Semillas de esperanza
“¿Cuáles son las soluciones a la destrucción de los bosques?” “¿Qué alternativas propones?” Preguntas como estas son las que se suelen plantear para anular posibles debates que conduzcan hacia soluciones reales a la deforestación y el caos climático. Sin embargo, los caminos a hacia esas soluciones tendrían que comenzar por poner fin a la embestida contra los pueblos de los bosques y sus formas de vida, y por aprender sobre sus relaciones con sus territorios. Esas comunidades han vivido en y con los bosques y los han protegido por generaciones.
Los y las campesinas y otras personas que trabajan en las zonas rurales se encuentran a un solo paso de lograr una Declaración de las Naciones Unidas que podría defender y proteger sus derechos a la tierra, las semillas, la biodiversidad, los mercados locales y mucho más.
Con la adhesión de organizaciones en los cinco continentes, se difunde una declaración abierta que denuncia el fracaso de la RSPO en eliminar la violencia y la destrucción que generan los monocultivos de palma aceitera.
El sistema de certificación de la RSPO permite la expansión de la industria de la palma aceitera a la vez que maquilla de verde la destrucción y las violaciones a los derechos humanos cometidas por estas empresas.
La comunidad indígena guaraní Ysyry, en Misiones, Argentina, sufre graves hechos de violencia que le impiden hacer uso pleno de su territorio, lo que pone en riesgo su supervivencia. Organizaciones exigen a las autoridades locales que cese la hostilidad sobre la comunidad y se respeten sus derechos
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Las prácticas de uso, manejo y cuidado del fuego están siendo identificados por las políticas sobre cambio climático como las causas de la destrucción de los bosques. Sin embrago, el fuego es crucial para asegurar la soberanía alimentaria y cultural de los pueblos del bosque.
Hoy predomina una concepción capitalista del fuego; pero es resistida por las concepciones vernáculas que continúan evolucionando.
El pueblo indígena Shawi hace nuevamente un llamado a la movilización en defensa de su territorio en pleno bosque tropical húmedo. Esta vez la amenaza llega con la principal minera de oro a nivel mundial: Barrick Gold Corporation
La prohibición al cultivo en barbecho de los indígenas Delang supone una amenaza a su soberanía alimentaria y entramado cultural. Esta se da a pesar del evidente rol de las empresas palmícolas en los incendios forestales en Indonesia. Pero los Delang han decidido resistir. (Disponible en indonesio).
Los incendios en la Amazonía están apareciendo con más frecuencia y mayor intensidad. Pero, ¿quién está realmente quemando los bosques?
En 1989 hubo una guerra en el valle del Lila, Portugal. Centenas de personas se juntaron para destruir 200 hectáreas de eucaliptos, con miedo de que los árboles les robasen el agua y trajesen el fuego.