Artículos del boletín

En Guatemala las autoridades gubernamentales continúan promocionando la minería de metales, pese al descontento generalizado en comunidades locales y pueblos indígenas, quienes han realizado una serie de consultas a vecinos y de buena fe, donde ha quedado de manifiesto su total rechazo a esta actividad. Durante años la minería metálica se  proyectaba y explotaba en las sierras y cadenas montañosas, pero desde hace más de dos años sorprendió la noticia de cuatro licencias que buscaban la exploración y reconocimiento de hierro y otros minerales metálicos en la Costa Sur del país.
En Filipinas hay unos 110 grupos etno-lingüísticos, que representan casi el 15% de la población. La mayoría de ellos viven en las cadenas montañosas y en las zonas costeras [1]. Ahora bien, las regiones de Filipinas que contienen minerales se encuentran también en esas montañas. En nueve millones de hectáreas, es decir casi el 30% del territorio nacional, hay minerales que son explotados por el gobierno y por inversores mineros.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) divulgó un nuevo informe con el título "Decoupling natural resource use and environmental impacts from economic growth" (Desvinculando el uso de los recursos naturales y sus impactos ambientales, del crecimiento económico) (1). El informe muestra un dato alarmante en relación con el consumo de los recursos naturales del planeta.
Indonesia: el interés de la industria minera en el sistema REDD En 2009, Rio Tinto, una de las mayores compañías mineras del mundo, explicó que esperaba utilizar REDD “como una herramienta económica para compensar [su] huella ecológica y conservar la diversidad biológica”. Esto resume la razón por la cual la industria minera se interesa en el sistema REDD: las empresas esperan seguir realizando sus actividades extractivas, destinando sumas comparativamente pequeñas a la compra de créditos REDD para “compensar” la destrucción.
El oro está en alza por décimo año consecutivo. Últimamente inversores, operadores y bancos centrales lo han buscado como refugio seguro frente a la situación inestable de la economía global. Esto tiene graves consecuencias ya que la extracción de oro es una de las prácticas mineras más destructivas y contaminantes. Los ojos de las compañías mineras se han posado en América Latina, y en Colombia se ha encendido una auténtica fiebre del oro. Por otro lado, la resistencia popular en defensa de la vida, el agua, el medio ambiente y la cultura se intensifica día a día.
La provincia de Palawan posee el bosque mejor conservado y más ecológicamente diverso de Filipinas, habitado por comunidades indígenas vulnerables, algunas de ellas viviendo en aislamiento parcial.
Los recursos naturales y ecológicos de África han sido siempre codiciados. La tierra, los minerales, el gas, el petróleo, la madera, las aguas territoriales y tantos otros recursos suelen estar en el centro de la pelea por el continente.
En un estado como el de Orissa, donde los grupos tribales y Dalit abarcan casi el 40% de la población total, el problema del acceso a la tierra y los recursos (bosques, agua, etc.) ha estado en el centro de todos los conflictos. Para las comunidades tradicionales, el acceso está directamente ligado a los modelos de civilización y a la filosofía cultural, que son los que mayormente definen sus modelos económicos, y no la inversa, como puede suceder en las civilizaciones modernas, centradas en la tecnología.
El Consejo de Manejo Forestal (FSC) fue formado en 1993 para certificar el manejo de bosques nativos en forma ‘socialmente justa, económicamente viable y ambientalmente adecuada’. En 1996, el FSC aprobó la posibilidad de certificar plantaciones de monocultivos de árboles, decisión que ha sido blanco de innumerables críticas en la medida que millones de hectáreas de monocultivos de árboles estaban consiguiendo obtener el sello FSC (ver editorial del boletín 163 del WRM).
La segunda sesión 2011 de las negociaciones de la ONU sobre el clima concluyó este mes en Bonn, sin haber resuelto el problema clave de la reducción de la contaminación climática ni haber discutido sobre cómo reducir aún más la emisión de gases de efecto invernadero, causa principal del cambio climático. Las organizaciones por justicia climática manifestaron creciente preocupación frente al hecho de que los países ricos industrializados no tomen medidas reales para combatir el cambio climático:
Además de celebrar en mayo el Día Internacional de la Biodiversidad, también estamos a las puertas de otro evento en el ámbito de la Convención Marco sobre el Cambio Climático. Se trata de la 34ª reunión de dos organismos, el Órgano Subsidiario de Ejecución (OSE-SBI) y el Órgano Subsidiario de Asesoramiento Científico y Tecnológico (OSACT-SBSTA), que tienen el rol de asesorar y orientar a la Convención. La reunión tendrá lugar en Bonn, Alemania, del 6 al 16 de junio.
La certificación se ha convertido en una herramienta perversa en manos de las grandes empresas, que la usan como “sello verde” para imponer sistemas de producción intrínsecamente dañinos y peligrosos para ecosistemas valiosos. Es lo que ocurre ahora con un sistema de gran diversidad biológica: el manglar.