La lucha contra Indorayon en Indonesia

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El 20 de julio ppdo. más de 1.000 integrantes de las fuerzas de seguridad llegaron a la fábrica de papel y celulosa para la fabricación de rayon Indorayon (PT IIU, ubicada en Porsea, cerca del Lago Toba, al norte de Sumatra, para romper el bloqueo al acceso a la misma impuesto por pobladores locales y estudiantes. Diversas manifestaciones habían obstaculizado la actividad de esta planta desde mediados de junio. Cientos de pobladores, apoyados por estudiantes universitarios y miembros de organizaciones ambientalistas bloquearon las vías de acceso a la fábrica de PT IIU, cortando sus suministros de madera y combustible, forzándola así a detener su producción.

Tras la violenta confrontación se informó que por lo menos trece personas quedaron seriamente heridos, en tanto que otros están desaparecidos.

La de Indorayon es una larga historia de acciones llevadas a cabo por la población local y grupos de defensa del ambiente. Se transformó en un caso famoso luego de que la ONG ambientalista WAHLI llevara a juicio a la compañía y al gobierno que en 1989 habilitó la construcción de la fábrica, debido al alto nivel de contaminación que estaba provocando. Poderosos intereses enseguida se pusieron en movimiento. Sin embargo, la comunidad local no cejó en su lucha contra la compañía. Se estima que más de 300.000 personas han sido afectadas por la actividad de esta industria y por las plantaciones que la alimentan. Hacia 1997 la firma había plantado alrededor de 41.000 hectáreas de eucaliptos y acacias. La compañía finlandesa Jaakko Poyry fue responsable del estudio de factibilidad para la planta de PT IIU, actuando además como consultora para la instalación de las referidas plantaciones.

En febrero de este año los habitantes de cuatro poblados afectados por la contaminación generada por la fábrica conformaron un grupo de campaña junto a otros provenientes de la isla Samosir en el Lago Toba. Esta es una de las zonas donde se está cortando la selva, dado que la madera de bosques naturales es la segunda fuente de materia prima para la fábrica de pulpa. La compañía ya ha talado 150.000 hectáreas de selva tropical. El grupo, llamado KAPAL, se rehusó a aceptar la conciliación planteada por representantes de la empresa, y también rechazó las intimidaciones hechas por funcionarios locales. El Día Mundial del Medio Ambiente –5 de junio- formuló un ultimatum a PT IIU para que pusiera fin a la tala de bosques en Samosir.

Durante el mes de junio se sucedieron enormes manifestaciones populares frente a la Gobernación de Sumatra del Norte. El propio Ministro de Medio Ambiente, Panangian Siregar, se sumó al debate manifestando que la planta de Indorayon debería ser clausurada debido a las quejas públicas que se vinieron dando durante años. Sus dichos sorprendieron a la opinión pública del país. Sin embargo, la fábrica no cerró. La respuesta de Indorayon fue limitarse a suspender transitoriamente el madereo en Samosir. En vista de la falta de voluntad de la compañía para atender las quejas de las comunidades locales por su accionar, la gente reaccionó bloqueando la ruta a Porsea e impidiendo de ese modo la continuación del suministro de materia prima para la planta de Indorayon.

Las comunidades locales que resisten están enfrentadas a severos problemas en relación con este asunto. Existe cierta tensión entre los activistas locales y las ONGs más grandes, ubicadas en la ciudad. La población local siente que sobre ella han recaído todos los costos, sin haber disfrutado, a su vez, de ninguno de los beneficios en cuanto a generación de empleo y desarrollo, que, según la compañía, la fábrica traería consigo. En cambio, las ONGs de base urbana consideran que el cierre de la planta es un demanda no realista y que la comunidad ganaría más haciendo campaña para que la compañía se haga responsable de los impactos negativos generados. Otro punto ríspido lo constituye la estrategia adoptada por PT IIU desde 1996 para neutralizar la oposición. La misma consiste en establecer nuevas organizaciones comunales a través de las cuales canaliza contribuciones y organiza eventos de carácter social,en lugar de reconocer el estatus de los líderes comunitarios tradicionales.

Fuente: Basado en una versión extendida de un artículo de “Down to Earth” número 38 (en prensa)