Los actuales programas de certificación son el resultado de exitosas campañas de concientización de los consumidores contra la insustentable explotación de los bosques. La reacción del público fue exigir tener la posibilidad de conocer cuáles productos podían comprar que hubieran sido extraídos por medio de un manejo forestal sustentable desde el punto de vista social y ambiental. Por lo tanto se exigió un sistema de certificación independiente.
Artículos del boletín
En Agosto de 1997 recibimos malas noticias desde Hawaii: Oji Paper/Marubeni -el mayor proveedor de papel del Japón- estaba a punto de recibir una concesión de 4.150 hectáreas de tierras públicas en el condado de Hamakua para establecer una plantación de eucalipto para pulpa. La empresa estaba también en procura de otra concesión por 10.000 hectáreas de terrenos privados en Big Island y en otros lugares, con la finalidad de producir madera de eucalipto para la obtención de "chips" (astillas) a ser exportados al mercado japonés para la fabricación de papel.
Smurfit Cartón de Venezuela, subsidiaria del Jefferson Smurfit, es un buen (mal) ejemplo de cuán depredatoria puede llegar a ser la actividad de una empresa y de cómo la comunidad local puede oponérsele en forma exitosa.
Actualmente las plantaciones para pulpa en Chile cubren más de 2,1 millones de hectáreas, 75% de las cuales con una sóla especie -el pino radiata- y el resto fundamentalmente con eucalipto.
Indonesia está sufriendo un acelerado proceso de plantación de palma aceitera. En una dinámica promovida por el gobierno -que planea convertir a este país en el primer productor mundial de palma oleaginosa- y dirigida por un reducido grupo de poderosas compañías, se espera que el área actual de 3,2 millones de hectáreas aumente a una tasa de 330.000 hectáreas anuales.
El gobierno chileno ha anunciado recientemente que destinará una inversión de U$S 267 millones para el desarrollo de un programa destinado a combatir la pobreza en las comunidades indígenas mapuche. Representantes mapuche de todo el país han expresado su decepción y su rechazo a tal iniciativa, por considerarla mera propaganda, que ni siquiera consideran sea el punto de partida de un proceso orientado a resolver los problemas que afectan al pueblo mapuche y a su ambiente. Diputados e incluso algunos funcionarios de gobierno comparten su punto de vista.
Como resultado de una prolongada y difícil lucha contra el gigante Occidental Petroleum y el gobierno de Colombia, el pueblo indígena U'wa ha obtenido una significativa victoria con el reconocimiento legal de un área que comprende una importante porción de su territorio tradicional en la región noreste de Colombia. Una reciente resolución del gobierno colombiano, en acuerdo con los líderes U'wa, ha aumentado su territorio legalmente reconocido en 120.000 hectáreas. De manera que ahora el mismo abarca 220.275 hectáreas en las provincias de Boyacá, Norte Santander, Santander y Arauca.
La oposición al actual manejo de las plantaciones en Tasmania viene aumentando. La misma ha llegado a un punto límite en varias zonas. He aquí algunos ejemplos:
Este congreso, organizado por la Asociación Nacional de Periodistas Ambientales, tendrá lugar en Bogotá, Colombia, del 11 al 15 de octubre próximos. L@s interesad@s en recibir información sobre este evento pueden encontrar más detalles (lugar de realización, inscripciones, programa, etc.) en la página web de la Asociación.
El pueblo Ogiek es un grupo cazador y recolector, conocido como productores de miel para el autoconsumo y para el intercambio con sus vecinos. Ellos han vivido desde tiempos inmemoriales en las selvas de la escarpa de Mau en Kenia.
Malawi, un país con una superficie total de 118.484 km2 se encuentra en el Sudeste de Africa. Sus tierras bajas, que reciben importantes precipitaciones, están cubiertas de praderas, bosques templados y lluviosos, pero el país ha sufrido una deforestación anual del 1,3% (1981/90).
El enfoque preservacionista en relación con la protección de los bosques tiende a considerar a la gente como una amenaza para la protección de la naturaleza y frecuentemente resulta en violaciones a los derechos humanos de las comunidades rurales y los pueblos indígenas que viven en los bosques. Este punto de vista no sólo apoya la idea irreal de una naturaleza sin gente, sino que ignora los beneficios que el manejo tradicional de los recursos naturales ofrece a la propia conservación de la naturaleza.