Artículos del boletín

Este boletín busca reflexionar sobre la extracción, la violencia y la opresión relacionadas con la llamada ‘transición’ energética y su camuflaje ‘verde’. ¿Una transición de qué? ¿Y hacia qué?
Los autos eléctricos se han convertido en el símbolo de la economía ‘baja en carbono’. Con frecuencia se minimizan los impactos negativos de la extracción de minerales y metales que requieren, a pesar que son miles de lugares de extracción y una infraestructura muy dañina.
Este artículo resalta voces de Justiça Ambental! (JA!), Mozambique, y la alianza ecofeminista africana WoMIN.
La madera de balsa es un importante insumo de los molinos de viento y Ecuador es el mayor exportador del mundo de esta madera. La invasión de millones de molinos aerogeneradores en China, Europa y Estados Unidos significa la tala brutal de árboles de balsa.
La infraestructura de energía renovable a escala industrial ha resurgido en la agenda de la “transición energética” y como parte de los planes de recuperación de la pandemia. La producción del llamado “hidrógeno verde” añade otra capa de injusticias.
En los modelos dominantes de producción y consumo de energía, aunque haya cambiado la fuente de energía, se mantiene la centralización de la matriz energética así como la concentración del poder de decisión.
La denominada ‘economía digital’ suele promoverse como una economía que tiene un impacto relativamente bajo en el ambiente; y que en gran medida no necesita de recursos materiales. Pero, ¿qué (y quién) se esconde detrás de esas imágenes de una economía más limpia?
Los esquemas de certificación buscan legitimar actividades dañinas con términos como ‘sostenibles.’ Son una táctica de supervivencia del capitalismo. Con la transición energética, hasta la minería busca legitimar su imparable crecimiento.
Es imperioso comprender el concepto de las “soluciones basadas en la naturaleza”, nombrarlo por lo que es: “despojos basados en la naturaleza” y denunciar la amenaza real que representan para los territorios, las poblaciones de los bosques y el clima.
Si bien el concepto de las “Soluciones basadas en la naturaleza” fue acogido con entusiasmo por industrias contaminantes, instituciones financieras y gobiernos, su origen está en otro lado.
El término "soluciones basadas en la naturaleza", considerando los proyectos excluyentes y depredadores que se agrupan detrás, revela algo fundamental.
Haciendo uso de la "interseccionalidad" para su reflexión, la autora resalta lo imprescindible de entender cómo varias situaciones de opresión recaen muchas veces sobre un mismo sujeto. Especialmente cuando se trata de mujeres en territorios de explotación capitalista.