Los pescadores del puerto de Champerico en la costa del océano Pacífico luchan actualmente por su supervivencia contra la empresa Camarones S.A (Camarsa) y su subsidiaria Pesca S.A., dedicadas a la cría comercial del camarón.
Aunque Camarsa ha estado operando en el área desde 1959, fue recién en 1995, con la llegada de un nuevo dueño, Domingo Moreira, que surgió el conflicto, que incluye el cierre del acceso a los esteros utilizados por los pescadores locales, y que les impide acceder a su área de pesca tradicional.
Artículos del boletín
El istmo de Panamá está ubicado en América Central, una de las regiones de mayor diversidad natural y cultural del mundo. Sus distintos ecosistemas son un componente esencial de esa riqueza. Varios pueblos indígenas han encontrado su hogar y su fuente de subsistencia en los bosques. En Darién, San Blás y Panamá Oriente viven los Emberá-Wounan y los Kuna, mientras que los Teribe ocupan la zona de Bocas del Toro, en la frontera con Costa Rica, junto con los Ngobe-Bugle, que también habitan en parte de las provincias de Veraguas y Chiriquí Oriente.
A mediados de marzo de 2001, estudiantes y alumnos de la Universidad del Estado de Oregón (OSU por su sigla en inglés) destruyeron tres sitios de ensayo de Ingeniería Genética, donde se cultivaban distintas variedades de álamos bajo la dirección del profesor de forestación de esta universidad, Steve Strauss, fundador de la Cooperativa de Investigación en Ingeniería Genética de Árboles (Tree Genetic Engineering Research Cooperative - TGERC).
En mayo de 2000 una iniciativa parlamentaria que hubiera tenido como resultado la legalización de la destrucción de los bosques fue derrotada gracias a una fuerte campaña nacional e internacional para salvar los bosques (ver Boletín N° 35 del WRM). Sin embargo, debido a una aparente “inercia” electrónica, durante los meses siguientes muchas personas continuaron recibiendo pedidos de acción a través de internet solicitando el envío de mensajes al gobierno brasileño, sin tener en cuenta que la legislación propuesta ya había sido archivada.
En el estado brasileño de Espirito Santo actualmente existen dos sectores de producción distintos enfrentados a situaciones totalmente diferentes.
En el último número del boletín del WRM incluimos un artículo escrito por Acción Ecológica sobre un proyecto de oleoducto en Ecuador, que atravesaría el país de este a oeste, transportando petróleo del Parque Nacional Yasuní en la Amazonía y afectando a pueblos indígenas y ecosistemas en todo el país.
Muchos describen a la FAO como el organismo experto en bosques. Un solo ejemplo bastará para cuestionar la supuesta experticia de la FAO. La página web de la organización incluye un área de “perfil de país” que contiene información básica sobre los recursos forestales de los países, y recomendaríamos a todos que comparen lo que dice la FAO con lo que saben sobre su propio país. En el caso de Uruguay, la FAO afirma:
El programa “Dateline” de la cadena de televisión australiana SBS produjo un documental sobre el fraude, la incompetencia, la corrupción y las violaciones a los derechos humanos por las compañías madereras transnacionales en Papúa Nueva Guinea. El documental expone casos generalizados de madereros que violan mujeres del lugar amenazándolas con armas de fuego y propietarios de tierras forzados a firmar documentos legales también a punta de pistola.
Recientemente la FAO presentó los resultados de su Evaluación de los Recursos Forestales Globales 2000, que caracterizó como “el informe de base más abarcativo, confiable y fidedigno en relación con los actuales recursos forestales”. Pero la pregunta más importante es: ¿sirve para algo?
“Este es el proyecto más rigurosamente examinado y controlado del mundo” replicó un alto funcionario francés en Chad a los representantes de las organizaciones de Derechos Humanos de ese país que se entrevistaron con él en marzo de 2001. “No hay absolutamente nada de que preocuparse” agregó. Sin embargo, hay muchas personas preocupadas y que han venido luchando contra este proyecto desde hace mucho tiempo.
El modelo de plantaciones a gran escala para celulosa que viene siendo implementado en el Sur no sólo provoca impactos sociales y ambientales negativos sobre los bosques, sino que genera efectos adicionales derivados de la contaminación por el proceso industrial de producción de celulosa, así como deforestación para proveer de materia prima a las fábricas.
Liberia alberga los dos últimos fragmentos de bosque tropical cerrado remanentes en lo que se conoce como Bosques de la Alta Guinea en el Africa Occidental, los cuales se extienden además por Ghana, Costa de Marfil, Guinea y Sierra Leone. La superficie original de esta selva ha sido estimada en 727.900 km2, pero se ha reducido a tan sólo 92.797, lo que representa apenas un 12,7% de su tamaño original. En Liberia se encuentra el 44,5% de esa superficie, en tanto el 29,1% está en Costa de Marfil.