice el informe es que, para desbloquear todo este flujo de financiación privada, los Estados y las comunidades tienen que alinearse, de modo que puedan asegurarse de que las circunstancias son propicias para los inversores privados. Creo que debemos preguntarnos qué significa eso en la práctica. Esencialmente, significa que la gestión de los recursos naturales tiene que privatizarse y gestionarse con ánimo de lucro, y que los escasos fondos estatales deben utilizarse para garantías crediticias, por ejemplo.

Lo que resulta evidente al leer Financiar la naturaleza es que todo esto es una fantasía. El informe no es una publicación seria sobre soluciones a la crisis de la biodiversidad, sino una elaborada herramienta de marketing escrita por organizaciones que quieren vender la conservación a los inversores. La pregunta que debemos hacernos es cómo este informe ha llegado tomarse tan en serio y cómo ha llegado a incluirse en el texto del Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal. Lastimósamente, muchas organizaciones aliadas hacen también referencia al déficit de financiación de 700.000 millones de dólares como si fuera real.

Acción Ecológica: Estamos de acuerdo en que se trata de un problema del que estamos siendo testigos en muchas reuniones internacionales. Por ejemplo, en septiembre de este año, un mes antes de la COP16, se celebró en Colombia la Cumbre sobre Financiación de la Biodiversidad (8), organizada por el gobierno colombiano. En esta cumbre, a la que asistieron el Banco Mundial, el BID, asociaciones de banca privada, instituciones como el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNDU) o el Instituto de Recursos Mundiales (WRI, por sus siglas en inglés) o grandes ONGs como WWF y otros, quedó claro hacia dónde se dirige esta financiación. Es abrir enormes flujos de dinero del sector público al sector privado y a los bancos; abrir un devastador y peligroso endeudamiento de los pequeños y medianos empresarios colombianos mediante el acceso a créditos verdes o azules; y, la búsqueda de nuevos negocios con menor riesgo para los inversionistas mediante garantías y seguros; y, al mismo tiempo, tomar de los fondos filantrópicos para el medio ambiente, que se sabe ascienden a miles de millones de dólares de donantes privados. Por mencionar sólo algunos de los intereses de quienes ponen sus miras en lucrar con la crisis de pérdida de biodiversidad y no parecen verdaderamente preocupados por atacar las causas de esta crisis.

La misma lógica se está aplicando ahora en la reunión de la COP16. Entonces, ¿por qué la idea del déficit de financiación recibe un apoyo tan generalizado?

André Standing: Creo que exponer los defectos de la idea del déficit de financiación de 700.000 millones plantea una serie de cuestiones difíciles. Por supuesto, muchas organizaciones que trabajan en el ámbito de la conservación buscan más dinero, y estas enormes cifras del déficit de financiación son claramente útiles. También es cierto que los países del Norte tienen una deuda ecológica con los del Sur, y creo que algunas organizaciones malinterpretan estas cifras como una especie de objetivo de reparación de esta deuda.

Pero creo que necesitamos reflexionar más seriamente sobre el papel del dinero en la conservación y, en particular, sobre las amenazas que supone orientarse hacia un modelo de pago de la conservación mediante financiación privada. La cuestión central de Financiar la Naturaleza es cómo gestiona la sociedad los recursos compartidos. Cómo se genera y distribuye el dinero es de vital importancia, pero la idea de que los sistemas sostenibles y equitativos de gestión de los recursos dependen de enormes cantidades de inversión externa parece errónea y contradice mucho de lo que defienden los movimientos sociales del Sur, como revivir el ideal de tejer y cuidar territorios, y avanzar hacia la soberanía alimentaria. 

Como tú lo dices, la vía de la financiación privada aumentará el flujo de dinero hacia los países del Sur, pero gran parte será en forma de deuda. Este dinero tendrá que ser reembolsado. Así que, si se cierra la brecha de financiación, acabará representando una enorme transferencia de riqueza del Sur al Norte. También implicará probablemente una continuación de la transferencia del control sobre el uso de los recursos naturales a las organizaciones mejor situadas para acceder al capital financiero. Creo que es evidente por qué el déficit de financiación de 700.000 millones de dólares no debe asociarse al pago de una deuda ecológica.

Al denunciar el objetivo de los 700.000 millones de dólares como un peligroso disparate, no debemos pasar por alto que existen auténticas necesidades de redistribución del dinero, incluido el apoyo a entidades gubernamentales y organizaciones de la sociedad civil o comunitarias con escasos recursos. Pero la cuestión, que debería ser el centro de atención de la COP16, es cómo puede generarse este dinero de forma sostenible, equitativa y justa complementando al mismo tiempo un sistema que no esté casado con el crecimiento económico interminable. Desgraciadamente, gracias a informes como Financiar la naturaleza, parece que vamos en la dirección equivocada.

Acción Ecológica: Como bien lo explicas, el documento Financiar la naturaleza ha tenido un profundo impacto en los debates mundiales sobre la conservación de la biodiversidad y se utiliza para uno de los cuatro objetivos del Acuerdo Marco del CDB de Kunming-Montreal. Esto se está viendo en las negociaciones sobre biodiversidad de la COP16. En Cali se está profundizando en la idea de que poner precio a la naturaleza y su financiarización puede servir para salvar el planeta.

Debemos recordar que la propuesta de “cerrar las brechas de financiación” no aparece con el tema de la financiación del clima o la biodiversidad. Esta ha sido una obsesión de los capitalistas durante siglos. Ya ha ocurrido, por ejemplo, para acelerar la salida de mercancías y la necesidad de ferrocarriles o carreteras, las subvenciones estatales o, sobre todo, para hacer frente a la resistencia, la resistencia de la naturaleza y la resistencia de los pueblos.

Centrarse en aumentar la financiación para el cambio climático o la biodiversidad es una distracción de los debates urgentes sobre las causas profundas de la pérdida de biodiversidad o del calentamiento global, como la necesidad de dejar los hidrocarburos en el suelo, de producir y transportar menos manufacturas y de que el Norte global consuma menos, y de respetar los derechos colectivos, de los pueblos y de la naturaleza.


(1) Sixteenth meeting of the Conference of the Parties to the Convention on Biological Diversity (COP 16) https://www.cbd.int/conferences/2024
(2) Decisión adoptada por la Conferencia de las Partes en el Convenio sobre la Diversidad Biológica, diciembre 2022 https://www.cbd.int/doc/decisions/cop-15/cop-15-dec-04-en.pdf  
(3) El informe completo de Financing Nature está disponible aquí
(4) Gobierno del Reino Unido. TEEB.  Resumen en inglés aquí
(5) La economía de los ecosistemas y la biodiversidad, Comunidades Europeas, 2008 https://www.teebweb.org/media/2008/05/TEEB-Interim-Report_Spanish.pdf 
(6) CFFA, Why the $700 billion funding gap for biodiversity is dangerous nonsense: Implications for the oceans and small-scale fisheries, octubre 2024 https://www.cffacape.org/publications-blog/funding-gap-dangerous-nonsense 
(7) Véase UNCTAD (2023) “SDG investment is growing, but too slowly: The investment gap is now $4 trillion, up from $2.5 in 2015”, disponible aquí. https://unctad.org/publication/sdg-investment-trends-monitor-issue-4
(8) Cumbre sobre financiamiento para la biodiversidad, Camino a la COP16, 20 de septiembre de 2024 https://www.youtube.com/watch?v=kToDWiNbQMY