Los bosques de Colombia están sufriendo un severo proceso de destrucción. La guerra civil que está devastando el país puede ser considerada una de las principales causas de ese fenómeno. Debido al prevaleciente estado de violencia en Colombia, comunidades rurales enteras se han visto obligadas a dejar sus hogares y tierras. Además de sus efectos desde el punto de vista social y cultural, los desplazamientos forzosos también generan condiciones para ulteriores impactos negativos sobre los bosques.
Artículos del boletín
El pueblo indígena Pemón se opone al proyecto de construcción de un tendido de alto voltaje de 470 millas de largo a través del Parque Nacional Conaima en la región de la Gran Sabana, al sudeste de Venezuela. A comienzos de octubre llevaron a cabo una acción directa que consistió en derribar una torre eléctrica y en bloquear una carretera clave para la conexión de ese país con el Brasil.
Un nutrido grupo de ONGs australianas están haciendo circular a nivel mundial una carta cuyo texto en castellano es el siguiente:
"Los abajo firmantes, representantes de ONGs conservacionistas australianas, nos dirigimos a Uds. para hacerles conocer nuestra oposición al enfoque adoptado por el Ministro Federal de Bosques y Conservación -Sr. Wilson Tuckey- con vistas a la regulación de los sistemas independientes de certificación de bosques a nivel internacional.
Durante el "Mercado Mundial del Camarón 1999" que tuvo lugar recientemente en Madrid, miembros de Greenpeace-España y de varias ONGs latinoamericanas expresaron su protesta contra la expansión de esta depredadora actividad desplegando tres pancartas en las que se leía: "No a las granjas camaroneras - Paren la industria del camarón", "Industria camaronera - Destrucción de los manglares", "Encuentro de la industria camaronera - Muerte de los manglares". "La mitad del área de los manglares ya ha desaparecido.
Recientemente la ONG holandesa BothENDS ha publicado "Forests for the Future: Local Strategies for Forest Protection, Economic Welfare and Social Justice" (Bosques del Futuro: estrategias locales para la protección de los bosques, el bienestar económico y la justicia social) editado por Paul Wolvekamp, Ann Danaiya Usher, Vijay Paranjpye y Madhu Ramnath.
En octubre pasado Ricardo Carrere visitó los estados de Espírito Santo y Bahía, invitado por CIMI (Conselho Indigenista Missionario). Durante su viaje participó en un seminario que tuvo lugar en Vitoria acerca de los impactos de las plantaciones de eucalipto y el FSC. Luego asistió a un encuentro en Monte Pascoal con los líderes del pueblo indígena Pataxó (ver artículo en este número), a quienes ofreció el apoyo incondicional del WRM en su lucha.
Todo el mundo está de acuerdo en que la humanidad se ve hoy en día enfrentada a varias amenazas, entre ellas el efecto invernadero. También existe acuerdo respecto de las principales causas que lo provocan, vale decir, el uso de combustibles fósiles y la deforestación. Los acuerdos internacionales adoptados para enfrentar estas dos causas han sido hasta ahora por lo menos inadecuados. El consumo de combustibles fósiles sigue creciendo al tiempo que la tasa de deforestación no ha disminuido.
Han pasado cuatro años desde el juicio que condenó a muerte a Ken Saro Wiwa junto a otros ocho activjÿtas por los derechos humanos a manos de la dictadura militar nigeriana el 10 de noviembre de 1995. El episodio generó la condena y la indignación a nivel mundial. Sin embargo -y a pesar de los cambios a nivel político acaecidos en ese país- la destrucción del ambiente y las violaciones a los derechos humanos asociados a la prospección y extracción de petróleo en la región del Delta del Niger continúan.
La industria turística ha hecho y sigue haciendo mucho más por el Manejo Ambiental Responsable que la industria "forestal". Tal vez por una sola razón: aquella está basada en la biodiversidad.
Los árboles exóticos destruyen la vegetación nativa que reemplazan. Una vez que la base de la cadena alimenticia ha desaparecido, la fauna y flora locales no pueden adaptarse a vivir en medio de una plantación. Cuando se calcula el beneficio económico de la plantación de árboles, ¿se tiene en cuenta el costo ocasionado por la destrucción del entorno natural?
Los 33,5 millones de hectáreas de selva de Tanzania están cada vez más amenazados, mayormente debido al madereo ilegal, que está destruyendo alrededor de 500.000 hectáreas de bosques primario al año.
En la visión oficial, la India presenta condiciones climáticas y sociales favorables para la instalación de plantaciones forestales. Funcionarios forestales de ese país han manifestado que más de 60 millones de hectáreas de "humedales sin bosque y arbustales" pueden ser consideradas disponibles para realizar en ellas operaciones de plantación de árboles. El Ministerio del Ambiente y Bosques está promoviendo el uso de plantas clonadas de eucalipto de rápido crecimiento resistentes a enfermedades. El menú incluye también clones de acacia, álamos, gmelina y teca.
Más de 150 ONGs indonesias e internacionales -entre ellas el WRM- han suscrito una carta dirigida a las autoridades de ese país en la que se denuncia la situación de dos parques nacionales y se proponen soluciones para la misma. La iniciativa fue lanzada por Telapak Indonesia y Environmental Investigation Agency. El texto de la carta es el siguiente: