Aceite de Palma
La palma aceitera es originaria de África occidental. Su cultivo es importante para las comunidades que dependen de los bosques, para sus culturas y economías. Sin embargo, los monocultivos de palma aceitera a gran escala destinados a la producción industrial (aceite y agrocombustibles) han sido un agente de deforestación y acaparamiento de tierras en el sudeste asiático. Más recientemente, los monocultivos de palma aceitera también impulsan la destrucción en África y América Latina.
La palmícola Socfin ha traído consigo violencia sobre las comunidades. Pero además, las mujeres tienen que hacer frente a otra opresión: los Jefes Supremos, según el derecho consuetudinario, tiene el poder de decisión y la propiedad sobre la tierra.
La región Sangha está bajo el control absoluto de tres concesiones con orígenes en la época colonial, que hacen uso de guardias armados para impedir que las poblaciones del bosque utilicen sus tierras.
La opresión patriarcal es inseparable del modelo de plantaciones industriales y es la base de cómo las empresas generan beneficios. Las compañías intimidan a las mujeres, en especial por su rol primordial en la vida de la comunidad.
Después de casi diez años de lucha contra una compañía que se apropió de tierras para la palma aceitera, un tribunal dictaminó que las tierras deben ser devueltas a las comunidades. Ahora tratan de decidir qué hacer con las filas y filas de palmas aceiteras. (Disponible en suajili).
De cómo el secretismo y la conspiración en la industria de la palma aceitera son una catástrofe para los bosques de la cuenca del Congo.