El estudio de la OED sobre Costa Rica aparentemente se interesa más por mostrar los logros del gobierno de ese país y por apoyar sus políticas, que en evaluar la implementación de la política forestal de 1991 del Banco Mundial. Aún así, el informe contiene algunos elementos interesantes al respecto.
Artículos del boletín
El Informe contiene dos mensajes principales: primero, que el Banco implementó tan sólo parcialmente la Política Forestal de 1991 y segundo, que tal política de 1991 ha sido superada, por lo que se hace necesaria una nueva estrategia.
Durante el último encuentro del Foro Intergubernamental sobre Bosques (IFF), las Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) y Organizaciones de Pueblos Indígenas (OPIs) hicieron una declaración (texto completo en inglés disponible en: http://www.wrm.org.uy/castellano/bosques_tropicales/iff3.html ) expresando su desilusión y frustración por no haberse implementado las medidas acordadas en las "Propuestas para la Acción" del Panel Intergubernamental de Bosques (IPF).
Raramente llegan noticias de Liberia. Este país, situado en el Africa occidental, con costas sobre el Océano Atlántico y fronteras al oeste con Sierra Leona, al norte con Guinea y al este con Costa de Marfil, es una de las naciones más pobres del mundo y soporta el peso de una enorme deuda externa. Asimismo el país se ha visto afectado por un acelerado proceso de degradación ambiental, que incluye a los bosques. Varias actividades, como la minería, las plantaciones y el madereo, están destruyendo su densa selva tropical.
Para la visión reduccionista de la silvicultura occidental, los bosques son principalmente -si no, exclusivamente- fuente de madera rolliza para la industria. Sin embargo, los bosques no sólo constituyen el hogar de miles de pueblos indígenas en diferentes regiones del mundo, sino también una abundante fuente de diferentes bienes -incluída la madera- y servicios. Las plantas medicinales son uno de esos valiosos productos utilizados por los pueblos indígenas en sus prácticas de medicina tradicional.
La expansión del modelo de plantaciones forestales en Sudáfrica ha generado un acalorado debate. Philip Owen, de SAWAC (South African Water Crisis), así como otras personas preocupadas por el tema, ha argumentado reiteradamente que el esquema de plantaciones es negativo para la conservación de las pasturas y del agua y en consecuencia también para las comunidades rurales.
La corrupción y la incapacidad imperante a nivel de los encargados de las oficinas forestales, así como de quienes llevan a cabo las actividades de corta, comercio ilegal de madera y el aserrado están provocando la desaparición y la degradación de los bosques de Tanzania (ver Boletines 27 y 29 del WRM). Esto no sólo significa la destrucción de valiosos ecosistemas en una región tropical, sino también la pérdida de una fuente de recursos e ingresos para los habitantes de esos bosques y quienes de ellos dependen.
El madereo sin control amenaza el futuro de los bosques en Camboya. El año pasado comenzó una revisión de las concesiones madereras otorgadas en ese país, con el propósito de identificar aquellas que debían ser canceladas por haber incurrido en reiteradas infracciones a la ley, y las que deberían continuarse bajo nuevos contratos. La iniciativa, financiada por el Banco Asiático de Desarrollo, se ha visto dificultada por restricciones de tiempo y de fondos resultantes de negligencias en el proceso administrativo llevado a cabo por el Banco.
El enfoque preservacionista de la protección de los bosques, que considera a la gente como una amenaza para la naturaleza, ignora los derechos humanos y territoriales de las comunidades rurales y los pueblos indígenas que viven en los bosques, quienes de hecho generalmente contribuyen a su conservación.
Borneo, una de las mayores islas del archipiélago malayo en el sudeste de Asia, está bajo la soberanía de tres estados: Malasia, Indonesia y Brunei. Originalmente esta gran isla estuvo completamente cubierta de una densa selva tropical. La expansión de la industria de exportación de madera, junto a las plantaciones de pulpa y palma aceitera tanto en Malasia como en Indonesia, han casi completamente destruido la selva de Borneo.
El proyecto de la represa de Selangor es fuertemente resistido por comunidades locales, pueblos indígenas y ONGs ambientalistas, puesto que significa la destrucción de 600 hectáreas de bosque tropical, la expulsión de los nativos Temuan de sus territorios ancestrales y la destrucción del santuario verde de Pertak en Ulu Selangor. Se teme asimismo que los humedales próximos a Kuala Selangor, asi como los bosques montanos de Pertak, se vean negativamente afectados. Por otra parte, tampoco han sido abordadas adecuadamente las cuestiones de seguridad relativas a la estructura de la represa.
Grupos por la democracia y ambientalistas de Tailandia y la región han mostrado sorpresa e indignación por la forma en que Twentieth Century Fox ha utilizado la fuerza de su poder y dinero para producir la película 'The Beach', protagonizada por Leonardo DiCaprio