Malasia: nuevo impulso al proyecto de la represa de Bakun

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El proyecto para la represa de Bakun --la mayor del Sudeste asiático-- fue originalmente planteado por la autoridades malasias a principios de la década de 1980, abandonado en 1990, resucitado en 1993 y reformulado en 1997. Bakun Hydroelectric Corporation es la propietaria y futura operadora de la represa. Lahmeyer International de Alemania, Harza de EE.UU. y Dohg-Ah Construction and Industrial Co. de Corea del Sur han participado en la supervisión de los trabajos y la construcción del túnel para el desvío de las aguas. El principal paquete para la construcción en esta multimillonaria iniciativa fue concedido a la multinacional suizo-sueca ABB y a la Companhia Brasileira de Projectos e Obras (CBPO), pero en 1997 surgieron problemas y ABB fue retirada del proyecto. Los impactos esperados y reales de la proyectada represa sobre el ambiente y las comunidades locales, así como la controversia que este megaproyecto ha traído consigo, están a tono con su gigantesca escala.

De acuerdo con los planes originales se deberían cortar alrededor de 69.000 hectáreas de bosque primario, que representan una tercera parte de la selva en estado prístino remanente en Sarawak. La corta masiva podría tener efectos devastadores sobre la propia represa, al incrementarse el riesgo de sedimentación, inundaciones y colapso de las laderas. Las poblaciones de peces podrían descender drásticamente debido a la falta de mobilidad y desoxigenación de las aguas del río en el área inundada, en tanto que 43 especies protegidas de fauna y 67 de flora podrían desaparecer a consecuencia de la inundación. La evaluación de impacto ambiental del proyecto nunca fue dada a conocer, a pesar de constituir ello un requisito legal.

Pobladores locales, indígenas y organizaciones de derechos humanos y ambientalistas de Malasia e internacionales han denunciado reiteradamente la falta de transparencia que rodeó al proyecto desde su inicio. La infraestructura necesaria para las obras ha facilitado la invasión de las tierras de derecho ancestral de los indígenas. El asentamiento forzoso de los residentes de Bakun --que totalizan 10.000 indígenas pertenecientes a 15 “longhouses”-- constituye una de las consecuencias más importantes del proyecto. Comunidades nativas Kayan, Kenyah, Lahanan, Ukit y Penan han perdido definitivamente sus tierras y cultivos --incluyendo variedades tradicionales de arroz-- y fueron reasentadas en una localidad denominada Asap. El gobierno prometió una compensación, como si la pérdida de la tierra nativa y la cultura pudiera compensarse de alguna manera. Pero de hecho a los indígenas se les suministraron solamente unas casas modestas en una aldea “moderna” que carece completamente de infraestructura en lo que respecta a calles, disposición de residuos y escuelas y donde no hay oportunidades de trabajo.

Debido a la crisis que sacudió la economía de esa región asiática en 1997, el gobierno de Malasia se vio obligado a frenar el proyecto, así como otras importantes iniciativas de generación de infraestructura, a fin de reducir el gasto público. No obstante, la larga y tortuosa historia de Bakun no terminó. Dos años más tarde, las autoridades lanzaron una propuesta para reiniciar el proyecto, presentando un plan para una obra de menores dimensiones, según el cual la planta de generación original --de 2.300 megavatios-- se reduciría a 500 megavatios. La Coalición de ONGs preocupadas de Bakun (Gabungan), el Comité Popular de la Región de Bakun (BRPC), Sahabat Alam Malasia (Amigos de la Tierra) y otros representantes de la sociedad civil malasia y círculos académicos entienden sin embargo que la verdadera solución al conflicto radica en abandonar definitivamente el proyecto. Abogan por un enfoque más realista, sustentable, transparente y democrático de la cuestión de las necesidades y el suministro de energía en el país.

Artículo basado en información obtenida de: “Malaysian megadam won't go away”, BBC News, 16/11/2000; Lang, Chris et al., "Dams incorporated. The record of Twelve European Dam building Companies", A Report by the Corner House published by the Swedish Society for Nature Conservation, February 2000; Boletines del WRM nros. 2, 9, 24 y 29.