Energía Sostenible para Todos (SEFA, según el inglés) es una iniciativa lanzada en 2011 por el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, que ha ido ganando terreno político a medida que se aproximaba la conferencia Río+20. Ban Ki-moon ha dejado en claro que, a su entender, dicha iniciativa tendrá un papel protagónico en Río+20 y que seguirá adelante, sea cual sea el resultado de las negociaciones de la ONU.
Artículos del boletín
La FAO, la Organización para la Alimentación y la Agricultura de las Naciones Unidas, organizará el próximo 18 de este mes un evento paralelo a la Conferencia Rio+20. El nombre de dicho evento es: ‘Bosques: el corazón de la economía verde’. La FAO afirma que los emprendimientos sustentables que se basan en los bosques pueden ofrecer un camino de transición hacia una economía de bajo carbono, y completa que ‘el evento destacará el papel de los bosques y de la industria para garantizar el sustento local’.
A fines de este mes, países, empresas y sociedades civiles del mundo se reunirán en Río de Janeiro para la Conferencia de la ONU sobre Desarrollo Sostenible, aceptando la tarea, aparentemente imposible, de encontrar soluciones a los problemas ambientales que se nos plantean. La deforestación, la desertificación, el agotamiento de los océanos, la contaminación de los ríos y el aire, la pérdida de biodiversidad y el calentamiento global representan una verdadera amenaza para la vida sobre la Tierra.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), existen 160 millones de personas que anualmente contraen enfermedades vinculadas al trabajo, 270 millones de trabajadores que sufren accidentes de trabajo y dos millones que mueren por año como consecuencia de esos accidentes o enfermedades. El Director General de la organización, Juan Somavia, afirma que la ‘economía verde’ promovida por la propia ONU y principal punto a ser tratado en la conferencia de Rio+20 el próximo mes, debería, por lo tanto, trabajar en el sentido de promover lugares de trabajo seguros para todas y todos.
En Asia, como en muchas otras partes del mundo, las zonas boscosas han estado habitadas por sucesivas generaciones de comunidades indígenas para quienes el bosque adquirió una importancia central para su identidad sociocultural y su supervivencia como comunidad. Pero ahora, muchos de esos bosques son arrasados y sustituidos por plantaciones industriales de palma aceitera, en muchos casos ¡concedidos por el Estado con el argumento de que eran tierras vacías u ociosas!
En las últimas décadas la plantación de monocultivos de palma aceitera a gran escala se ha expandido por las regiones tropicales de Asia, África y América Latina.
Conversamos con Giorgio Trucchi, corresponsal en Centroamérica para la Rel-UITA (Regional Latinoamericana de la Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación y afines), organización que ha estado involucrada en varios casos de denuncia de violación a los derechos humanos y de conflictos sindicales vinculados a monocultivos de palma.
“Nada gusta del eucalipto. Si usted suelta ganado en el eucalipto los animales van comiendo lo de afuera, donde se dice que es reserva. Al ganado no le gusta el eucalipto, ni a los pájaros ni a las avispas. Lo más duro de un lugar como ése son las avispas, y ni a las avispas les gusta el lugar del eucalipto.” (Vídeo entrevista a Manuelzão, 1989 - personaje de la obra de Guimarães Rosa).
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) es el organismo de la ONU que supervisa las cuestiones laborales, formulando políticas y programas relacionados principalmente con las normas destinadas a la protección de los trabajadores.
En las últimas décadas la plantación de monocultivos de palma aceitera a gran escala se ha expandido por las regiones tropicales de Asia, África y América Latina.
Conversamos con Giorgio Trucchi, corresponsal en Centroamérica para la Rel-UITA (Regional Latinoamericana de la Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación y afines), organización que ha estado involucrada en varios casos de denuncia de violación a los derechos humanos y de conflictos sindicales vinculados a monocultivos de palma.
El 17 de abril de 1996, 19 trabajadores rurales sin tierra fueron brutalmente asesinados por la policía durante una manifestación pacífica por la reforma agraria en el estado de Pará, región de la Amazonia, en Brasil. Quien visite el lugar hoy, encontrará un círculo de 19 troncos de castaños quemados, que forman un pequeño bosque. Además de recordar a los trabajadores que murieron y la violencia ejercida, los castaños simbolizan también la resistencia y lucha del pueblo contra el proceso de violación de sus derechos, e inclusive la resistencia del bosque que sufre con la deforestación.
Mucho se habla de las crisis del planeta: climática, energética, alimentaria, de pérdida de biodiversidad, financiera y más. Sin duda que se trata de situaciones dramáticas cuyas mayores repercusiones recaen sobre las espaldas de los sectores más vulnerables y desposeídos.
¿Hasta dónde llegaría usted para proteger su bosque?
Los aldeanos de la comunidad de Pollo, en el departamento indonesio de Timor Central Sur, han dado un ejemplo extraordinario, sobreviviendo durante años a la indiferencia burocrática, soportando la violencia de matones y embarcándose en una odisea a través del archipiélago de su país, en busca de apoyo para la defensa de los árboles y tierras locales.