Artículos del boletín

Les invitamos a reflexionar junto a una militante que desde sus procesos de lucha en Brasil, explora los procesos de resistencia y los desafíos que enfrentan. En esta reflexión, les invitamos además a sumarse a la resistencia colectiva, sean cuales sean sus propios contextos y espacios de organización. ¡La lucha continúa y la lucha es una!
Este boletín revela varios casos en los que la expansión de los proyectos de carbono se ha convertido en parte integral del modelo extractivista, que ha estado destruyendo territorios y medios de vida de las comunidades durante largo tiempo. Por eso, compartimos artículos sobre las formas antiguas y nuevas de extractivismo y sobre cómo las comunidades continúan luchando para resistirlas.
Al igual que lo hicieron los colonizadores holandeses en el pasado, el gobierno, las empresas y los inversionistas de Indonesia consideran que la tierra de Papúa es un vasto territorio vacío, una nueva frontera para la extracción y la especulación. Sin embargo, la tierra de Papúa no está vacía sino que es el hogar de cientos de Pueblos Indígenas, entre ellos los hombres y las mujeres de la aldea de Kampung Bariat, quienes luchan por garantizar el control de su territorio ancestral y mantenerlo libre de plantaciones de palma aceitera.
La empresa de monocultivos de palma aceitera Brasil Bio Fuels (BBF) amenaza con desalojar a familias campesinas, con la complicidad del gobierno del estado de Pará. En este artículo se demuestra que la 'bioeconomía', de la que tanto se habla, no es 'sostenible' ni 'limpia'. Lo que hace es destruir los territorios de las comunidades, como lo hacen desde hace tiempo las industrias que promueven el extractivismo basado en los combustibles fósiles.
La Orinoquía va desde el piedemonte de la cordillera oriental hasta la frontera con Venezuela. Históricamente la región ha estado asociada a la explotación de caucho, maderas, pieles y otros llamados “recursos naturales” a costa de la explotación de las comunidades ancestrales. Hoy surgen nuevas amenazas bajo el paradigma de la conservación, las energías verdes y proyectos de carbono.
La empresa está en proceso de renovar parte de sus plantaciones de palma aceitera en Edéa. A finales del año pasado, las comunidades comenzaron a movilizarse contra este proceso. Su resistencia y determinación para detener a la empresa ha llevado al subprefecto a solicitar a Socapalm el cese de sus actividades. Esta es una primera victoria de la comunidad y de las mujeres organizadas de Edéa, pero ¡la lucha continuará hasta que SOCAPALM devuelva las tierras a las comunidades!
La provincia de Corrientes concentra la mayor superficie de plantaciones forestales del país. El 80% de la madera se destina a los aserraderos. Allí, se queman periódicamente montañas de aserrín, lo que genera graves problemas para la vida y la salud de los vecinos. La organización local Guardianes del Y’verá realizó un relevamiento de salud comunitario para denunciar la problemática, exigir la relocalización de estos establecimientos y denunciar los impactos del modelo forestal.
Varios artículos del boletín actual dan cuenta de las luchas comunitarias contra viejas y nuevas formas de extractivismo que amenazan los territorios y los medios de vida de las comunidades en América Latina, África y Asia. Por tal motivo recomendamos releer una entrevista con el miembro del Comité Asesor del WRM Nasako Besingi, de Camerún, sobre los desafíos que enfrentan las comunidades.
En la actualidad, se está proponiendo una nueva ronda de iniciativas para plantar monocultivos de árboles con el objetivo de generar compensaciones de carbono. Aparte de la idea absurda —respaldada por la ONU y varios gobiernos nacionales— de que las plantaciones de árboles pueden compensar el daño (climático) causado por la combustión de carbono fósil, estas iniciativas han destruido los medios de vida de las comunidades y se han apropiado de vastas áreas de tierras comunitarias.
Las iniciativas de conservación de bosques y plantación de árboles para obtener compensaciones de carbono son dos de las formas preferidas por el sector empresarial para maquillar de verde su imagen y poder continuar con sus negocios de siempre. Estas iniciativas tienen características que las hacen muy atractivas para los inversores, por ejemplo, la facilidad con la que se pueden manipular los argumentos y cálculos de los proyectos. Por lo tanto, no causa sorpresa que hayan salido a luz escándalos sobre este tipo de proyectos.
¿Cuántas plantaciones de árboles hay y de qué tamaño son? ¿En qué regiones y países se encuentran? ¿Cuáles son las diferencias entre los diversos ‘actores’ que participan directamente en el establecimiento de las plantaciones? Este artículo presenta cifras e información que buscan responder éstas y otras preguntas.
Detrás de cada plantación de árboles establecida con miras a compensar las emisiones de carbono, hay agentes externos que buscan beneficiarse de un mayor control sobre la tierra. Y si bien todas tienen el mismo enfoque colonialista, estas plantaciones pueden variar mucho: pueden ser monocultivos a gran escala o sistemas con la participación de pequeños agricultores; pueden incluir especies exóticas o especies nativas; y algunos de ellos pueden incluso existir sólo en los papeles.